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Masih Alinejad, activista iraní: “Las mujeres son las líderes de la oposición en Irán”

La defensora de los derechos de las mujeres asegura que el ‘Muro de Berlín’ del velo en Irán está cayendo

Masih Alinejad
Trinidad Deiros Bronte

La activista iraní Masih Alinejad (Ghomi Kola, 49 años) ha pagado un alto precio por su lucha en favor de los derechos humanos de las mujeres de su país. Exiliada en Estados Unidos desde 2009, vive bajo protección del FBI. En cuatro años ha cambiado de casa 21 veces, después de que sicarios contratados por el régimen iraní trataran de asesinarla en Nueva York. Así lo sentenció un tribunal federal el pasado 29 de octubre, cuando condenó por ello a dos hombres de nacionalidad rusa a 25 años de cárcel. Convertida en bestia negra del régimen islámico de su país por el impacto de sus exitosas campañas en redes sociales contra el velo obligatorio, Alinejad quiere ahora ampliar su lucha “contra todas las dictaduras”. Ese es el objetivo del World Liberty Congress (Congreso Mundial de la Libertad), que ha presentado este martes en Madrid con el opositor venezolano Leopoldo López. En una entrevista en la sede de la World Law Foundation de la capital española se ha mostrado exultante. Cree que, en Irán, “el Muro de Berlín del velo” y, con él, el régimen islámico de su país, están cerca de caer.

Pregunta: Hace dos semanas un vídeo que mostraba a mujeres sin velo en un concierto callejero en Teherán se hizo viral. ¿Son representativas ese tipo de imágenes?

Respuesta: En 2014, cuando lancé mi campaña [contra la imposición del velo], cuando dije que íbamos a ganar y que la República Islámica no podía controlar a las mujeres, nadie me creyó. En Occidente se burlaban de mí y me decían: “Esa es vuestra cultura”. ¿Recuerda cuando comparé el hiyab con el Muro de Berlín? Cuando mataron a Mahsa Yina Amini [la joven que murió por una paliza policial tras ser arrestada por llevar mal colocado el velo en 2022] y las iraníes empezaron a ondear el hiyab sobre sus cabezas, Ali Jamenei [el líder supremo] me tildó de “agente estadounidense que había convertido el velo en el Muro de Berlín”. En realidad, las iraníes son sus propias líderes y le están mostrando su dedo corazón a Jamenei al caminar por la calle sin hiyab o asistir a ese concierto. El Muro de Berlín de Jamenei está cayendo, pero no solo por el velo. No luchamos solo contra el hiyab, sino contra todo el régimen de apartheid contra las mujeres en Irán.

P. ¿Qué representa el hiyab para esas iraníes que se niegan a llevarlo?

R. El hiyab es el principal símbolo del ISIS, de los talibanes, de la República Islámica de Irán y de su apartheid contra ellas. Cuando una iraní recibe latigazos por enseñar el pelo, o la matan porque no lleva ese pedazo de tela, no se trata solo de una prenda de vestir. Jamenei lo sabe muy bien y el régimen clerical iraní, también. Son conscientes de que, si no pueden controlar a las mujeres, no controlarán su estilo de vida. Y esas iraníes quieren ir mucho más lejos. La lucha contra el hiyab es un primer paso hacia la caída de la dictadura en mi país. Así que el Muro de Berlín del hiyab está cayendo y el de la dictadura lo hará también muy pronto.

P. La República Islámica está muy debilitada, pero el estamento clerical cuenta aún con el apoyo de la poderosa Guardia Revolucionaria. ¿Es posible un cambio de régimen?

R. Nadie esperaba que el sirio Bachar el Asad cayera. El Asad también utilizó armas químicas contra las mujeres, al igual que el régimen iraní envenenó a niñas en escuelas para vengarse, para obligarlas a ponerse de nuevo el hiyab. Nadie esperaba que las iraníes no dieran un paso atrás. Ahora se están volviendo más valientes. No se puede decir que como la República Islámica es muy fuerte, nunca va a pasar nada. La República Islámica necesita una cosa para sobrevivir: Occidente. Porque han perdido su credibilidad y legitimidad dentro del país, la situación económica es miserable y sus aliados [regionales] han sido aplastados: han perdido a Hamás, a Hezbolá y a Siria, que ya no es un aliado.

P. Francia y el Reino Unido han activado el mecanismo de reinstauración de sanciones contra Irán del acuerdo nuclear de 2015, ¿Qué opina de esa decisión?

R. Es un paso positivo, pero me preocupa mucho que los gobiernos francés y británico se echen atrás. Es hora de tomar medidas y aplicar sanciones y, si no lo hacen, sería una traición. La República Islámica no entiende el lenguaje de la diplomacia, sino el de las presiones, y ahora está en el punto más débil de su historia. La gente de Irán sabe lo que quiere, una democracia laica.

P. ¿No teme que los iraníes de a pie paguen el precio de esas sanciones, más que los poderosos?

R. Mi familia es esa gente normal, que vive en un pueblo pequeño. Cuando Occidente levantó las sanciones durante la Administración de Obama, no vieron ningún cambio en su vida. Cuando se levantan las sanciones, el dinero no va a los pobres, sino a Hamás, a los hutíes y a Hezbolá, o a 51 instituciones religiosas en Irán. Cuando se empodera a una dictadura al levantar las sanciones, el dinero se destina a fortalecerla. Ellos no tienen piedad de la gente común.

P. Usted ha sido criticada por celebrar la muerte de dirigentes de la Guardia Revolucionaria iraní, como el general Hossein Salami, durante el último ataque militar israelí. También la han definido como sionista y propagandista de la derecha.

R. Sí, y también me han llamado prostituta y acusado de ser una agente de la CIA. Yo soy una mujer de Oriente Próximo, una mujer iraní y ningún Gobierno puede decirme en qué creer y cómo pensar. Las mujeres iraníes son las verdaderas líderes de la oposición contra la República Islámica. Son mis heroínas.

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Sobre la firma

Trinidad Deiros Bronte
Periodista de Internacional. Fue corresponsal en el Magreb y en África Subsahariana durante una década. Cubrió las primaveras árabes y las guerras en la República Centroafricana y Congo. Ha informado, como enviada especial, del conflicto en Oriente Próximo y la ofensiva de Israel en Gaza y Líbano. Se ocupa de Irán, Afganistán y el Golfo Pérsico.
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