‘Apps’ de apoyo a la crianza: ¿una solución o una presión más para los padres?
Sueño, alimentación, desarrollo… son muchas las aplicaciones que prometen hacer el camino de criar a los hijos más sencillo. Una mayor oferta de información que nace del deseo de encontrar una red de apoyo, pero puede resultar contraproducente si sustituye o se impone al propio criterio o intuición
![Apps crianza](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BB3CVOW4KFGXNCYIPDM5SPRPUA.jpg?auth=6b23f09e868e697a7b787dd8a47ff997aa6822e8a69c77bbb540f244aa1ff7ce&width=414)
![Diana Oliver](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F5a8bf7dc-d173-4da6-a02c-4bb5e7fd407a.png?auth=09ca016bbf2a15cadfbf73608425ae3ff6bf5f2a2f380ded3ee1562577314e6c&width=100&height=100&smart=true)
Cuando en el año 2010 empezaron a florecer blogs que contaban la experiencia de las madres no solo se estaba rompiendo con el edulcorado relato de la maternidad que había dominado hasta entonces, abriendo el camino de una maternidad más diversa, también comenzaba un espacio de encuentro. Las mujeres encontraban en ellos intereses, vivencias y preocupaciones similares a las propias, y el peso de tener hijos también se aligeraba. Una crianza que en la última década, si bien no debería diferir en los fundamentos más básicos a otras generaciones, ha estado claramente influenciada por la soledad de las familias y la pérdida de referentes. Quizás por ello, no es de extrañar que además de los blogs con relatos de la maternidad hayan aumentado exponencialmente los libros dedicados a criar, las sesiones formativas y, por supuesto, las aplicaciones móviles de apoyo al cuidado de los hijos. “Estas herramientas nacen del deseo de encontrar red y apoyo en momentos de mucha soledad y confusión”, señala Elisenda Pascual Martí, psicóloga, psicoterapeuta familiar y autora de Amor de piel adentro (Diana, 2024) y Criar y jugar (Urano, 2018).
Para Pascual, en esa soledad marcada por las nuevas formas de vida también ha tenido un importante impacto que la generación actual esté revisando los patrones de crianza con los que fueron criados: “Es ahora que nos hemos empezado a plantear de forma generalizada cómo queremos que sea la educación emocional de las nuevas generaciones”. Madres y padres que, según la experta, se preguntan por el desarrollo personal y por cómo la educación que han recibido pudo haber sido un impedimento o propulsor para ser quienes son. Esto, si bien ha favorecido la proliferación de recursos y herramientas que facilitan tener más información y variedad para elegir lo que más encaja con los valores propios, para Pascual también se ha transformado en una trampa: “Se marcan metas totalmente utópicas y no sostenibles para la mayor parte de familias actuales. Cuando los progenitores están tan centrados en seguir estos falsos ideales y dar lo mejor de todo, tarde o temprano van a sucumbir a la rigidez del perfeccionismo”, sostiene la psicóloga.
Aplicaciones que abarcan todos los aspectos de la crianza: el seguimiento del crecimiento y los hitos alcanzados por el bebé; la lactancia materna; la salud mental materna; el control de la alimentación del niño; guías de medicamentos habituales de uso pediátrico; actividades de estimulación temprana; la organización y la planificación del día a día; o el control horario de las rutinas básicas de los cuidados. Estas son utilizadas en su mayoría por mujeres, según diversos estudios como el de Pew Research Center, que en su informe Parenting Children in the Age of Screens (2020) observó que el uso de tecnología por padres y madres es muy desigual: las mujeres tienen más probabilidades de usarla para resolver cuestiones de la crianza y buscar contenido en Internet sobre el cuidado infantil, en comparación con los hombres.
“En una sociedad patriarcal y sexista es el sexo oprimido el que ha tenido que movilizar sus recursos para conquistar nuevas fronteras”, dice Pascual, para quien si bien en el camino de la igualdad las mujeres han abanderado el espacio del cuestionamiento, también se debe tener en cuenta la educación cultural, que “sigue otorgando el deber de los cuidados a la mujer”. Es desde este impulso hacia la crianza que la psicóloga considera que son las madres las que más necesidad muestran por cuestionarse y transformar los patrones que han recibido. Pero también una mayor presión: “Existe la creencia de que la mujer puede con todo y debe encajar en lo que se espera de ella, por eso las madres viven en una carrera a contrarreloj por conocer y tener más herramientas en su rol de cuidadoras”. Esta perfección, explica, ha dado rienda suelta al mercado de las aplicaciones de crianza y parenting, “porque en un mercado liberal todo lo que suscita interés acaba siendo mercantilizado”.
“No es tanto la aplicación en sí misma, sino el uso que le demos donde radica la clave de esta cuestión”, señala Ione Esquer Terrazas, psicóloga clínica y perinatal. Cada familia tiene, para Esquer, sus propias circunstancias vitales y en muchas ocasiones una aplicación puede ser el único recurso al que tengan acceso. “Pienso en padres y madres que viven lejos de sus familias de origen; o que crían en solitario; aquellas que viven lejos de núcleos más urbanos; o que viven lejos de sus países natales donde el idioma puede ser una barrera; y en estos casos puede ser una ventaja”, explica. Sin embargo, añade que puede convertirse en una presión más en los casos en los que la aplicación sustituye o se impone a otros tipos de relación o incluso al propio criterio o intuición.
![Hay padres intoxicados por informaciones contradictorias relacionadas con la crianza que les angustian.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/T2PL5EJSZNCCZPKS4WYZ574KG4.jpg?auth=7a610fee0d120af327ba47b590d81fa837a09b680e1f9aa0b444fba2da6ea9c3&width=414)
Otro de los problemas que encuentra la psicóloga es que el uso de estas aplicaciones supla la relación presencial por una interacción a través de la pantalla. En estos casos, este tipo de relación perpetuaría la soledad en la que ya se encuentran muchas familias: “La aplicación pasa a ser un referente en el que mirarnos y suple la labor que antes hacían la familia, las amigas o incluso el profesional de la salud mental, ya que en muchas ocasiones la intervención de este puede resultar necesaria”.
Para Pascual, el problema de consumir por necesidad es que no se filtra el contenido. “Muchas de estas aplicaciones no están respaldadas por profesionales de la salud, y después en consulta encontramos problemas que derivan de esto”. En su carrera, según cuenta, se ha encontrado a madres estresadas por ofrecer la perfección a sus hijas e hijos; familias angustiadas porque confunden los límites y las frustraciones infantiles con traumas; y parejas divididas en los criterios de crianza. También niños y niñas que no encuentran un lugar claro en el que desarrollarse en salud porque sus progenitores están demasiado enfocados en reproducir el ideal que consumen en redes.
Según la experiencia en consulta de María Angustias Salmerón Ruiz, pediatra de la Unidad de Medicina de la adolescencia y pediatría del Hospital Ruber Internacional y miembro del Comité de Promoción de la salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la tecnología ha influido en la forma en la que las nuevas generaciones experimentan la maternidad y la paternidad. “Veo con frecuencia a padres y madres intoxicados por informaciones contradictorias relacionadas con la crianza que les angustian y, en ocasiones, les desconectan de lo que realmente harían”, señala. Salmerón cree que es probable que la relación con las aplicaciones dependa en gran medida del carácter y del momento vital de cada persona; “Si tendemos a agobiarnos y autoexigirnos, probablemente sea una dificultad añadida el estar expuestos a recordatorios, información y registros continuos”. En cualquier caso, insiste en que si la aplicación está generando un problema de sueño o se ha convertido en una necesidad, ha llegado el momento de desinstalarla.
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