La Eurocámara aplica un cordón sanitario a los grupos más ultras al excluirlos de las vicepresidencias

Los dos grupos más a la derecha del Parlamento Europeo, Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas, liderado por Alternativa por Alemania, no contarán con vicepresidentes en la Eurocámara. El cordón sanitario impuesto por las fuerzas moderadas del hemiciclo (populares, socialdemócratas, liberales y verdes) ha funcionado y ha dejado fuera de la Mesa de esta institución a los grupos más extremistas. No se ha aislado, en cambio, a los ultraconservadores de Conservadores y Reformistas de Europa (ECR, por sus siglas en inglés), que ha logrado dos vicepresidencias de las 14 de la Eurocámara. Esta alianza ha servido, además, para que dos españoles se conviertan en vicepresidentes del Parlamento: Javi López, por los socialistas, y Esteban González Pons, por los populares.

Que haya funcionado este pacto, igual que el abrumador resultado conseguido por la conservadora maltesa Roberta Metsola para ser reelegida como presidenta de la Eurocámara, puede ser visto como un primer síntoma de que el próximo jueves Ursula von der Leyen podría lograr el respaldo de, al menos, los 361 parlamentarios que necesita para confirmar su nombramiento como presidenta de la Comisión Europea por segunda vez. Así lo apuntaban este martes fuentes parlamentarias, que apuntaban que estas primeras votaciones podían servir como test de que los acuerdos que puedan estar cerrándose entre los partidos centrales (Partido Popular Europeo, Socialistas y Demócratas, Liberales y Verdes) están aplicándose.

Las dudas sobre la solidez de los pactos habían cundido durante la mañana de este martes, por las maniobras del Partido Popular Europeo para intentar conservar la presidencia de la Eurocámara durante toda la legislatura, rompiendo así con la costumbre no escrita de que cada las dos mitades se reparten entre los dos grupos más grandes (populares y socialdemócratas). Finalmente, se ha aclarado la situación a primera hora de la tarde.

Ante el acuerdo para frenar a los más ultras del Parlamento Europeo, poco ha podido hacer Patriotas por Europa (PfE, por sus siglas en inglés), el grupo de Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de Vox o del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Ser el tercer mayor grupo de la Cámara no ha sido suficiente para que sus tres candidatos, entre ellos Fabrice Leggeri, exdirector de Frontex, la agencia europea de fronteras, que el pasado 9 de junio resultó elegido eurodiputado en las listas de Reagrupamiento Nacional, se hicieran con alguna de las vicepresidencias. También han quedado excluidos de las vicepresidencias los eurodiputados de Europa de las Naciones Soberanas, el grupo encabeza por Alternativa por Alemania que se formó la semana pasada.

El cordón sanitario sí que ha hecho hueco a Conservadores y Reformistas Europeos, en el que se integra Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Este grupo, cuarto por tamaño de la Eurocámara, ha logrado dos vicepresidencias: la italiana Antonella Sberna y el letón Robert Zile.

Además de estos, hay otra docena de vicepresidentes: tres por el Partido Popular Europeo, la alemana Sabine Verheyen, la polaca Ewa Kopacz y el español Esteban González Pons; cinco por los socialdemócratas, la alemana Katarina Barley, la italiana Pina Picierno, el rumano Victor Negrescu, la sueca Christel Schaldemose y el español Javi López; dos por los liberales, el esloveno Martin Hojsik y la belga Sophie Wilmès, que fue primera ministra de su país; uno por Los Verdes, el rumano Nicolae Stefanuta; y uno por La Izquierda, el francés Younous Omarjee.