Israel mata a 13 personas en un bombardeo en un campo de refugiados en Líbano
El ejército de Israel asegura que el objetivo era Hamás y que atacará a la milicia “allá donde estén”, el mismo día que el grupo ha rechazado desarmarse en Gaza

El ejército de Israel ha lanzado un bombardeo el martes por la noche sobre el mayor campo de refugiados palestino en Líbano, ubicado en la ciudad de Sidón, y ha matado al menos a 13 personas, según el último registro del ministerio de Sanidad libanés.
Informaciones desde el lugar del ataque indican que los equipos de la Defensa Civil trabajan para rescatar a múltiples personas desaparecidas bajo los escombros. Las tropas israelíes y su portavoz en árabe, Avichay Adraee, habían anunciado en distintos comunicados un ataque en la zona donde aseguran que Hamás alojaba un campo de entrenamiento. En un tuit, este portavoz ha aseverado que su país atacará a los miembros de la milicia “allá donde estén”.
Medios de comunicación libaneses señalan que el ataque se ha producido sobre un almacén con dormitorios y oficinas de Ein el Helwe, uno de los 12 campos de refugiados palestinos en Líbano donde decenas de miles de personas viven en construcciones que crecen de manera vertical en un espacio reducido, lo que hace que cualquier bombardeo pueda tener bajas masivas.
“El ejército ha atacado a terroristas que operaban dentro de un complejo de entrenamiento de Hamás en la zona de Ein el Helwe”, ha anunciado Adraee, el portavoz de las tropas israelíes en árabe, sin aportar pruebas que sostengan sus afirmaciones. El comunicado añadía que los milicianos en la zona “planificaban ataques contra Israel”, y que el bombardeo que ha apuntado contra ellos ha sido precedido por medidas para limitar el daño sobre la población civil, como “el uso de munición de precisión o el reconocimiento aéreo”.
En un comunicado, Hamás ha denunciado lo que considera “un ataque salvaje contra el pueblo indefenso palestino y contra la soberanía de Líbano”. También ha tachado los comunicados israelíes de “auténticas fabricaciones y mentiras que pretenden justificar una agresión criminal”, y ha asegurado que “no existen instalaciones militares en los campos de refugiados en Líbano”.
Los minutos posteriores al bombardeo han sumido en el caos al campo de Ein el Helwe, ubicado a unos 40 kilómetros de la frontera con Israel. Grupos de residentes han salido a la calle de manera espontánea a protestar por el ataque, mientras los drones israelíes seguían volando por encima de los callejones de la urbe y los equipos de Defensa Civil persistían en sus intentos de encontrar cuerpos con vida entre la destrucción.
La operación israelí tiene lugar horas después de que la organización palestina haya rechazado el desarme en Gaza exigido por la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el lunes por la noche. “El ejército de Israel trabaja contra el arraigo terrorista de Hamás en Líbano”, ha concluido la nota del portavoz militar: “y seguirá atacando con contundencia a los agentes de Hamás allí donde operen”.
El Gobierno de Benjamín Netanyahu y la milicia libanesa Hezbolá alcanzaron un alto el fuego en noviembre del año pasado, pero las tropas israelíes han estado desde entonces abriendo fuego contra territorio libanés casi a diario sin que nadie responda desde suelo libanés, provocando según las Naciones Unidas la muerte de más de 100 civiles y el desplazamiento de 80.000 personas.
Según la versión israelí, el ejército judío se ve obligado a lanzar esos ataques para impedir el rearme de los actores armados no estatales enemistados con Israel -como Hezbolá o Hamás- ante la supuesta incapacidad o falta de voluntad del Ejecutivo libanés de llevar a cabo el desarme de las milicias, algo a lo que se ha comprometido.
Ahora, la magnitud del ataque en Ein el Helwe -que no tiene parangón con las hostilidades ocurridas durante el último año- provoca el temor en Líbano de que la presión militar israelí se instale en una nueva fase todavía más violenta. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, las tropas israelíes solo habían atacado ese campo de refugiados en una ocasión, y fue para eliminar en octubre de 2024 a un comandante de una milicia palestina distinta a Hamás que sobrevivió -no así su hijo-.
El presidente libanés, Joseph Aoun, ha acusado a Israel este noviembre de incrementar los ataques sobre Líbano durante las últimas semanas como respuesta a su petición para establecer unas negociaciones que desencallen la situación en la zona fronteriza, donde los soldados israelíes siguen manteniendo la ocupación de al menos cinco áreas. “Casi un año después de que la tregua entrara en vigor [en Líbano], Israel no ha escatimado esfuerzos para mostrar su rechazo a establecer un acuerdo [político] entre ambos países”, protestó el presidente el 6 de noviembre tras una oleada de ataques que hizo temer la reanudación de una guerra abierta. “Vuestro mensaje ha sido recibido”, concluyó.
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