Ir al contenido
_
_
_
_

Groenlandia se acerca a la UE en plena tensión por el interés de Trump de hacerse con la isla

El primer ministro groenlandés defiende cooperar con la Unión y establecer asociaciones “desde el respeto mutuo”

Jens-Frederik Nielsen
María R. Sahuquillo

Groenlandia, que vive meses de tensión por el apetito expansionista del presidente estadounidense, Donald Trump, se acerca a la Unión Europea. El primer ministro groenlandés, Jens-Frederik Nielsen, ha defendido este miércoles en el Parlamento Europeo reforzar la colaboración con el club comunitario, firmar nuevos proyectos energéticos y de minerales esenciales y profundizar la relación con el club comunitario. Groenlandia, territorio autónomo que pertenece a Dinamarca, pero no a la UE, abandonó la organización en 1985, cuando todavía era la Comunidad Económica Europea.

“Lo que buscamos de las asociaciones es que se basen en el respeto mutuo y en el respeto por la legislación internacional”, ha lanzado Nielsen en Estrasburgo, en una rueda de prensa junto a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola. “Buscamos tener más cooperación con Estados Unidos cuando se cumpla que haya un tono respetuoso”, ha añadido el líder de Groenlandia, un territorio bajo soberanía danesa y de ubicación estratégica que se ha convertido en una de las obsesiones geopolíticas de Trump.

El estadounidense ha manifestado en diversas ocasiones su voluntad de anexionar a Estados Unidos la enorme isla (de 57.000 habitantes), incluso sin descartar el uso de la fuerza para lograrlo. “Tenemos que tenerla”, llegó a decir el pasado marzo. Desde entonces, Groenlandia vive con cierto nerviosismo. “Los últimos seis u ocho meses han sido extraños, por decirlo de alguna manera”, ha reconocido Nielsen este miércoles, que ha agradecido a la UE el apoyo a su integridad territorial.

El martes, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, advirtió de que aunque Groenlandia parece haber desaparecido de los titulares de Trump, el magnate no se ha olvidado de la isla. “Ahora mismo parece muy lejano. Quizás tengamos la sensación de que podemos respirar aliviados”, dijo la líder danesa en la apertura del Parlamento danés. “Creo que no podemos”, remarcó. “Imagínense cómo es vivir en uno de los pequeños asentamientos a lo largo de la costa… cuando la superpotencia más fuerte del mundo ha hablado de ustedes como algo que se puede comprar, como algo que se puede poseer, como algo que se debe tener”, dijo Frederiksen.

La isla, que tiene una relación complicada con Dinamarca –ha habido escándalos históricos como el experimento para reeducar a niños inuit y la inserción sin consentimiento de dispositivos anticonceptivos a mujeres inuit por el que pidió perdón recientemente la primera ministra danesa— se ha movido para aproximarse a la UE; que también ha iniciado una campaña para acercarse al territorio, muy rico en minerales esenciales y con enorme potencial por su localización en el Ártico.

Bruselas, que abrió una delegación en la isla hace unos meses y que ha enviado a varios comisarios de visita oficial en los últimos tiempos (también la visitó en junio el primer ministro francés, Emmanuel Macron), se ha mostrado preocupada por el apetito de Trump y su intención hacia la isla. Ahora ha propuesto también destinar una partida de 530 millones de euros a proyectos de cooperación con Groenlandia dentro de su presupuesto plurianual.

Nielsen ha remarcado ante los eurodiputados en Estrasburgo (en la primera vez que un líder groenlandés se dirige a la Eurocámara) en la Eurocámara que aún hay margen para la cooperación. “Nuestro sector mineral emergente está destinado a convertirse en un actor clave en el suministro de materias primas esenciales”, ha dicho. Al menos 24 de los 34 minerales que la UE ha identificado como “esenciales” se encuentran en la isla. “Groenlandia necesita a la UE y la UE necesita a Groenlandia”, ha zanjado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_