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López Obrador y Sheinbaum escenifican su total sintonía en el cierre de su gira norteña: “Ni un paso atrás”

El mandatario y la presidenta electa terminan en Durango la “gira del adiós” con un mensaje de continuidad y cierre de filas ante algún posible cambio en la polémica reforma judicial

Claudia Sheinbaum presidenta electa y el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su gira en Lerdo, Durango, el 16 de junio de 2024.
Claudia Sheinbaum presidenta electa y el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su gira en Lerdo, Durango, el 16 de junio de 2024.Prensa Claudia Sheinbaum
David Marcial Pérez

Era la primera ocasión en que Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum salían juntos a recorrer el país después de las elecciones y lo aprovecharon para enviar un mensaje sin fisuras, una escenificación de total sintonía entre el aún presidente y la mandataria electa. Desde la zona lagunera de Durango, ambos repitieron este domingo los lemas de cabecera del gobierno morenista, prometieron más programas sociales y despejaron sobre el papel cualquier duda, si es que la había, acerca de las lineas maestras que marcarán la transición entre ambos gobiernos. Con el tono de arenga habitual durante sus constantes giras por el país, López Obrador lo sintetizó así: “Ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso. Vamos para adelante a seguir transformado el país”.

La intervención anterior había sido para Sheinbaum, que se dedicó a glosar los éxitos del gobierno y a insistir en una de sus ideas central durante la campaña. “Siempre dije que lo que representamos es el segundo piso de la Cuarta Transformación. El presidente Obrador puso los cimientos y ahora nos toca seguir sirviendo al pueblo de México con nuestros principios muy claros”. Sin nombrala explícitamente, el mensaje de continuidad lanzado este fin de semana va dirigido a disipar los interrogantes sobre algún posible cambio en la polémica reforma judicial. La holgada mayoría de Morena y sus aliados en el parlamento tras los comicios abre la puerta a los cambios constitucionales que el presidente ya había planteado a principios de año.

La ruta marcada ya entonces pasa por que las reformas sean aprobadas incluso antes de octubre, cuando acaba el sexenio de López Obrador. La presidenta electa había matizado ligeramente el proyecto de la reforma judicial durante la campaña, planteando incluso un debate con mayor recorrido y que su aprobación entrara ya en el periodo de la nueva mandataria. El asunto más polémico es la propuesta de que todos los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular directo. Desde el día siguiente a las elecciones, los mercados financieros han estado mostrando su desagrado a las reformas con caídas del peso y la bolsa mexicana. En este contexto, las señales desde el equipo de Sheinbaum son cada vez más elocuentes: la reforma irá hacia adelante sin tocar los elementos más polémicos.

“Vamos a corregir la Constitución porque ahora tenemos mayoría calificada”, dijo López Obrador este domingo, aunque para referirse a la ampliación de derechos sociales que pretenden consolidar antes de que acabe el sexenio. En concreto, los programas para adultos mayores, que pasarán de los 68 a los 65 años. “Y de 60 para el caso de las mujeres. Claudia Sheinbaum se comprometió y así lo vamos a hacer”, añadió el mandatario en un guiño a su sucesora.

El viaje conjunto, llamado como “la gira del adiós”, había comenzado el viernes en el Estado vecino de Coahuila. En un arranque cargado de simbolismo, visitaron a las familias de los mineros de Pasta de Conchos, donde el Gobierno encontró esta semana restos humanos tras la mayor tragedia minera de México, que dejó a 65 mineros bajo tierra en 2006. López Obrador había prometido al arranque de su Gobierno que iba a devolver los cuerpos a las familias, abandonadas por el resto de Administraciones desde el accidente hace 18 años. “Me siento muy emocionada de estar aquí con ustedes, gracias por la invitación presidente”, dijo Sheinbaum el viernes ante una de las madres de lo mineros.

Aunque “la gira del adiós” acabó este domingo, López Obrador continuará con sus viajes por el país durante los meses que le quedan al frente del Gobierno. Una de sus señas de identidad, esa especie de campaña electoral permanente en la que ha querido incluir a Sheinbaum como acto simbólico tras las elecciones. “Me faltan tres meses, como 100 días, me voy a jubilar porque ya termino mi ciclo”, dijo al cierre de su acto, al que añadió uno de sus broches moralizantes: “Porque no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero”.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.
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