Un país sin oposición
Son muchas las preguntas no formuladas por una derecha que cree que puede alcanzar el poder dedicándose solo a machacar al Gobierno
Si hubiera oposición, ay, si la hubiera. Si contáramos con esa oposición que comprende la importancia de una labor fiscalizante y correctora, todas esas preguntas que pudieron surgirnos tras escuchar los planes del Gobierno para los próximos tres años serían de alguna manera respondidas. Y había muchas preguntas que formular a ese catálogo de buenas intenciones. Si hubiera una oposición que hiciera su trabajo estaría exigiéndole al Gobierno concreción, se le pediría que rindiera cuentas antes de gastar, que explicara, por ejemplo, de qué manera 72.000 millones se traducen en transformar el paí...
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