Tribuna
i
El fantasma sigue presente
El fenómeno Trump no puede despacharse como una exótica anomalía histórica que nada tiene que ver con la sociedad estadounidense. No podemos desecharlo como si perteneciera ya al pasado
/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/2LB3OP2URJF3DPQMGUOBQMJQ2A.jpg)
Nos hemos precipitado a respirar aliviados. Donald Trump no ha sido elegido, tanto si lo entiende como si no. Quiera o no, en enero, cuando tenga lugar la toma de posesión de su sucesor, Joe Biden, tendrá que abandonar la Casa Blanca, por su propia voluntad o acompañado. Pero el fantasma de su siniestra presidencia sigue presente. Las necrológicas de los últimos cuatro años que pretenden zanjar esta época dándola por cerrada no solo son apresuradas. Son demasiado cómodas....
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS