Libros con humor sobre maternidad: una vía de escape para combatir la soledad y desmontar la idea de la crianza perfecta

A la maternidad van asociadas muchas palabras: cansancio, culpa, falta de tiempo o soledad. Pero, ¿y el humor? ¿Tiene hueco la risa entre tantas lavadoras por poner y juguetes que recoger? “La maternidad hay que mirarla con humor por pura supervivencia”, afirma Mamen Jiménez, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja. La también autora de cuatro libros, entre ellos 50 sombras de mami (Lunwerg, 2019), conocida en redes como Lapsicomami y madre de dos niños de 7 y 11 años, asegura que los libros que abordan la crianza desde esta perspectiva permiten a las madres “oxigenarse” ante los conflictos y problemas que surgen en el día a día y les ayudan a “tomar perspectiva” ante las emociones desagradables. Y aunque no hay dos maternidades iguales, prosigue la psicóloga, la experiencia compartida de la maternidad hace que se transite mejor la soledad y “nos sintamos mejor como madres.”

En la última década, ha aumentado la producción de libros y manuales sobre crianza. Es un tema que preocupa a las familias y las editoriales lo abordan aunque, en la mayoría de casos, el perfil del lector suele ser una madre primeriza. En su libro 39 semanas y mis experiencias como madre novata (Lunwerg, 2016), la ilustradora Esther Gili plasmó con toques de humor su primer embarazo y sus primeros meses como madre. Algo que, un año antes, también había hecho en sus viñetas la ilustradora argentina Agustina Guerrero, La Volátil, en su libro Mamma mia! (Lumen, 2015).

Las reglas o consejos que las madres primerizas debían seguir, y que recibían de sus familiares más directos o amigos con hijos, se desmontaban con estos textos en favor de una maternidad en la que no todo debe salir bien. “El modelo social de maternidad es tan irreal, tan serio y en formato reglas que reírnos posibilita que desmontemos esa irrealidad”, explica Jiménez. Y ese compartir con otras madres las vivencias del día a día, aunque sea a través de los libros, consigue que “transitemos las partes difíciles de manera más amable”, puntualiza la experta.

Mónica de la Fuente, fundadora de la red de blogs en español Madresfera, periodista y profesora de Comunicación en UNIE, escribió Adiós expectativas, hola realidad (Zenith, 2022) por la necesidad de compartir un “buen rato” a través de su experiencia con la maternidad. Madre de dos adolescentes, de 12 y 15 años, asegura que la maternidad, sobre todo la primera, “nos la tomamos con mucha seriedad y es normal porque la responsabilidad es máxima”. Pero a la vez sostiene que leer libros de maternidad desde el humor ayudan a informarse y, sobre todo, “te hacen sentir menos sola en eso que parece que estás aguantando el peso del mundo.”

Según el estudio Shocking extent of loneliness faced by young mothers revealed, publicado por la cooperativa de consumidores Co-op y la British Red Cross (la Cruz Roja inglesa), el 82% de las madres menores de 30 años aseguraba sentirse sola en algunas ocasiones. A raíz de esta investigación, la Mental Health Foundation, en Londres, creó una guía con consejos para madres jóvenes, entre los que incluían compartir las experiencias con otras familias para combatir la soledad.

Luchar contra la culpa

La falta de tiempo para socializar, unida a la ausencia de una red de apoyo durante la maternidad, de una tribu, pueden provocar que los problemas se magnifiquen y que las rutinas se vuelvan más pesadas. Incluso que la culpa, que la periodista Diana Oliver define en su libro Maternidades precarias (Arpa, 2022) como “un trozo de mar” que “avanza, retrocede, revuelve, ahoga”, se haga tan visible y ruidosa que sea difícil de acallar.

Los libros que miran la maternidad con humor pueden servir como terapia porque ayudan a sobrellevar los momentos más intensos de la maternidad, como la mencionada culpa o el perfeccionismo. “Si el niño se ha vestido para salir de casa como ET en la película cuando sale del armario y no está exactamente como tú querías, pues toma un poco de perspectiva y ríete. Hazle una foto y cuando tenga 16 años os reís los dos”, ejemplifica la psicóloga Mamen Jiménez.

Un estudio publicado en 2024 por la revista Plos One sobre la utilización del humor en la crianza de los hijos, titulado Humor in parenting: Does it have a role?, concluía que la mayoría de encuestados apreciaban el humor como una herramienta necesaria para la crianza de sus hijos. Los investigadores explicaban que tres de las teorías del humor a las que más se hace referencia en la actualidad y que producían la risa, incluso la involuntaria al hacer cosquillas, procedían de la filosofía y la psicología. Una de las mencionadas es la teoría de la incongruencia: “Esta teoría sugiere que el humor ocurre cuando hay un desajuste entre las expectativas y la experiencia”, apunta el estudio.

La guionista y escritora Glenn Boozan publicó en 2022 Hay mamás mucho peores que tú, (Litera, 2024) y en su cuenta de Instagram explicó que el libro era un regalo para “consolar a las madres cuando se sienten como una madre de mierda.” En España lo ha editado Litera, una editorial dedicada desde hace más de 10 años a los libros de crianza. “Lo publicamos por dos razones: porque era necesario y para destensar con humor toda la tensión que tienen las madres con esa doble jornada que llevan en el trabajo y en casa“, explica Juan M. Romero, editor y fundando de Litera.

En el libro, la autora da la enhorabuena a las madres y las felicita por cumplir su tarea de leerse todos los libros sobre crianza, pero avisa que las dudas siempre surgen y si lo hacen mal no pasa nada, porque siempre habrá madres peores como la mamá hámster que a veces devora a sus recién nacidos. O, si un día se les da de cenar pizza fría a los hijos, les recuerda que la mamá koala les sirve a sus crías para cenar sus propios excrementos. Un libro informativo que aliviará a aquellas madres que estén en un momento de intensidad máxima de crianza, según destaca Romero, pero que también disfrutan los niños. Porque al final, según resalta Mónica de la Fuente, estos libros sirven para “abrazar el caos y que las madres se sientan acompañadas en este absurdo de la maternidad”.