Quién es quién en el clan Trump
Política y negocios se entremezclan en la familia del presidente electo, con Donald Trump Jr como agitador, Lara Trump al mando del partido, y la incógnita sobre cuánto tiempo pasará Melania Trump en la Casa Blanca
“Todo el equipo”, tuiteó Kai Trump, la nieta mayor del presidente electo, al subir a las redes sociales la fotografía familiar de la victoria de Donald Trump en las elecciones del pasado 5 de noviembre. En la imagen aparecían los cinco hijos del presidente con sus respectivos cónyuges y cinco de sus 10 nietos. Faltaba Melania Trump. En cambio, aparecía Elon Musk con su hijo X —ese es su nombre— en brazos. La numerosa familia Trump se prepara para el regreso del patriarca a la Casa Blanca, aunque es probable que el 47º presidente pase en solitario buena parte del tiempo en el Ala Este del palacio presidencial más famoso del mundo. El papel de la familia ―más el “tío Elon”― se dibuja con perfiles diferentes a los del primer mandato, aunque de nuevo a mitad de camino entre los negocios y la política.
Para empezar, nadie sabe cuánto estará Melania Trump en la Casa Blanca. Se especula con que no residirá en Washington de forma permanente, sino que repartirá la mayor parte de su tiempo entre Mar-a-Lago (en Palm Beach, Florida) y Nueva York, donde su hijo Barron, de 18 años, ha empezado la universidad. A diferencia del primer mandato, en que fueron Ivanka Trump, la segunda hija del presidente, que ahora tiene 43 años, y su marido, Jared Kushner, los que asumieron el protagonismo, ahora son el primogénito, Donald Trump Jr, y Lara Trump (la mujer de su tercer hijo, Eric Trump) los que desempeñan un papel político más activo. Tiffany, la cuarta hija, se mantiene bastante al margen de la actividad política. Y la heredera del carisma de la dinastía es la nieta mayor, Kai, de 17 años, muy activa en las redes sociales.
Kai es hija de Donald Trump Jr. y de su anterior mujer, Vanessa Trump, una modelo de la que se divorció en 2018. Hizo su espectacular presentación en sociedad en la tercera noche de la convención republicana de Milwaukee, en julio, retratando el lado humano del entonces candidato. “Para mí, solo es un abuelo normal. Nos da caramelos y refrescos cuando nuestros padres no miran. Siempre quiere saber cómo nos va en el colegio”, se arrancó. “Los medios le hacen parecer otra persona, pero yo le conozco por quién es de verdad. Es muy atento y cariñoso. De verdad quiere lo mejor para este país y luchará cada día para hacer que Estados Unidos sea grande otra vez”, cerró. Su abuelo no cabía en sí de orgullo al oírle pronunciar el lema trumpista por excelencia.
Es el padre de Kai el que se ha convertido en el activista más destacado de la familia para la causa de su padre. A la cercanía con Donald Trump Jr., de 46 años, se atribuye la elección de J. D. Vance como candidato a vicepresidente en la papeleta republicana. Don Trump, como también se le conoce, dio un discurso encendido en la convención, se ha multiplicado en los mítines republicanos y se ha convertido en guardián de la lealtad al trumpismo. Ridiculiza a quienes han sido sus rivales dentro (Nikki Haley) y fuera (Kamala Harris) del partido. Se ha embarcado en todas las guerras culturales de la derecha estadounidense, desde los mensajes transfóbicos al acoso a los medios de comunicación, ya sea a través de las redes sociales ―donde redifunde con frecuencia los mensajes de su padre― o de su podcast. Planteó a su padre la semana pasada dar a comunicadores “independientes” (léase trumpistas) que han apoyado a su padre en campaña los espacios en la sala de prensa de la Casa Blanca que ocupan medios como The New York Times o The Washington Post. Sin embargo, ha emprendido numerosos negocios en la órbita conservadora y no se espera que los abandone por un puesto orgánico en la Administración. Quien sí lo tendrá es Sergio Gor, socio en uno de sus negocios y designado como jefe de personal de la Casa Blanca. Don Trump tiene cinco hijos, todos con su primera mujer. Su pareja actual es Kimberly Guilfoyle, que fue fiscal y presentadora de la Fox.
La otra figura de la familia con mayor protagonismo político es Lara Trump, nuera de Trump, de 42 años, casada con Eric, de 40 años, y procedente también del mundo de la televisión. El líder republicano la situó en marzo como copresidenta del Comité Nacional Republicano, para tener bajo su control el aparato del partido, que fijó como prioridad absoluta la reelección de su suegro. Fue una de las oradoras del mitin previo al asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, junto a su suegro, su cuñado Don y su marido, Eric. Este último se ha volcado en el negocio familiar, la Organización Trump. Eric y Lara Trump tienen dos hijos.
En el mundo de los negocios y de las celebridades se han volcado también Ivanka Trump, de 43 años, y su marido, Jared Kushner, de la misma edad, que en el primer mandato de Donald Trump asumieron el papel más activo, ambos con categoría de asesores del presidente. Los dos se convirtieron en los consejeros más cercanos a Trump. Le acompañaron en numerosos viajes y cumbres y recibieron encargos de política exterior al tiempo que iban aumentando su riqueza y sus negocios, lo que generó frecuentes polémicas.
Sin embargo, Ivanka Trump se desmarcó del bulo del robo de las elecciones de 2020 y se fue distanciando de la política. Cuando su padre anunció en 2022 su nueva campaña presidencial, se quedó al margen: “En esta ocasión, elijo dar prioridad a mis hijos pequeños y a la vida privada que estamos creando como familia. No pienso dedicarme a la política”, dijo en un comunicado. Su marido creó una firma de capital riesgo con dinero de un fondo soberano saudí. Ambos se instalaron con sus tres hijos en Indian Creek, una isla artificial en Miami conocida como el búnker de los multimillonarios. Este sábado, Trump anunció que ha elegido a su consuegro Charles Kushner, el padre de Jared, para ser el próximo embajador de Estados Unidos en Francia. Trump ya le indultó al final de su primer mandato por diversos delitos de los que se declaró culpable.
La que nunca ha tenido un papel destacado, más allá de alguna intervención ocasional, es la cuarta hija de Trump, Tiffany, la única hija que el ahora presidente electo tuvo con su segunda esposa, Marla Maples, y que debe su nombre a la famosa joyería de la Quinta Avenida de Nueva York colindante con la Torre Trump. Se casó hace dos años en Mar-a-Lago con Michael Boulos, un multimillonario heredero y empresario de origen libanés al que conoció en 2018 mientras pasaba unas vacaciones en Grecia junto a la actriz Lindsay Lohan. Ambos esperan su primer hijo, que será el undécimo nieto de Trump y el primero de su nuevo mandato.
Cuando Trump se convirtió en presidente en 2017, su quinto hijo, Barron, el único en común con Melania Trump, tenía solo 10 años. Él y su madre se quedaron en Nueva York hasta acabar el curso escolar y mudarse a la Casa Blanca. Ahora Barron ha empezado a estudiar en la escuela de negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, donde sus 2,05 metros de altura y el dispositivo de seguridad que le acompaña hacen difícil que pase inadvertido. Apareció en primera fila en un mitin de su padre en Doral (Florida) en julio y asistió a la convención de Milwaukee, pero su madre le ha mantenido al margen de una participación más activa. Le gusta el mundo de las criptomonedas, como a sus hermanos mayores.
Trump celebró la cena de Acción de Gracias en su club de Mar-a-Lago, con Barron sentado a su izquierda, entre él y Melania. A la derecha, una vez más, el que estaba era Elon Musk. No es miembro de la familia, pero casi. Kai, la nieta mayor, tuiteó una foto con el hombre más rico del mundo en el club de golf de Trump días después de las elecciones y lo resumió en una frase: “Elon alcanza el estatus de tío”.
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