Mar López, pediatra: “Es imposible ver a un niño en tres minutos, no abren la boca, no saben qué les duele. Con ellos el tiempo es esencial”

En estos tiempos en los que buena parte de la información que se consume llega a través de las redes sociales, resulta difícil encontrar datos veraces y concisos sobre cuestiones que pueden preocupar a muchos padres y madres sobre la salud de sus hijos. En ocasiones, los datos que encuentran en internet no son exactos, están inflados o simplemente son falsos, lo que puede llegar a generar en los progenitores una preocupación excesiva y muchas veces innecesaria. Para intentar paliarlo, la pediatra Mar López Sureda (Palma, 35 años) ha publicado el libro Las respuestas de mi pediatra (Grijalbo) que pretende ser una guía fácil y práctica de la salud infantil en casa. En él, la autora recorre los problemas, los hitos del desarrollo y las infecciones más comunes en niños desde su nacimiento hasta los tres años.

López además es divulgadora en redes sociales: cuenta con más de 600.000 usuarios en TikTok y más 200.000 en Instagram. Con sus publicaciones, esta médica pretende que los padres cuenten con información veraz, basada en su profesión y su propia experiencia, para que sepan qué le pasa a su hijo, qué hacer y a quién deben consultar si fuera necesario.

Su video más viral, con más de 15 millones de reproducciones en TikTok, fue un caso real y es buen ejemplo del trabajo de esta mujer: “Fue un episodio que sucedió cuando estaba haciendo mi residencia en Urgencias”, recuerda. “En él, explico cómo un padre dejó fuera de la nevera más de tres horas un puré de verduras y cuando se lo fue a dar a su hijo, este empezó a vomitar. También se puso azul, debido a que las verduras tienen muchos nitratos, pero con el paso del tiempo estos se convierten en nitritos y roban el oxígeno de la hemoglobina, de ahí el color azulado. El padre hizo bien porque fue directamente a urgencias”. Para esta experta, justo esto es lo que hace importante que la información en internet sea adecuada: “Contando este suceso, dramático pero real, tal vez algunos padres y madres no sacarán la comida de la nevera tanto tiempo antes de dársela a su hijo. Y no se llevarán ese tremendo susto”.

PREGUNTA: En un momento en el que la Sanidad Pública no pasa por su mejor momento, con grandes manifestaciones en regiones como Madrid y Galicia, y en el que uno de sus reclamos es que hay que aumentar el número de pediatras, ¿pueden las videollamadas ser una solución real para los padres?

RESPUESTA. Creo que ayudan mucho, aunque no son lo ideal. De hecho, durante el confinamiento nadie quería salir de su casa y menos con un niño, y a un centro de salud todavía menos. En esa época, el 90% de las consultas fueron telemáticas y es verdad que hubo luego retrasos en intervenciones, de pruebas... Esto es cierto, pero también es verdad que la mayor parte de las consultas de los padres que se hicieron se pudieron gestionar en casa. Normalmente los pediatras explicamos las cosas de una forma muy científica, y creo que las redes sociales me han ayudado, a mí personalmente, a hacerlo de una forma más divulgativa, más fácil de entender, para que los padres dejen los miedos o el catastrofismo a un lado. Faltan pediatras, es una realidad, y nos falta tiempo. Es imposible ver a un niño en tres minutos, no todos quieren desnudarse, otros no quieren abrir la boca o no saben decir qué les duele, con ellos tener tiempo es esencial, presencial o por videollamada.

P. ¿Cuál es la dolencia que suelen consultar más los padres?

R. El catarro, sin duda. Bueno, sus síntomas: los mocos y la tos. Y la segunda es la fiebre, sobre todo cuando los bebés son muy pequeños.

P. ¿Por qué el catarro, los mocos y la tos? ¿Existen todavía muchos mitos alrededor de estas sintomatologías?

R. Todavía hay muchos, por ejemplo, el de que los mocos verdes requieren antibiótico, cuando el moco verde simplemente indica que la infección sigue su curso: el moco comienza transparente, luego es amarillo y termina siendo verdoso, y es bueno porque esto indica que nuestro cuerpo está eliminando los virus. Otro mito frecuente es que andar descalzo acatarra, y no es así: el niño necesita andar sin zapatos para un correcto desarrollo del pie, de la musculatura de los huesos y el correcto movimiento al andar. Y luego también está el de que cuando salen con el pelo mojado o sin chaqueta a la calle se acatarran. Esta es una pelea muy común con los niños y hay que pensar que los chavales se pasan todo el día corriendo y tienen mucho más calor que los adultos y es normal que no quieran chaqueta. No se resfrían por no llevarla, o por tener el pelo mojado, sino porque hay una persona, o varias personas, contagiadas a su lado. El último mito que me viene a la cabeza son los jarabes para quitar la tos o la mucosidad. Y estos, en general, están totalmente desaconsejados porque no son efectivos y además tienen un riesgo muy alto de efectos secundarios. Y estos pueden llegar a ser graves, como que tengan alucinaciones o se intoxiquen.

P. Desde su punto de vista como divulgadora en redes sociales, ¿qué información percibe que puede afectar a los padres y madres preocupados por la salud de su hijo?

R. Sobre todo vídeos que pueden dañar la sensibilidad. Reconozco que los borro de mi perfil. Por ejemplo, el típico niño que está con un flotador y de repente se gira y es un vídeo de tres minutos, que tienes que ver hasta el final, para ver que el niño está bien. Puede ser que surta efecto y que los padres tengan cuidado con los niños en la piscina, pero yo sufro.

P. ¿Cómo pueden los padres buscar buena información?

R. Han de saber que no todo vale. Esto es esencial. En primer lugar, no todos los países tienen las mismas recomendaciones en nutrición o farmacología. Por ejemplo, en Argentina los niños no pueden comer carne picada porque allí hay mucha más E. coli que aquí. Luego yo tendría cuidado con las madres influencers, porque hay veces que recomiendan un medicamento concreto para tratar la enfermedad de su hijo, y de repente todo el mundo quiere ir a la farmacia a comprarlo. Y a lo mejor para su hijo sirve, pero eso no garantiza que sea bueno para el tuyo. Es fundamental que también lean buena información, y siempre tener en cuenta quién es el que divulga la información, si tiene experiencia y conocimiento suficiente para divulgar esa información que buscamos. Por ejemplo, si es una maestra de Infantil, pues seguramente sepa mucho de infecciones infantiles, de fiebre, y su experiencia puede ser muy enriquecedora para los padres y madres.

P. ¿Están muy arraigados todavía en la crianza actual los consejos del boca a boca?

R. Sí, siguen muy arraigados y es difícil luchar contra ellos. Cuando publicas un video sobre la bronquitis, por ejemplo, siempre hay algún comentario que te dice que las friegas de limón funcionan mejor que lo que yo estoy diciendo. Pasa siempre.

P. Usted tiene una hija de tres años. ¿Cómo fue el paso en el que, además de ser pediatra, se convierte en madre? ¿Cambió su forma de tratar a los pacientes?

R. En mi trato con los pacientes siempre he sido muy, muy sensible. Soy una persona altamente sensible con todo. Pero es verdad que, cuando fui madre, empecé a entender muchas cosas mejor como que se te puede olvidar la vitamina D un día y no pasa nada; que es imposible dar un antibiótico a un niño cada ocho horas (a lo mejor hay que dárselo cada 12); que a los niños les gusta más el sabor de un medicamento que de otro o que muchos prefieren tomarlo en jeringuilla que en una cuchara. Y como estas son muchas las cosas que me ha dado mi experiencia como madre.

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