El teletrabajo favorece la lactancia materna, pero no es suficiente: faltan espacios en la oficina y bajas más largas
El informe anual de LactApp, ‘start-up’ española dedicada al amamantamiento, concluye que en 2021 el destete aumentó un 21% debido a la vuelta al empleo presencial y a la falta de recursos en las empresas que favorecen dar el pecho
En esta pandemia no todo ha sido malo. Es más, ha habido cosas que han favorecido la crianza, sobre todo de los recién nacidos. Y una de ellas ha sido el teletrabajo. Trabajar en casa ha permitido que las mujeres den el pecho de forma más cómoda y por más tiempo. Así lo concluye el Informe Lactancia 2021: especial trabajo y lactancia de LactApp, start-up española dedicada al amamantamiento con más de 640.000 descargas en 180 países, que atiende 100.000 consultas a la semana y la usan el 23% de las nuevas madres españolas. Datos que han hecho públicos este lunes, 1 de agosto, con motivo del inicio de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se alargará hasta el 7 de agosto. Según informan, es la encuesta más grande realizada en España sobre este tema hasta la fecha. Y, según sus resultados, un 86% de las mujeres participantes reconoció que trabajar en casa les ayudó a mantener la lactancia.
Dar el pecho es importante para el desarrollo de los recién nacidos, y afrontarlo con tranquilidad favorece el bienestar de la madre y el bebé. Sus beneficios son conocidos, según explican desde la Asociación Española de Pediatría: protege al niño contra enfermedades comunes, tanto a corto como a largo plazo; reduce el riesgo de la madre de padecer cáncer y otras enfermedades; e implica un ahorro enorme para las familias, además del beneficio ambiental que supone para el planeta.
“El teletrabajo ayuda, pero no es la solución ni está al alcance de todas. Hay poca consciencia sobre los cuidados que precisa un bebé los primeros meses de vida”, explica a EL PAÍS María Berruezo, cofundadora con Alba Padró de LactApp. “Y también sobre lo que implica mantener la lactancia con unas bajas por maternidad que son claramente escuetas. Las madres deben hacer un sobreesfuerzo si quieren mantenerla con solo 16 semanas de baja”, añade.
Como puntualiza, son muchas cosas a gestionar: “La extracción de leche, la gestión del pecho, que el bebé acepte una nueva manera de que le ofrezcan la leche extraída cuando la madre no está, el tiempo separados, el trayecto al trabajo”. Entre las soluciones que propone Berruezo para que se facilite dar el pecho están la flexibilidad en los horarios, tiempo de teletrabajo (si es posible) y adecuar instalaciones en el entorno laboral para que dispongan de un espacio íntimo para extraerse leche y refrigerarla. “Pueden ser pequeños esfuerzos para la empresa que benefician muchísimo a estas mujeres”, incide. Según su encuesta, el 74% de las empresas españolas no dispone de un espacio adecuado para que las empleadas se extraigan leche. “Todavía hay pocas empresas con una política específica con relación a la lactancia y la maternidad. Hay muchas causas por las que esto es así. La principal es que no existe una ley que lo regule, pero hay muchas otras razones: los tabúes sobre dar el pecho, el ambiente laboral o la falta de conciencia en la dirección de la empresa”, prosigue.
Entre las conclusiones de su encuesta mundial de 2021, elaborada con casi 15.000 mujeres procedentes de 67 países —de las que unas 12.000 son españolas—, también se enfatiza que la vuelta al empleo presencial hizo que aumentara el destete en un 21%. De forma que se ha detectado un repunte importante de este tras la pandemia, porque la situación laboral dificulta continuar con el amamantamiento a aquellas mujeres trabajadoras que desean seguir haciéndolo. “El destete forma parte de la lactancia; es un proceso más. El problema surge cuando se produce antes de lo deseado”, explica Berruezo. “Muchos son involuntarios y ocurren cuando la situación no favorece la lactancia”, prosigue, “como sentir dolor y no encontrar los recursos adecuados para solucionarlo”.
Una solución para que el destete no sea temprano es tener un espacio en las empresas para lactar. “No es difícil ofrecer un espacio para extraer leche. Solo hace falta un lugar cómodo e íntimo al que la madre pueda acceder cuando lo necesite y un frigorífico para poder guardar la leche extraída. He visto salas de lactancia preciosas y totalmente inútiles porque la cultura corporativa no permitía a las madres tomarse el tiempo de ir”. Según argumenta Berruezo, el hecho de que las compañías no prioricen estos espacios tiene que ver con una falta de conciencia de las necesidades de sus trabajadoras: “Estoy segura de que es algo que irá evolucionando para bien, porque atender bien a tus trabajadores conlleva beneficios a todos los niveles, también a nivel productivo”.
Permisos de maternidad cortos
Otro de los problemas que citan la mayoría de las madres en la encuesta es que el permiso de maternidad de 16 semanas es insuficiente: “Como nos dicen las casi 15.000 madres que han participado, si disponen de tiempo para establecer su lactancia y llegan a superar al menos los seis meses, pueden tener más facilidad para reincorporarse al lugar de trabajo”. “Evidentemente, es difícil generalizar y hay personas que con unos pocos meses ya se sienten preparadas y otras necesitarán un año para adaptarse a la nueva situación. Pero es injusto recomendar a las madres que amamanten en exclusiva durante seis meses y no facilitarles el tiempo para hacerlo”, señala Berruezo. Cabe recordar que organizaciones como Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan, siempre que se pueda, dar el pecho como alimentación exclusiva hasta los seis meses y como complementaria hasta los dos años de edad.
“En un sistema tan hostil para la maternidad, en el que estamos tan solas y con tan pocos recursos, el tiempo de baja debería ser una de las políticas que se deben aplicar para ayudar a las familias con la crianza de sus hijos”, añade. Una sociedad que de verdad quiere apoyar la maternidad lo puede demostrar “ofreciendo bajas de alrededor de un año, con medidas para que las madres puedan reincorporarse fácilmente y sin discriminación al mundo laboral”.
Según la experta, una cosa en la que la sociedad falla claramente es en cómo afronta los bajos índices de lactancia: “Se suele hablar a las madres de los riesgos de no amamantar y lo que se consigue es que se sientan juzgadas si no ofrecen lactancia materna exclusiva. En realidad, las madres ya quieren amamantar: no necesitan ser convencidas ni presionadas”. Entonces, ¿por qué no amamantan más? Según los estudios, entre los principales motivos está el dolor, sentir que su leche no es suficientemente buena o volver a trabajar antes de haber podido establecer la lactancia: “Así que estaría bien modificar el enfoque. Hay que dejar de poner presión a las madres y mejorar el sistema que las atiende. Hay que trabajar para que reciban asesoramiento experto temprano, apoyo en todas las fases clave de la lactancia, más investigación, que se sientan cómodas para amamantar en cualquier sitio público o privado, que su empresa sea flexible… y un largo etcétera”.
Formación especializada en lactancia materna
Los profesionales de la salud que atienden la lactancia son fundamentales, pueden ser los aliados que la madre necesita para conseguir la experiencia de lactancia deseada: “A LactApp nos llegan madres que han sido atendidas por personal poco formado, pero también tenemos acceso a profesionales maravillosos. Cada vez hay más interés por formarse y más espacios para hacerlo”, cuenta María Berruezo, cofundadora de esta start-up dedicada al amamantamiento. Evidentemente, tener muchos conocimientos en lactancia no es el único requisito para ser un buen profesional. “Necesitamos expertos que comprendan todos los ámbitos a los que afecta la lactancia: las presiones que recibe la madre, los mitos y los prejuicios culturales que acechan a las que amamantan. Que escuchen, sepan derivar, sean respetuosos con las decisiones de las madres y entiendan su papel”, explica.
Estamos muy lejos de tener suficiente investigación sobre la lactancia. “Hay muchas áreas desatendidas. La necesidad de la evidencia científica en la lactancia ha sido el lema de nuestro I Congreso LactApp Medical este año, porque necesitamos luz en este aspecto urgentemente”, incide Berruezo.
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