Babas
Cualquiera que tenga dos ojos ve por dónde se rompe y se desangra España cada lunes. Y no es por donde nos lo dicen o nos lo dejan de decir, qué va
Parece que hay un grupo de facciosos dispuesto a fusilar a 26 millones de españoles para que España no se rompa. ¿Qué rayos entenderán por romperse? España se rompe cada vez que hay un desahucio, se rompe cuando el exjefe de Estado, solo o en compañía de otros, evade impuestos o cobra comisiones, se rompe en el 45% de los jóvenes sin trabajo, se rompe en una reforma laboral que acaba con el sindicalismo, se rompe en las desigualdades galopantes, se rompe en las residencias de ancianos gestionadas por fondos buitres, se rompe en la pobreza energética, en el recibo del gas, en los discursos intragables de nuestros congresistas. Se rompe cuando de la misma boca sale una recomendación sanitaria y su contraria.
España se rompe varias veces al día, aunque no por los sitios por los que nos amenazan Casado y Abascal. Se rompe cada vez que ellos abren la boca, cada vez que enarbolan una bandera con el gesto amenazante del que blande un bate de béisbol. España se rompe cada vez que el PP, incumpliendo la ley, se niega a renovar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. España se rompe con las amnistías fiscales, con los recortes en sanidad o educación, con los beneficios económicos otorgados a la Iglesia, se rompe con las puertas giratorias. Cualquiera que tenga dos ojos ve por dónde se rompe y se desangra España cada lunes. Y no es por donde nos lo dicen o nos lo dejan de decir, qué va. Se rompe por los niños descalzos de los poblados chabolistas a los que les cortan la luz y por los colegios sin calefacción y por las aulas de los parvularios con el techo de uralita. Los patriotas de puño y de pistola pueden fusilar a toda esa España rota, pero quién entonces les limpiaría la baba envenenada que segregan.
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