Kamala Harris: “Es increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler”
La candidata demócrata llama “desquiciado” e “inestable” al expresidente republicano, después de que antiguos altos cargos del republicano lo hayan calificado de fascista
La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, Kamala Harris, ha comparecido este miércoles por sorpresa en su residencia oficial, el Observatorio Naval. En una breve declaración, ha advertido de los riesgos que implica su rival en las elecciones, el republicano Donald Trump, para la democracia, tras las revelaciones de su antiguo jefe de gabinete, John Kelly, y del exjefe del Estado Mayor, Mark Milley, que trabajaron con él. Ambos han definido a Trump como un fascista y Milley ha resaltado su admiración por Hitler. Harris ha dicho que Trump está cada vez más “desquiciado” e “inestable”. “Es profundamente preocupante e increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler”, ha dicho la vicepresidenta, en un acto que no estaba previsto en su agenda.
“El exjefe del Estado Mayor, John Kelly, un general retirado de cuatro estrellas, confirmó que mientras Donald Trump era presidente, dijo que quería generales como Adolf Hitler. Donald Trump dijo eso porque no quiere un ejército leal a la Constitución de Estados Unidos. Quiere un ejército que le sea leal. Quiere un ejército que le sea leal a él, personalmente, que obedezca sus órdenes, incluso cuando él les diga que violen la ley o abandonen su juramento a la Constitución de Estados Unidos”, ha empezado Harris.
“En la última semana, Donald Trump ha llamado repetidamente a sus conciudadanos estadounidenses el ‘enemigo interior’, e incluso ha dicho que utilizaría al ejército de Estados Unidos para perseguir a ciudadanos estadounidenses. Y seamos claros sobre quién considera que es el enemigo desde dentro: cualquiera que se niegue a doblar la rodilla o se atreva a criticarle, se calificaría, en su mente, como el enemigo interior, como los jueces, como los periodistas, como los funcionarios electorales no partidistas”, ha seguido.
“Es profundamente preocupante e increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler, el hombre responsable de la muerte de seis millones de judíos y cientos de miles de estadounidenses. Todo esto es una prueba más para el pueblo estadounidense de quién es realmente Donald Trump. Esta es una ventana a quién es realmente Donald Trump, de la gente que mejor le conoce, de la gente que trabajó con él codo con codo en el Despacho Oval y en la sala de crisis (de la Casa Blanca)”, ha insistido. La campaña de Harris está aprovechando esas declaraciones de los antiguos miembros de su equipo para bombardear con publicidad negativa contra él.
Este martes, la revista progresista The Atlantic atribuía a Trump unas declaraciones explosivas. “Necesito el tipo de generales que tenía Hitler”, habría dicho Trump en una conversación privada en la Casa Blanca cuando era presidente, según dos personas que le oyeron, asegura dicho medio. “Gente que le fuera totalmente leal, que siguiera órdenes”, explicaban. Un portavoz de Trump, Alex Pfeiffer, contestó a la revista: “Eso es absolutamente falso. El presidente Trump nunca dijo esto”. Y The New York Times ha publicado conversaciones con John Kelly en que le califica de “fascista” y advierte de que el modo en que quiere ejercer el poder es el de un “dictador”.
Harris ha aprovechado esas revelaciones: “De las palabras de John Kelly se desprende claramente que Donald Trump es alguien que, cito textualmente, ‘cae ciertamente dentro de la definición general de fascista’, que de hecho juró ser un dictador desde el primer día y juró utilizar a los militares como su milicia personal para llevar a cabo sus venganzas personales y políticas. Donald Trump está cada vez más desquiciado e inestable, y en un segundo mandato, personas como John Kelly no estarían ahí para ser barreras contra sus propensiones y sus acciones. Aquellos que una vez trataron de impedir que persiguiera sus peores impulsos ya no estarían allí para frenarlo. Así que la conclusión es la siguiente. Sabemos lo que Donald Trump quiere. Quiere poder sin control. La pregunta en 13 días será, ¿qué quiere el pueblo estadounidense?”, ha concluido.
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