
Sujetadores, millones y pornografía: la extravagante vida de la inventora que el mundo ha olvidado
Caresse Crosby estaba llamada a ser otra niña rica de Nueva York, pero su creatividad y amor por el riesgo la llevaron a vivir una existencia en la que creó la patente del sujetador y se rodeó de genios (aunque su mayor creación fue ella misma)