Irene Alda, maestra de yoga: “El yoga posnatal ayuda a fortalecer zonas que necesitan atención, como el abdomen o el suelo pélvico”
La licenciada en Física y creadora de contenido publica ‘Yoga, embarazo y posparto. Escúchate’, un manual para acompañar a mujeres durante la gestación y los primeros meses de vida de su bebé en la práctica de esta disciplina, sean o no iniciadas en los ejercicios
Irene Alda (Madrid, 31 años) es licenciada en Física, directora del grado en Matemáticas Aplicadas en IE University y una enamorada del yoga desde que tenía 20 años, cuando era atleta. Por su amor a esta disciplina, compatibiliza su trabajo en la universidad con su faceta como profesora de yoga, la realización de un podcast y la creación de contenido para su perfil de Instagram —donde acumula unos 34.500 seguidores—, ambos bajo el nombre Living la vida yoga.
Además de todo esto, ha tenido tiempo durante su posparto para escribir Yoga, embarazo y posparto. Escúchate (Arcopress, 2023). Se trata de un manual práctico con el que realizar un acompañamiento completo durante la gestación y el posparto, con recomendaciones sencillas, experiencias de otras madres y fotografías de ejercicios de yoga protagonizados por ella misma antes y después de dar a luz a su primer hijo.
PREGUNTA. Escribió el libro en pleno posparto, siendo madre primeriza, ¿fue complicado?
RESPUESTA. La propuesta de escribir el libro surgió cuando estaba embarazada. Durante ese periodo trabajé la estructura, las ideas y las imágenes. Al ser madre primeriza, no tenía sentido escribir sobre una etapa que aún no había vivido, así que tuve que esperar a dar a luz para enfrentarme a la escritura. Y realmente no fue fácil hacerlo durante el posparto, pero comencé con un ratito cada día y fui avanzando. El apoyo de la familia para estos momentos fue clave, aunque también sacrifiqué bastantes horas de sueño preciadas.
P. El libro lleva como subtítulo Escúchate. ¿Es el posparto el momento en el que las mujeres piensan menos en sí mismas?
R. Si una madre es primeriza, seguramente veamos un cambio muy pronunciado en ese sentido. Si ya hay niños en casa, priorizar tiempo de autocuidado puede resultar más complicado aún en el día a día. En cualquier caso, es importante que la mamá tenga el apoyo para tener este tiempo, porque es cuando se energiza para poder cuidar de los demás. De hecho, 30 minutos de movimiento ya generan bienestar físico y emocional en la nueva madre.
P. ¿El yoga en el embarazo es apto para todas o solo para yoguis?
R. Para todas, sin duda. Si tenemos el ok de nuestro médico, aporta muchísimos beneficios para el bebé y para la mamá. Es uno de mis principales mensajes del libro: en el embarazo, el movimiento es vital y necesario. Y el yoga puede ser una excelente opción.
P. ¿Cuáles son los beneficios del yoga durante la gestación?
R. Ayuda a activar el sistema parasimpático (estado de relax), genera endorfinas (hormona de la felicidad), nos aporta fuerza y movilidad en esta etapa de constante cambio, ayuda a reducir dolencias y genera un espacio de autoescucha y observación, que son muy importantes.
P. Entiendo que algunas prácticas o posturas no son recomendables durante el embarazo. ¿Cómo saber cuáles sí y cuáles no?
R. Usando el sentido común. Optando por la intuición y personalización en cada ejercicio: si no te agrada o beneficia, descártalo. Evita posturas como navasana o yacer boca abajo, que pronto resultarán incómodas. En el último trimestre, evita estar boca arriba si no te sientes cómoda o te sientes mareada. Más allá del yoga, durante el embarazo se recomienda prescindir de los abdominales clásicos porque pueden acentuar la diástasis (separación de los músculos rectos del abdomen). Es mejor priorizar una respiración correcta y ejercicios de estabilización para activar la musculatura abdominal profunda de forma natural. Un ejercicio interesante es el de cuatro patas, alternando la elevación de brazo y pierna opuesta, manteniendo la espalda recta.
P. ¿La práctica de yoga en el embarazo también puede tener contraindicaciones?
R. Supongo que cualquier ejercicio o deporte llevado al extremo puede estar contraindicado. Hay cosas obvias como no hacer deportes donde pueda haber impactos o golpes. ¿La clave? La autoescucha. Si realizas deporte por el placer de moverte, vitalizarte y sentirte bien, el cuerpo te dice si sí o si no. Por ejemplo, es posible que aguantar una sentadilla durante un minuto sea incómodo porque se genera calor y la mente quiere salir de la postura, pero no nos vamos a lastimar ni a hacer daño. Es importante conocernos y escucharnos para saber dónde está la línea entre la incomodidad que me fortalece y la molestia que es dañina.
P. Háblenos de las razones para practicar esta disciplina durante el posparto.
R. Hay muchas y, sin duda, una de las más reseñables es la respiración. Respirar de forma correcta permite una mejor recuperación de la musculatura abdominal profunda y del suelo pélvico. Es importante que el abdomen se hinche y las costillas se expandan. Además, el yoga posnatal está focalizado en fortalecer y reconcentrar con zonas que necesitan más atención en esta fase: los glúteos participan en la estabilización de la pelvis, el abdomen necesita ir despertando de nuevo (al principio es como blandiblú), el suelo pélvico…
P. Pero a nivel práctico, ¿realmente es posible hacer yoga en el posparto, con el poco tiempo que se tiene?
R. Simplemente hay que priorizar su práctica. Al final, son solo 15 minutos, que van sumando… y se nota. También hay muchos ejercicios que puedes hacer con tu bebé. En el libro hay secuencias de posparto con y sin bebé. Es muy bonito que tu práctica de movimiento sea también un tiempo de juego y complicidad con tu bebé. Realmente es una actividad preciosa.
P. ¿Desde cuándo se puede practicar yoga después de dar a luz?
R. La recomendación general es esperar a que pase la cuarentena. Habrá mujeres que necesiten esperar más tiempo y otras a las que les apetezca comenzar un poco antes. Lo importante es tener el ok del médico, de la matrona o del fisioterapeuta de suelo pélvico.
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