Los Archivos Nacionales difunden miles de documentos sobre el asesinato de Kennedy
La desclasificación todavía no es plena, a pesar de lo asegurado por Trump


Una nueva página web de los Archivos Nacionales difunde desde este martes la colección de archivos y documentos sobre el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en Dallas (Texas), el 22 de noviembre de 1963. Sin embargo, más de seis décadas después de su muerte, parte de los documentos en poder de las autoridades sobre la investigación de aquel asesinato que traumatizó a todo un país siguen siendo confidenciales. Este martes, a pesar de lo que había prometido la víspera el presidente, Donald Trump, parte de los documentos siguen sin estar disponibles.
En todo caso, los Archivos Nacionales han difundido a través de su página web 1.123 archivos en formato .pdf que suman decenas de miles de páginas que han digitalizado, pero sin aclarar en qué medida son nuevos. La gran mayoría de la colección sobre el asesinato de Kennedy, que cuenta con más de seis millones de páginas de registros, fotografías, películas, grabaciones de sonido y artefactos relacionados con el asesinato, ya se había publicado previamente.
Los únicos documentos que han permanecido en secreto hasta ahora son confidenciales por una decisión de Trump de su primer mandato. El presidente ha cambiado de criterio y ha decidido ahora hacer públicos esos papeles sin partes ocultas o tachadas. Con todo, no se espera que los archivos cambien lo esencial del relato histórico. Parte de los documentos que ahora se conocen íntegros ya habían sido difundidos, pero con algunas partes tachadas para preservar identidades o direcciones de agentes e investigadores. Su difusión no aporta mucho. Algunos de los publicados, además, siguen teniendo partes borradas o tachadas, en contra de lo anunciado por Trump, como el último de ellos, un memorando sobre Cuba de 1965.
La calidad de buena parte de los documentos difundidos este martes deja mucho que desear. Hay algunos manuscritos que apenas se entienden; otros tienen fragmentos mecanografiados prácticamente ilegibles; varios tienen partes borrosas o borradas. No es posible realizar con ellos búsquedas digitales. No se ofrece una clasificación, sistematización ni explicación de los mismos, ni se aclara cuáles de ellos ya eran parcialmente conocidos. Su análisis, por tanto, es necesariamente largo y laborioso.
Varios de los documentos de la nueva remesa digital se refieren a la investigación de los antecedentes de Lee Harvey Oswald fuera de Estados Unidos. También hay cientos de páginas sobre Cuba de la serie conocida como los Califano Papers, en buena parte ya pública, salvo por alguna tachadura. Hay papeles del FBI, de la CIA, del Departamento de Estado y de otras agencias. Hay archivos que solo tienen una página; también hay muchos de más de 100 y de 200 páginas y algunos, de más de 300. En muchos cuesta encontrar conexión alguna con el asesinato en sí.
Los Archivos Nacionales han lanzado un sitio web monográfico dedicado a todos los archivos relacionados con el asesinato de Kennedy, aunque la mayor parte de ellos todavía no están digitalizados. La página es www.archives.gov/jfk. Esa página web albergará documentos y elementos ya publicados dentro de la llamada Colección de Documentos del Asesinato del Presidente John F. Kennedy. Será el futuro lugar de difusión de todos los documentos y elementos que se vayan publicando. Hasta la fecha, los Archivos Nacionales han digitalizado más de 700.000 páginas de registros de la Colección, que consta de más de seis millones de documentos, de los que aproximadamente el 99% ya estaba disponible para quien quisiera acudir a consultarlos físicamente.
En su página web, los Archivos Nacionales señalan que desde este martes se publican todos los registros previamente retenidos por clasificación que forman parte de la Colección. “A partir del 18 de marzo de 2025, los registros estarán disponibles para su consulta en línea en esta página o en persona, en copia impresa o en formatos de medios analógicos, en los Archivos Nacionales de College Park, Maryland. A medida que los registros se sigan digitalizando, se publicarán en esta página”.
Sin embargo, no están todos los que son. En la página de preguntas frecuentes de los Archivos Nacionales, se plantea una que es muy reveladora: “Tras la orden ejecutiva del presidente Trump, ¿por qué aún no están disponibles públicamente todos los documentos relacionados con el asesinato de JFK?”. La respuesta explica que el decreto de Trump exigía que la directora de Inteligencia Nacional y la fiscal general, en coordinación con otros cargos, presentaran un plan para la publicación total y completa de los registros relacionados con el asesinato del Presidente John F. Kennedy. “La Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) espera implementar el plan bajo la dirección del presidente y en coordinación con las agencias originarias”, indica, admitiendo que aún no lo ha hecho.
Teorías de la conspiración
El asesinato de Kennedy ha generado durante décadas teorías conspirativas sobre quién fue el responsable de matar al 35º presidente y si hubo otros implicados además del supuesto autor material de los hechos, Lee Harvey Oswald, un antiguo marine desequilibrado que se identificaba como marxista y que llegó a vivir y casarse en la Unión Soviética.
Oswald disparó desde el sexto piso del edificio del Depósito de Libros Escolares de Texas y mató a Kennedy cuando la caravana presidencial pasaba por Dealy Plaza en Dallas. El propietario de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, disparó y mató a Oswald dos días después, cuando Oswald estaba a punto de ser trasladado a otra cárcel.

La Comisión Warren, formada para investigar los asesinatos, concluyó que Oswald actuó solo en el asesinato de Kennedy y que Ruby también actuó solo en el asesinato de Oswald. Pero las teorías de la conspiración, incluidas las que argumentan la participación de la CIA y la mafia y la posibilidad de un segundo tirador, han persistido durante décadas. De hecho, la mayoría de los estadounidenses siguen creyendo que Oswald no actuó solo y creen que hay gato encerrado, según las encuestas que se hacen al respecto de forma recurrente.
La Ley de recopilación de registros del asesinato del presidente John F. Kennedy, aprobada en 1992, exigía que todos los registros relacionados con el magnicidio se hicieran públicos en su totalidad antes del 26 de octubre de 2017. Sin embargo, contemplaba excepciones para el caso de que el presidente certificase que mantenerlos secretos era necesario para evitar daños graves que superasen el interés público en la divulgación.
Fue el propio Trump, que era presidente en 2017, el que impidió que se publicasen íntegramente, aunque luego se presentó como defensor de la transparencia. Los miles de documentos que aún no eran públicos se publicaron parcialmente censurados y algunos de ellos siguieron bajo secreto en los archivos de secretos oficiales. Se quedó así sin divulgar lo más interesante de esos expedientes. “No tengo más remedio que aceptar ciertas condiciones antes que causar un daño irreversible a la seguridad de la nación”, señaló entonces Trump. Su sucesor, Joe Biden, también emitió certificaciones posteriores con respecto a esos registros que otorgaron a los organismos tiempo adicional para revisarlos.
Trump aseguró el lunes que los documentos que ahora se publican íntegramente suman unas 80.000 páginas. Pero todavía quedan documentos secretos. “Los Archivos Nacionales están preparados para recibir y procesar cualquier decisión de desclasificación adicional que tome el presidente Trump u otras agencias del Gobierno de los Estados Unidos”, señala el organismo.
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