El Ejército señala que los vuelos de drones de Estados Unidos ayudaron en los últimos golpes contra Los Chapitos
El secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla, matiza sus declaraciones de semanas previas, cuando insistía en que no sabían para qué eran los vuelos


El paso de las semanas aclara la polémica de los presuntos vuelos espía de aviones de Estados Unidos en México. Desde principios de febrero, la sospecha de que aeronaves de aquel país habían realizado vuelos al sur de la frontera había ganado fuerza. Las preguntas rondaban entonces la naturaleza de los vuelos, ¿eran conocidos por México? ¿Los permitía? ¿Para qué eran? El Gobierno de Claudia Sheinbaum pasaba de puntillas sobre el tema. El jefe del Ejército, el general Ricardo Trevilla, llegó a decir que nada sabían del asunto. Pero este martes, el mismo Trevilla ha reconocido que México sabía de esos vuelos, que han “complementado el trabajo que se tiene (...) incluso hablando de los últimos detenidos de Culiacán”.
Secretario de la Defensa, Trevilla se ha referido a las detenciones, la semana pasada, de José Ángel Canobbio Inzunza, alias El Güerito, y de Kevin Alonso Gil, alias El 200, ambas realizadas en la capital de Sinaloa. Se trata de dos detenciones importantes, según informó el gabinete de seguridad, pues tanto El Güerito como El 200 eran parte del círculo cercano de Iván Archivaldo Guzmán, líder de una de las facciones del Cartel de Sinaloa, e hijo del viejo capo criminal, Joaquín El Chapo Guzmán, que cumple condena en EE UU. El Güerito era el principal operador financiero de Guzmán y El 200, su jefe de seguridad.
Las explicaciones que ha dado Trevilla este martes sorprenden, porque contradicen sus declaraciones anteriores. Pero a la vez, permiten concretar parte del dibujo de la relación de México con EE UU, en estas primeras semanas de Donald Trump al frente del Gobierno. Al iniciar su mandato, a finales de enero, el republicano anunció que designaría como organizaciones terroristas a los carteles mexicanos, amenaza que se concretó hace unos días. Al mismo tiempo, amagó con gravar un 25% las exportaciones de México a EE UU, si no colaboraba en detener el tráfico de fentanilo y el flujo de migrantes.
En ese contexto de negociación y amenazas se han dado los vuelos, hasta 18, según informaron hace semana y media la cadena CNN y The New York Times, en las primeras semanas de Trump. Uno de los sobrevuelos ocurrió, por ejemplo, el 3 de febrero, en medio de la negociación sobre la implementación de aranceles del 25%, que Trump aceptó pausar finalmente durante un mes, plazo que vence el 4 de marzo. Entonces, una aeronave del Pentágono fue identificada frente a las costas de Sinaloa. En aquel momento no se supo para qué fue, pero en las siguientes semanas cayeron El Güerito, El 200 y antes, el 8 de febrero, Mauro Alberto Núñez, alias Jando, piloto y hombre de confianza de Iván Archivaldo Guzmán.
“Todos los vuelos de este tipo los autoriza la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)”, ha dicho Trevilla. “Cuando se llega a requerir el apoyo de algún sobrevuelo es por solicitud de nosotros. Y nosotros autorizamos, y se especifica muy claramente, el área, las rutas, la información que se debe de obtener y que es transmitida de inmediato a nosotros, muchas veces, la mayoría, en tiempo real. Es decir, hay mucho control sobre ello”, ha añadido.
“A partir de octubre, se establecieron una serie de blancos de los grupos delincuenciales”, ha explicado el jefe militar. En octubre inició el mandato de Sheinbaum. “Y empezamos a llevar un seguimiento muy puntual y eh... Incluso hablando de los últimos detenidos en Culiacán, es producto de esos trabajos de inteligencia. Cuando estas aeronaves llegan a volar, únicamente complementan el trabajo, la información que se tiene en México, complementan los instrumentos que tenemos”, ha detallado.
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