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Empresas y otros donantes dieron a Trump 239 millones de dólares para los fastos de su investidura

La cifra pulveriza todos los récords y muestra el interés de bancos, tecnológicas, petroleras, farmacéuticas y otras empresas por cortejar al presidente

Asistentes a la investidura de Donald Trump, entre ellos Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Sundar Pichai y Elon Musk, en el Capitolio, el pasado 20 de enero.
Miguel Jiménez

El comité de la investidura de Donald Trump captó la astronómica cifra de 239 millones de dólares netos para los fastos del regreso al poder del republicano. La cifra duplica con creces el récord de recaudación del propio republicano en la investidura de 2017, de 106,7 millones, y es una demostración del interés de las compañías por llevarse bien con el presidente, dispuesto a ejercer el poder de forma agresiva en su segundo mandato. Decenas de bancos, petroleras, farmacéuticas, tecnológicas, patronales sectoriales y donantes a título personal entregaron aportaciones de hasta cinco millones de dólares, según los datos registrados este domingo en la Comisión Federal Electoral. Hubo más de 140 donaciones de un millón de dólares o más.

Los principales bancos de Wall Street y las grandes compañías tecnológicas ficharon casi en pleno. La donación tipo para las grandes empresas fue de un millón de dólares. Llama la atención que tantas coincidan en esa cifra, como si fuese una especie de obligación no escrita pasar por caja.

Las grandes tecnológicas hicieron pleno. Aportaron un millón Amazon, Google, Meta y Nvidia. Apple no hizo donación como empresa, pero su millón de dólares lo aportó a título personal su consejero delegado, Tim Cook. Sam Altman, fundador y jefe de OpenAI, también dio personalmente un millón. Un escalón por debajo se quedaron Microsoft e IBM, con 750.000 dólares cada una. Otras empresas de telecomunicaciones o tecnología como Broadcom, Adobe, Applied Materials, AT&T, Charter Communications, Comcast, Micron, Verizon y Qualcomm también aportaron un millón de dólares cada una. Uber aportó un millón como empresa y su consejero delegado, Dara Khosrowshahi, dio otro millón. Airbnb pagó 100.000 dólares.

El sector de las criptomonedas fue también de los más generosos. Ripple Labs fue el segundo mayor contribuyente, con una aportación de 4,9 millones de dólares. Coinbase, Crypto.com, Galaxy Digital, Solana, Paradigm y Payward, más conocida como Kraken, aportaron cada una un millón de dólares. Robinhood Markets, que ofrece una plataforma de negociación de criptodivisas, donó dos millones de dólares. Trump se mostró en campaña como un ferviente defensor de las criptomonedas y ha nombrado para puestos claves a personas favorables a los activos digitales.

El sector financiero, en sus diferentes vertientes, también contribuyó a la causa. Firmas de inversión como KKR, Blackstone y BlackRock aportaron un millón de dólares cada una. Los bancos JPMorgan, Goldman Sachs y Capital One, entre otros, dieron también un millón. Citibank, en cambio, se quedó en 100.000 dólares. Los inversores Paul Singer y Ken Griffith pusieron su millón a título personal. El heredero de Estée Lauder, Ron Lauder, dio otro millón.

Las petroleras también pusieron de su parte. Además de asociaciones sectoriales, pusieron un millón de dólares para la causa ExxonMobil, ConocoPhilips y Occidental Petroleum, pero Chevron se llevó la palma con dos millones de dólares.

Las farmacéuticas Johnson & Johnson, Bayer, Pfizer y Gilead también pusieron un millón de dólares, al igual que las aerolíneas Delta Airlines y United Airlines o que empresas de consumo como McDonald’s o Anheuser-Busch. Esta última fue víctima de una campaña de boicot por parte de sectores conservadores, al igual que Target, que ha donado otro millón de dólares. Coca-Cola aportó 289.750 dólares.

En el sector del automóvil, las filiales estadounidenses de la japonesa Toyota y la coreana Hyundai aportaron un millón de dólares, mientras que Ford se quedó en 199.000. También puso un millón de dólares Boeing.

El mayor donante de todos los que aportaron dinero al comité organizador de los actos asociados a la investidura de Trump fue, sin embargo, una empresa menos conocida: Pilgrim’s Pride Corporation puso cinco millones de dólares

Hasta los que luego serían miembros del Gabinete de Trump pasaron por caja. Scott Bessent, secretario del Tesoro, aportó 250.000 dólares a título personal. Linda McMahon, secretaria de Educación, donó un millón. Cantor Fitzgerald, banco del secretario de Comercio, Howard Lutnick, dio algo más de un millón. El nominado por el presidente como director de la NASA, Jared Isaacman, aflojó dos millones. Elon Musk, el mayor donante de la campaña, no aportó fondos al comité de investidura.

El banquero de inversión Warren Stephens, designado por Trump como embajador en Reino Unido, donó cuatro millones de dólares. Trump recibió dos millones de Melissa Argyros, un millón de dólares de Tilman Fertitta y Dan Newlin y 250.000 dólares de Nicole McGraw, los elegidos por el presidente para ser embajadores enLetonia, Italia, Colombia y Croacia, respectivamente.

El comité inaugural recauda dinero para pagar recepciones, fiestas y otros actos antes y después de las ceremonias oficiales. La ley estadounidense permite a dichos comités determinar en gran medida sus propias normas sobre quién puede contribuir y cuánto. Se prohíben las donaciones de ciudadanos extranjeros y empresas extranjeras, pero no de las filiales estadounidenses de las multinacionales. El comité inaugural de Trump no está obligado a revelar cómo gastó el dinero ni cuánto queda en su cuenta bancaria. Tendrá que informar de esas cantidades a la agencia tributaria en su declaración de impuestos, que no deberá presentarse hasta 2026.

Las cifras de Trump eclipsan las logradas por los presidentes demócratas. El comité inaugural de la primera investidura de Barack Obama captó 53,2 millones de dólares y el de su segundo mandato, 42,9 millones. La investidura de Joe Biden recaudó 61,3 millones.

Muchas de las empresas que han aportado dinero se juegan cantidades multimillonarias con decisiones del Gobierno de Trump. Las donaciones de las automovilísticas no las han librado de los aranceles ni el millón de dólares que puso Nvidia la ha salvado de las restricciones a la importación de chips que le han costado un cargo de 5.500 millones de dólares. Las leyes estadounidenses obligan a la publicación de las donaciones, pero no cubren los posibles conflictos de interés derivados de las mismas.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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