Depresión perinatal: síntomas, detección y tratamiento de una enfermedad mental infradiagnosticada
Los estudios indican que una de cada seis mujeres la sufren y que su desarrollo no está relacionado con el número de hijas o hijos que se hayan tenido
Irritabilidad, falta de interés, trastornos en el apetito o el sueño, sentimientos de tristeza, culpabilidad o desesperanza son algunos de los síntomas que algunas mujeres padecen durante la etapa perinatal, la comprendida entre el inicio del embarazo y el primer año después del parto. Se trata de un trastorno del estado de ánimo, conocido como depresión perinatal, que resulta incapacitante para la persona que lo sufre y que en ocasiones requiere de una intervención adecuada por parte de profesionales de la salud mental.
Jésica Rodríguez Czaplicki, psicóloga perinatal y presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal, apunta que “dos de cada 10 mujeres sufren trastornos de Salud Mental Perinatal, y de estas dos, el 50% sufrirá depresión perinatal”, aunque las cifras varían dependiendo del país. Además, continúa la presidenta de esta asociación, “sabemos que la prevalencia de la depresión perinatal es aproximadamente del 10% de las madres en países industrializados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los estudios indican que una de cada seis mujeres la sufren y que su desarrollo no está relacionado con el número de hijas o hijos que se hayan tenido”. En España, agrega Jésica Rodríguez Czaplicki, “no hay cifras concretas del número de mujeres que lo padecen; lo que sí sabemos es que a menudo está infradiagnosticada, debido al propio estigma que supone la enfermedad mental perinatal”.
La depresión durante el embarazo suele presentar sintomatología de más de dos semanas como la fatiga, pérdida o aumento de apetito, alteraciones del sueño, vulnerabilidad emocional y disminución de libido. Esther Ramírez Matos, psicóloga sanitaria y perinatal del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, asegura que “tales síntomas son propios también del primer trimestre del embarazo en condiciones normales, con lo que puede darse un solapamiento que hace difícil su diagnóstico”. Para poder confirmar el mismo, continúa Ramírez Matos, “será imprescindible detectar la naturaleza de los pensamientos de la madre, la aparición de ideación negativa con respecto a la maternidad, desesperanza por el futuro como madre, culpa por haberse quedado embarazada, creencia de que no podrá desarrollar este rol, etcétera. Estas serán algunas de las ideas que pueden ser clave para entender que la gestante está desarrollando un trastorno depresivo”. Una vez finalizado el periodo de gestación, durante el posparto, pueden aparecer síntomas como “tristeza, dificultades para dormir aun cuando la criatura lo hace, o, por el contrario, somnolencia constante, cansancio, falta de disfrute de su criatura e incluso dificultades para vincularse con ella, ansiedad, pensamientos negativos sobre la maternidad y, a veces ideas de suicidio”.
En el desarrollo de este tipo de trastornos mentales durante el periodo perinatal hay que tener en cuenta la predisposición de algunas mujeres a sufrirlos, sobre todo en el caso de quienes han padecido episodios anteriores a la etapa perinatal. Esther Ramírez Matos afirma que las mujeres con antecedentes biográficos de trastorno mental “tienen más riesgo de desarrollarlo en la etapa perinatal y especialmente, las mujeres que debutan con depresión durante la gestación tienen más probabilidades de recidiva del mismo durante el posparto. Aun así, no podemos ser deterministas y considerar que siempre va a suceder, ya que su salud mental dependerá de las circunstancias de la madre y de los apoyos recibidos por parte de su pareja, familia, sistema sanitario y social. Son muchos los factores que intervienen en el bienestar emocional materno”.
Los elementos que ponen al descubierto que una mujer empieza a desarrollar depresión perinatal son, según apunta Itziar Caballero, vicepresidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal, “sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y fatiga que pueden dificultar que realicen sus tareas diarias, incluidos el autocuidado o el cuidado de los demás, en este caso, en la depresión posparto, especialmente en los cuidados al bebé. Existen otros indicadores como la incapacidad para conciliar y mantener el sueño (insomnio) aunque también hay casos en los que apreciamos hipersomnia; alteraciones del apetito...” Además, sostiene la vicepresidenta de esta asociación que, en su etiología, “influye en mayor o menor medida aspectos biológicos (hormonas, neurotransmisores), psicológicos (recursos psicológicos personales, cansancio, antecedentes…) y sociales (cambios vitales, falta de red de apoyo o no adecuada…) propios del momento vital en el que se encuentra la madre”. En ese sentido, agrega Itziar Caballero, “debemos diferenciar entre el periodo de adaptación normal a una situación que puede ser altamente demandante, (el cansancio propio de un posparto y ciertos sentimientos de tristeza) de lo que es, realmente, una depresión clínica. Es en esta diferenciación donde radica a veces la dificultad, ya que la sintomatología puede confundirse”. Y habla de la importancia de diferenciar la depresión perinatal del baby blues o tristeza puerperio, “presente en aproximadamente el 80% de las madres y que remite con apoyo familiar y social”.
Para conseguir que la mujer, una vez diagnosticado este trastorno mental, alcance lo antes posible su bienestar personal es necesario realizar un buen diagnóstico. Según Esther Ramírez Matos, “todo profesional de la salud que se dedique a acompañar a las madres y sus bebés en la etapa perinatal ha de conocer la sintomatología que acompaña este tipo de trastornos para identificar a tiempo las madres que necesitan ayuda”. A continuación, esta psicóloga sanitaria y perinatal apunta que las terapias para tratar la depresión en la etapa perinatal más empleadas son los abordajes psicosociales: “El acompañamiento psicológico por parte de un terapeuta especializado en etapa perinatal será de gran ayuda y será este profesional quien elegirá las técnicas más adecuadas para llevarlo a cabo. Las técnicas cognitivo-conductuales son las más empleadas actualmente”. En paralelo a la aplicación de este tipo de tratamientos, prosigue esta experta, “las propuestas sociales como grupos de apoyo, activación de la red social de la madre, ejercicio físico y relajación en grupo, se han postulado como muy positivas para la recuperación. Por último, no debemos olvidar que en casos más graves podrá ser necesaria la terapia farmacológica”.
La doctora María de la Fé Rodríguez Muñoz, profesora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología de la UNED e investigadora, preferentemente, en el ámbito de la Psicología Perinatal, hace hincapié en que los tratamientos para el manejo de la depresión perinatal están ampliamente desarrollados, “por lo que si la mujer recibe atención especializada tendrá una vida normal y no tiene por qué haber recaídas”. Esta investigadora también sostiene que “la terapia cognitivo-conductual es la que mayor apoyo científico tiene, aunque sabemos que también el mindfulness o el trabajo de la mejora del apego entre la madre y el bebé también funcionan”.
María de la Fé Rodríguez Muñoz explica que la UNED, en colaboración con profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Central de Asturias de Oviedo, ha desarrollado una App dentro del proyecto Mamás y Bebés, orientada a la prevención de la depresión perinatal y promover la salud mental de la familia. Con esta aplicación, comenta esta especialista en Psicología Perinatal, “queremos transmitir a las madres que no están solas, que pueden buscar ayuda, y que estamos aquí para ayudarlas… Llevamos muchos años trabajando, investigando, publicando sobre este tema en el que las mujeres están tan solas y abandonadas… es tan sencillo apoyarlas y sin embargo es un tema silenciado. Por eso hicimos la App para llegar al mayor número de mujeres posible”.
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