Dejemos que se aburran
Hoy recojo a mi hija pequeña del colegio y al llegar a casa me pide ver la tele, a lo que le digo que no. Le invito a jugar con sus juguetes, pero dice que no tiene ganas porque le aburren. Finalmente, cede y a los cinco minutos está poniendo voces a dos muñecos, creando historias y situaciones.
Hoy día muchos ya no tenemos reparo en dejar consumir contenido audiovisual a nuestros pequeños en casi cualquier momento. A la mente me viene la típica situación del restaurante, donde algunos padres les dan el teléfono a sus hijos para que no molesten. Creo que es importante que los niños se aburran, que tengan tiempo para pensar. Si cuando les pasa recurren a una pantalla, ¿cuándo aprenderán a gestionarlo? El aburrimiento es una fuente de creatividad, pasamos de ser espectadores a ser parte activa, y eso hoy día es muy importante.
Daniel Mejías Gálvez. Coslada (Madrid)
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