La mejor fiesta de todas
Durante las últimas semanas ha habido mucha controversia sobre el comienzo del curso escolar en estos tiempos de pandemia. Vaya por delante mi comprensión de lo difícil que es organizarlo con tanta incertidumbre. Sin embargo, no sé a quién compadecer más: si a los profesores, a los padres o a los alumnos. El problema de más difícil solución parece ser la necesidad de bajar las ratios por clase. Esto significaría contratar muchos profesores y el presupuesto no da para más. Casi todas las ciudades y pueblos han tenido que cancelar sus fiestas desde marzo, ¿por qué no utilizar este dinero en más profesores y medios para las escuelas? Para mí, la mejor fiesta de todas es la del aprendizaje y la educación que conseguimos a lo largo de nuestras vidas. Se habla también de la brecha tecnológica que sufren los más desfavorecidos y que no les permite seguir las clases online. No estaría de más que los proveedores de Internet ofrecieran wifi gratis a estas familias como muestra de solidaridad.
Charlotte Stern Barkerding. Murcia
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