Europa se moviliza para negociar ‘in extremis’ el plan de EE UU para Ucrania
Países de la UE y socios como el Reino Unido, Canadá y Japón se reúnen en la cumbre del G-20 en Johannesburgo mientras Washington reclama una adhesión a su iniciativa
El plan de Estados Unidos para Ucrania sacude la geopolítica mundial y genera un estado de máxima preocupación en Kiev y en las demás capitales de Europa. Los líderes europeos y otros socios de Ucrania como Canadá y Japón se han coordinado de urgencia en la cumbre del G-20 de Sudáfrica para articular una respuesta conjunta a una iniciativa diplomática en la cual no fueron consultados y que entraña, en su versión actual, elementos profundamente inquietantes para Ucrania y la UE. Su apuesta es intentar abrir una negociación con Washington, que aplica una fortísima presión para que se acepte su planteamiento, según señalan a este diario fuentes que asistieron a una reunión celebrada el viernes en Kiev en la que se abordó esta cuestión.
A la cita de Johannesburgo han participado los jefes de Estado o de Gobierno de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Japón, Canadá, Países Bajos, Finlandia, Noruega e Irlanda. Tras la reunión, los líderes emitieron un comunicado —posteriormente suscrito también por Polonia— que deja clara la voluntad de intentar abrir un proceso de negociación que mejore los puntos del plan más complicados para Ucrania y Europa.
El comunicado da la “bienvenida” al esfuerzo de Estados Unidos y considera que “el borrador inicial del plan de 28 puntos incluye elementos importantes que serán esenciales para una paz justa y duradera”. Pero los líderes señalan que lo consideran como una “base que requerirá trabajo adicional”.
El texto apunta a algunos de los puntos nodales: “Estamos de acuerdo en el principio de que las fronteras no deben cambiarse por la fuerza. También nos preocupan las limitaciones propuestas a las Fuerzas Armadas de Ucrania, que dejarían a Ucrania vulnerable a futuros ataques. Reiteramos que la implementación de los elementos relacionados con la Unión Europea y relacionados con la OTAN requeriría el consentimiento de los miembros de la UE y de la OTAN, respectivamente”.
El plan de EE UU prevé limitar a 600.000 los efectivos de las Fuerzas Armadas de Ucrania —que ahora cuenta con más de 800.000— e impone a Kiev la renuncia a las aspiraciones a su integración en la OTAN y la aceptación de una soberanía de hecho rusa en la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia, así como en las provincias de Lugansk y Donetsk, desde donde las tropas de Kiev deberían retirarse incluso de los territorios que aún controla.
“El plan no ha sido negociado con los europeos. Y, sin embargo, estipula cosas que afectan a los europeos o que están en nuestras manos, como los activos rusos o la integración europea de Ucrania. Y lo que tiene que hacer la OTAN está en manos de sus miembros. Hay muchas cosas que no pueden ser simplemente una propuesta estadounidense”, dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en Johannesburgo.
Macron hizo referencia a otra iniciativa diplomática de EE UU en el verano ante la cual los europeos consiguieron movilizarse y reconducir el camino. La acción para lograrlo es inmediata.
Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, anunció en Telegram que se ha activado un proceso de diálogo con representantes de EE UU para hablar del plan en Suiza. Este mismo domingo se celebrarán encuentros en Ginebra. Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia tienen previsto enviar asesores nacionales de seguridad a la ciudad suiza. Por parte de EE UU, según adelantó la cadena CNN, estarán el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial de la Casa Blanca para misiones de paz, Steve Witkoff. Donald Trump señaló este sábado que el plan no es un texto inamovible, lo que abre alguna esperanza a una posibilidad de reformulación.
El intento negociador, sin embargo, se antoja esta vez más complicado que en ocasiones anteriores. La Casa Blanca parece desatada en su voluntad de cerrar un pacto. La reunión de Johannesburgo llega después de que Washington dejara clara su voluntad. EE UU presiona no solo a Ucrania para que acepte el plan de paz esbozado por el Kremlin y la Casa Blanca, sino también a Europa para que ayude a conducir al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a la senda marcada por Trump.
El viernes, el secretario del Ejército estadounidense, Daniel Driscoll, la persona encargada de presentar en Kiev a Zelenski la propuesta ruso-estadounidense, trasladó a un grupo de embajadores y representantes europeos que Ucrania debe aceptar el plan, según dos personas presentes en esa cita. “Su mensaje fue que ese plan es lo mejor que Ucrania va a obtener y que más le vale aceptarlo pronto”, lamenta uno de los representantes europeos, que habla bajo la condición de anonimato sobre un tema de gran sensibilidad.
“Pésima” situación
En una reunión celebrada a última hora del viernes en la capital ucrania en la residencia de la encargada de negocios estadounidense, Julie Davies, Driscoll recalcó que la situación de Kiev es “pésima” y que el momento de firmar el fin de la guerra es ahora, según las mismas fuentes.
El estadounidense rechazó, además, los intentos de los europeos de entrar en las negociaciones. También sus argumentos de que la seguridad presente y futura de Ucrania es parte de la arquitectura de seguridad de Europa. “La reunión fue muy mala. Salimos con muy mala impresión. Por los argumentos que usa Washington, está claro que ha comprado los argumentos de Putin”, señala un embajador presente en las conversaciones de Driscoll.
Varios embajadores pusieron sobre la mesa la propuesta europea de establecer “garantías de seguridad” para Ucrania con el fin de que Rusia no repita la agresión. Este es un punto clave para Kiev que Driscoll aseguró que estará dentro del plan y que se discutirá en los próximos días. Los europeos, sin embargo, creen que tal y como está redactado el plan ruso-estadounidense, esas “garantías de paz” pueden ser enormemente descafeinadas. Insisten, además, en que la idea que ha estado sobre la mesa de enviar tropas europeas como garantes a Ucrania será difícil en ese esquema marcado por Washington.
Este es el panorama que afrontan Kiev y los europeos. Los principales líderes europeos hablaron con Zelenski el viernes para empezar a perfilar una respuesta coordinada con Kiev. El líder ucranio sostuvo en un discurso que su país afronta uno de los momentos más difíciles de su historia, ante una terrible disyuntiva: un plan que supone, según su definición, la pérdida de la “dignidad” o un rechazo que amenaza con romper puentes y generar hostilidad con un aliado fundamental como es Washington.
Trump ha dado a Zelenski una semana para responder al plan con un gesto que sabe a ultimátum. Ni Trump ni el presidente ruso, Vladímir Putin, están en la cumbre de Johannesburgo, marcada por varias prominentes ausencias —faltarán también los líderes de China, Xi Jinping, y Argentina, Javier Milei, y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum—.
La génesis del plan de Trump y las contemporáneas ausencias de relevantes líderes en Johannesburgo se perfilan como un emblema de un mundo regido de forma cada vez más descarnada por dinámicas de fuerza y relaciones bilaterales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

































































