Monedero deja de dar clase en la Complutense “hasta nuevo aviso” después de que saliera a la luz una denuncia de acoso sexual
Fuentes de la universidad han adelantado a EL PAÍS que el profesor de Políticas ha solicitado una baja y que la universidad la ha aceptado
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El profesor y fundador de Podemos Juan Carlos Monedero deja de dar clase en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) hasta nuevo aviso, según ha comunicado este miércoles la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología donde el expolítico es profesor. “Ante la lógica preocupación existente entre el alumnado de nuestra Facultad, (...) informamos de lo siguiente: El profesor Juan Carlos Monedero no impartirá las clases de ‘Teoría política contemporánea’ en el Doble Grado de Derecho y Ciencias Políticas y ‘Teoría y práctica de las democracias’ en el Grado de Relaciones Internacionales hasta nuevo aviso”, dice la nota. Fuentes de la universidad han adelantado a EL PAÍS que Monedero ha solicitado una baja y la universidad la ha aceptado. Esta información relevante no aparece en el comunicado de esta tarde de la facultad, por lo que de su lectura se puede interpretar que es la universidad la que ha apartado a Monedero, en el marco del escándalo, cuando en realidad ha sido a instancias del profesor. La decisión llega seis días después de que se conociera que una alumna presentó una denuncia contra él por acoso sexual.
El comunicado indica que “es una medida que toma la Facultad para que la actividad académica en estos grupos pueda desarrollarse con normalidad en las próximas semanas” y que en estos momentos está buscando a “una persona sustituta” para que imparta las asignaturas y que los grupos de alumnos serán “debidamente informados”. La semana pasada varios medios destaparon que Podemos recibió en 2023 dos denuncias de varias militantes que alertaban de que el profesor y fundador de la formación había tenido comportamientos calificados como “violencia sexual” contra ellas. La UCM adelantó este martes a este periódico que da credibilidad a la víctima que denunció al profesor y que en estos momentos está a la espera de que la Inspección de Servicios evalúe los informes presentados sobre la acusación y tome una decisión: trasladar la denuncia a la Fiscalía, imponer una sanción temporal al acusado o archivar el caso.
El profesor y expolítico ha difundido en la red social X el comunicado de la facultad, al tiempo de que se ha quejado de las interpretaciones del cese de su actividad en la universidad como una suspensión: “Seguid con las mentiras. La Complutense no me ha suspendido de clases. La información de estos días se estudiará como la edad de oro del periodismo. Vuestra voluntad de hacer daño no tiene medida. Tengo una baja laboral, como pone la página de mi facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Me consta que la derecha lleva años pidiendo que me expulsen. Me vais a permitir que me defienda. Que aquí todavía hay estado de derecho”
Sobre la apertura de este expediente, la facultad ha subrayado en su nota que el procedimiento “exige la absoluta confidencialidad” y la información que maneja es reservada. “La resolución de este expediente es competencia legal y responsabilidad del Rectorado de la UCM, y no de esta Facultad. Aunque esta es una situación que genera una gran intranquilidad, la comunidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (Decanato, estudiantado, claustro, personal y colectivos de apoyo feminista y frente a las violencias machistas) se reafirma en el compromiso y la unidad para generar un entorno de convivencia académica seguro, libre de violencias machistas y que garantice la igualdad de oportunidades”, aparecen en el documento.
La normativa antiabusos de la Complutense, publicada en su web bajo el nombre de Protocolo de actuación frente al acoso sexual y/o sexista, indica que las víctimas de acoso sexual deben dirigirse “siempre” a la Unidad de Igualdad, el órgano universitario encargado de gestionar las denuncias. Los afectados pueden hacerlo presencialmente previa solicitud de una cita previa, escribiendo un correo electrónico o rellenando un formulario. “No se admitirán ni denuncias anónimas, ni denuncias que no se presenten con la firma autógrafa o digital de la persona afectada”, aparece en el documento. No obstante, el protocolo contempla que la víctima que no quiera denunciar “puede alertar a la Unidad de Igualdad de que se está produciendo una situación de acoso” para que “tenga constancia de ello y considere las medidas oportunas”.
La Unidad de Igualdad remite las denuncias “con un código alfanumérico para proteger la privacidad de las víctimas” a la Comisión Técnica y de Garantías. Esta comisión tiene un plazo de 48 horas hábiles para reunirse y valorar si encarga un informe técnico externo a una o dos personas expertas en el tema. Si no lo considera necesario, deberá emitir un informe con los resultados de esa investigación previa en un plazo de cinco días y remitirlo a la delegada del rector para Igualdad, Isabel Tajahuerce. En ese documento incluirá recomendaciones, como archivar el caso, “siempre y cuando no se hayan producido indiciariamente actos constitutivos de delito”, derivar el asunto a servicios atención psicológica o psicosocial o remitir la denuncia a Inspección de Servicios, para que continúe las indagaciones y establezca las medidas a ejecutar.
Cabe destacar que las unidades de igualdad de las universidades, que gestionan las denuncias, no tienen la potestad de sancionar a los abusadores y acosadores. Tan solo les está permitido recopilar las quejas, remitirlas a la Comisión Técnicas y remitir el expediente, después, a lnspección de Servicios del caso. Entre sus funciones también está el acompañamiento a las víctimas, asesorarlas legalmente y ofrecerle soporte psicológico, y velar por que se cumplan, entre otras cuestiones, los protocolos de actuación.
La primera acusación contra Monedero fue puesta por la denunciante el 12 de septiembre de 2023 a través de un mail a la Secretaría de Feminismos. La autora relataba que el expolítico se dedicaba a “manosear e incomodar a mujeres jóvenes en entornos del partido” y que ese comportamiento también era conocido en el campus de Somosaguas de la UCM donde impartía clases. Podemos activó su protocolo y reenvió el escrito a la Comisión de Garantías, que a su vez ofreció a la denunciante una vía confidencial para iniciar un proceso de investigación interno, pero, según asegura la formación, no obtuvo respuesta. La segunda denuncia se transmitió de manera directa a través de miembros de la dirección de Podemos. En ella, la denunciante pidió a Podemos que retirase a Monedero de cualquier actividad orgánica.
Fuentes de la formación aseguraron la semana pasada cuando salió a la luz el escándalo que “actuaron desde el primer minuto y apartaron a Juan Carlos Monedero de la actividad del partido en el momento en el que tuvo conocimiento de testimonios de violencia sexual, en septiembre de 2023″. Pero no fue completamente así. El profesor de la Complutense siguió interviniendo en un chat de WhatsApp del Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el órgano de dirección ampliado del partido donde se debaten las decisiones de la cúpula de Podemos, según publicó La Sexta el pasado viernes. El grupo político admitió este lunes en una rueda de prensa que Monedero siguió en el chat del CCE y que intervenía, pero que no tenía opción a voto al no ser miembro de dicho consejo.
El secretario de Organización y coportavoz del partido, Pablo Fernández, aseguró el lunes ante los medios que Monedero ya no está en ese foro. “No había una resolución que lo suspendiese de militancia”, dijo Fernández, que volvió a defender la negativa del partido a poner en marcha una investigación interna cuando conoció las denuncias con el objetivo de “garantizar” y “respetar” “la confidencialidad, el anonimato y la discreción que piden las denunciantes”, que es a ellas a las que correspondía dar ese paso y optaron por no continuar con el proceso, tal y como aparece detallado en el protocolo de actuación antiabusos publicados por Podemos.
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