Emilio Aragón: “El sueño de Miliki’ pretende reivindicar los sueños como motor de nuestras vidas”
El humorista, actor, payaso y músico, entre otras facetas, cuenta su historia en el nuevo espectáculo de Circlassica que está cautivando al público desde antes de su estreno
Había una vez un niño que cada noche cuando las luces se apagaban imaginaba “un mundo de ilusión, lleno de alegría y de emoción”. Era el circo en el que se daban la mano Don Pepito y Don José como consejeros de una historia imaginaria que un día vería la luz en los escenarios de todo el mundo. Ese niño inquieto se convertiría en un payaso legendario llamado Miliki. Ahora, su hijo, Emilio Aragón, nos cuenta su historia en el nuevo espectáculo de Circlassica que está cautivando al público desde antes de su estreno. Nada menos que 150.000 personas ya tienen sus entradas para este espectáculo en Ifema, convertida en una especie de segunda Gran Vía en la que disfrutar de un buen puñado de propuestas escénicas para todos los gustos. Charlamos con Emilio Aragón y con los pequeños Miliki que dan color a esta imaginativa y necesaria propuesta.
Un proyecto aplazado por la Pandemia
Comenta Emilio Aragón, cabeza visible de este proyecto junto a Productores de Sonrisas, que este era un proyecto que llega un año después de lo previsto inicialmente. De hecho: “El confinamiento me permitió cambiar muchas cosas”, comenta el visiblemente emocionado miembro de la saga de los Aragón. La idea de este espectáculo parte de alguna forma del propio Miliki que un día confesó a su hijo que él y sus hermanos soñaban “cómo iban a ser los escenarios, camerinos y países que visitarían de adultos embarcados en el circo”. Este representante de la quinta generación artística de los Aragón tiene claro que nos encontramos ante una gran historia, la de su padre y sus hermanos que pudieron hacer su sueño realidad.
“El espectáculo pretende reivindicar los sueños como motor de nuestras vidas”. Esta nueva aventura de Circlassica nos invita a hacer un viaje de fantasía en el que una vez que el niño protagonista se duerme todo es posible. De alguna manera, también las mamás y papás volverán a esos sueños infantiles en los que todo era posible. En esa particular travesía en un barquito de cáscara de nuez, nuestro protagonista será guiado por dos payasos muy especiales: Don Pepito y Don José. En el camino también encontrará a un particular villano, Astracán, que enseñará a los más pequeños lo malo que es “la búsqueda del éxito fácil copiando a los demás”, en palabras de Aragón.
Un compañero de trabajo y un padre al mismo tiempo. El legado de Miliki sigue muy presente en su hijo tanto a nivel personal como profesional con un espectáculo como El sueño de Miliki y es que para él además fue su mejor amigo. Trabajó junto a él durante más de tres años siendo muy joven. Un verdadero aprendizaje del que tiene un gran recuerdo. Tanto es así que Emilio Aragón confiesa que: “Sigo con mis 62 años pensando cómo lo hubiese hecho él”. Para él la generación de su padre con intérpretes como Amparo Baró es irrepetible por el compromiso con una profesión “muy sacrificada, sin horas, ensayando a destajo para sacar adelante cada proyecto”, reivindica el responsable del éxito de Globomedia y La Sexta.
“Si yo tengo una partitura estupenda, pero tengo una orquesta que desafina la cosa no funciona”. Durante la promoción de un espectáculo como este, todas las miradas se han puesto como es obvio en Emilio Aragón, sin embargo, él se confiesa un enamorado de su equipo, de cada engranaje que hace que su show brille con luz propia. Saca pecho para hablar de su particular troupe circense en la que ha contado con las mejores bailarinas, acróbatas, clowns, diseñadores de vestuario y la iluminación de todo un referente de la escena como Juanjo Llorens. Afortunadamente, en este proyecto “tengo unos instrumentos muy bien afinados”, comenta el inolvidable Nacho Martín televisivo.
Los pequeños Miliki entran en acción. El espectáculo habla sobre los sueños infantiles de Miliki. Así que era necesario contar con unos peques solventes en el canto, el baile y la interpretación. Para tal propósito cuenta con tres artistas de excepción. Estos tienen la posibilidad de ver lo que es un proceso creativo. Durante las representaciones aprenden: “La responsabilidad de llegar, ensayar y entender que hay otra persona que tiene una idea que te puede lanzar, siendo capaces de comprender el verbo compartir”, en palabras del presentador de B.S.O. Lo bonito del proceso creativo es poner en marcha una maquinaria que es de ida y vuelta. Los tres niños son muy distintos a sus siete, ocho y nueve años. Para el director de Pájaros de Papel: “Ha sido fascinante. Cada niño me ha dado ideas distintas. Ha sido un regalo. Me lo he pasado muy bien y me ha emocionado mucho”, comenta Aragón.
“Conocíamos a Miliki a través de sus canciones”. Hay legados tan imborrables como el de Miliki que hacen que incluso niños que no llegan a los 10 años se sepan al dedillo sus canciones. Es el caso de Aaron Ullate, David Hernández y Bruno del Val que de una u otra manera ya conocían a este personaje por unos temas que han descubierto en el colegio o a través de YouTube. Los tres están emocionados por subirse al escenario para dar vida al payaso por antonomasia de nuestro país. Casi al unísono destacan las vivencias tan maravillosas que están viviendo jugando a ser otro junto a tantos adultos.
Para Aaron, miembro de la saga artística de los Ullate, esta será una ocasión muy especial. Tanto como las tres veces que se ha subido al escenario de Mérida como cuenta con orgullo. David Hernández también ha podido actuar bastante a pesar de su corta edad, pero si para alguien será mágico El Sueño de Miliki será para Bruno del Val, ya que será su primer trabajo profesional sobre las tablas. Nada mejor que las palabras de los tres niños para animar al público a ir a ver este espectáculo: “Se van a reír, van a cantar todos juntos y van disfrutan de todos los magníficos artistas”. Y si os queda alguna duda solo nos falta mirar a los ojos ilusionados del pequeño de los Ullate para terminar de convencernos de que lo que hacen estos peques sobre el escenario será especial: “Me lo paso muy bien cantando, lo que más me gusta en el mundo es actuar. Soy muy feliz aquí”, concluye Aaron Ullate. Desde luego, los espectadores también lo serán admirándolos en la carpa de Circlassica hasta el 16 de enero.
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