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Estados Unidos intercepta un buque petrolero sancionado en aguas cercanas a Venezuela

El incidente, confirmado por el propio Donald Trump, se produce cuando la tensión en la zona se encuentra en máximos ante la incertidumbre de una posible acción militar. El mandatario ha advertido también a Colombia: “puede ser el próximo”

Así fue el anuncio de Trump. Foto: Gaby Oraa | Vídeo: EPV
Macarena Vidal Liy

Estados Unidos ha interceptado y confiscado un buque petrolero sancionado en aguas frente a las costas de Venezuela, según ha confirmado el propio presidente Donald Trump. El paso redobla la presión de Washington contra Caracas y puede representar un indicio de que la Administración republicana pretende ahora apretar las tuercas a Nicolás Maduro yendo a por los ingresos petroleros, el motor económico del régimen chavista. El incidente se produce cuando la tensión en la zona se encuentra en máximos ante la incertidumbre de si, como amenaza, Trump acabará dando la orden para emprender una acción militar contra objetivos en territorio del país caribeño.

En comentarios en un acto en la Casa Blanca, el republicano ha declarado: “Como probablemente saben, acabamos de confiscar un buque petrolero en las costas de Venezuela”. Se trata, ha asegurado, de un barco “muy grande, el mayor jamás incautado, en realidad”. “Están pasando otras cosas, que verán después, y hablaremos de eso más tarde con otra gente”, apostillaba, sin proporcionar más detalles por el momento.

Un poco después, a preguntas de los periodistas, sostenía: “lo hemos incautado por buenas razones”. Sobre lo que ocurrirá con el crudo incautado, ha apuntado: “supongo que nos lo quedaremos”.

Hasta el momento se desconoce la bandera del petrolero y dónde exactamente quedó interceptado. Es el primer caso que se conoce de interceptación de un petrolero en aguas cercanas a Venezuela desde que comenzó el pulso entre Trump y Maduro este año.

En un mensaje en la red social X, la fiscal general, Pam Bondi, ha escrito que la interceptación del buque, “utilizado para transportar petróleo sancionado de Venezuela e Irán”, ha corrido a cargo del FBI, el brazo de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio de Guardacostas, con el apoyo del Pentágono. “Durante años, este petrolero ha estado sancionado por Estados Unidos debido a su implicación en una red ilícita de transporte de crudo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”.

El mensaje, que está acompañado de un vídeo corto de la incautación, precisa que la operación se llevó a cabo frente a las costas venezolanas de manera “segura”. La investigación continúa “para impedir el transporte de petróleo sancionado”, agrega.

El grupo británico de gestión de riesgo marítimo Vanguard ha informado de que el buque podría ser el Skipper, un barco que previamente se llamó Adisa y contra el que, cuando aún llevaba el nombre antiguo, Estados Unidos ya había impuesto sanciones por su implicación en el comercio de crudo iraní.

Ese navío zarpó del puerto petrolero de José en Venezuela entre el 4 y el 5 de diciembre con una carga de petróleo pesado, apunta la agencia Reuters, que cita datos de Petróleos de Venezuela y de la página web TankerTrackers.com.

A mediados de noviembre, un petrolero ruso en ruta a Venezuela dio la vuelta después de que un buque de guerra estadounidense se interpusiera en su rumbo cerca de la costa del país sudamericano, según publicó entonces la agencia de noticias Bloomberg. Aquella información suscitó conjeturas sobre la posibilidad de que Estados Unidos comenzara a bloquear la ayuda rusa al sector petrolero venezolano, tolerada hasta ahora pese a las crecientes tensiones.

El buque ruso, el Seahorse, se encontraba de camino a Venezuela para entregar su cargamento cuando el destructor estadounidense Stockdale se interpuso. El barco ruso cambió de rumbo entonces para dirigirse hacia Cuba, según Bloomberg.

Estados Unidos mantiene un amplio despliegue militar en aguas internacionales del Caribe desde agosto, en el que participan 15.000 soldados y cerca del 20% de la fuerza naval que Washington tiene movilizada en todo el mundo. El objetivo declarado es desarrollar la lucha contra el narcotráfico en la operación “Lanza del Sur”, en la que ha bombardeado al menos 22 supuestas narcolanchas y ha matado al menos a 87 personas.

Pero Caracas, y numerosos expertos y legisladores estadounidenses, consideran que la verdadera razón de esa campaña es tratar de forzar la marcha de Maduro y el fin del régimen chavista, y que las compañías estadounidenses se hagan con el control del sector petrolero de Venezuela, el principal motor económico del país.

Trump ha mencionado en otras ocasiones la posibilidad de ampliar su campaña contra la droga a Colombia y México. Preguntado al respecto, el presidente estadounidense ha lanzado una fuerte advertencia al presidente colombiano, Gustavo Petro: “mejor que se espabile o puede ser el próximo. Colombia es un gran productor de cocaína”.

En una entrevista grabada el lunes y publicada el martes en el digital Politico, Trump aseguraba que los días del líder venezolano en el poder “están contados” y no descartaba el envío de tropas estadounidenses a ese país. En un discurso en Pensilvania el martes, el presidente reiteraba sus amenazas de llevar la campaña a suelo venezolano. “Por tierra es más fácil… (y el tráfico de drogas) es aún más prevalente”, sostenía.

Venezuela exportó más de 900.000 barriles diarios de petróleo el mes pasado, el tercer mayor volumen medio mensual en lo que va de año, según los datos de la agencia Reuters, que precisa que la compañía estatal PDVSA importó más nafta para diluir su producción de crudo pesado. Su principal cliente es China, a la que vende a precios rebajados, dada la competencia que experimenta desde otros dos países productores también bajo fuertes sanciones: Rusia e Irán.

Pese a las amenazas de Trump, por el momento no está claro si el presidente ha tomado una decisión definitiva. Además de la dificultades en torno a un ataque y la situación posterior, el presidente se enfrenta a su propio electorado. La mayoría de los estadounidenses, según las encuestas, no apoya una intervención militar. Y su propio equipo de asesores parece dividido entre quienes prefieren una solución diplomática y los partidarios del músculo militar.

La incautación del petrolero se ha dado a conocer un día después de que dos aviones F-18 estadounidenses sobrevolaran el martes espacio aéreo venezolano sobre aguas del golfo de Venezuela durante unos 40 minutos, según ha mostrado la página de seguimiento de aviación Flightradar24.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
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