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El conservador Merz podrá formar una coalición solo con el SPD en Alemania

Los resultados finales evitan al democristiano negociar un tripartito con Los Verdes. El futuro canciller defiende la “independencia” de Europa respecto a EE UU

El candidato conservador alemán a la cancillería y líder del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz (en el centro), durante una reunión del partido, este lunes en Berlín. Foto: HANNIBAL HANSCHKE (EFE) | Vídeo: EPV
Marc Bassets

Los democristianos de Friedrich Merz, vencedores en las elecciones generales en Alemania, podrán formar una coalición de gobierno únicamente con los socialdemócratas como socios menores, sin necesidad de sumar a Los Verdes para alcanzar la mayoría de escaños. El escrutinio definitivo ha dejado fuera del Bundestag, por unas centésimas, a Alianza Sahra Wagenknecht (BSW, por sus siglas en alemán). La entrada en el hemiciclo de este nuevo partido populista de izquierdas habría complicado la aritmética para sumar mayorías y obligado a Merz, contra su voluntad, a negociar un tripartito para ser canciller.

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“Mi prioridad absoluta es que reforzar Europa tan rápido como sea posible para que, paso a paso, alcancemos la independencia de Estados Unidos”, afirmó Merz en la noche del domingo. La declaración del futuro canciller representa un giro para una Alemania, históricamente apegada a la relación transatlántica, que atraviesa una crisis profunda tras el regreso de Donald Trump al poder. El líder democristiano dijo que a la Administración de Trump “el destino de Europa en gran parte le resulta indiferente”. Y afirmó que los europeos deben plantearse “si todavía podrá hablarse de OTAN en su configuración actual”, o si “habrá que crear más rápido capacidades de defensa autónomas”.

BSW, a tres centésimas

El resultado final ha puesto fin a horas de suspense y ha dado a la izquierda populista BSW un 4,97%, a tres centésimas de la barrera del 5% que le habría permitido entrar en el Bundestag. Hubo que esperar a la madrugada del lunes para tener la certeza de que habría cinco, y no seis, partidos en el hemiciclo. Y que, por tanto, a la Unión Democristiana / Unión Socialcristiana bávara (CDU/CSU) de Merz le bastaba con el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller saliente, Olaf Scholz, para superar la mayoría de 315 escaños. CDU/CSU y SPD suman 329. Vuelve lo que históricamente se ha llamado gran coalición, aunque en este caso muy disminuida respecto a las anteriores experiencias.

Merz y los democristianos respiraron aliviados al conocerse estos números, pues temían verse abocados a negociar una coalición a tres bandas con SPD y Los Verdes, algo que querían evitar a toda costa. Sabían que un Gobierno con tres es más difícil de negociar y, una vez en el poder, de gestionar, como se ha demostrado con el fracaso del tripartito con ecologistas y liberales que entre 2021 y noviembre de 2024 encabeza Olaf Scholz. Fue la destitución, por parte de Scholz, del ministro de Finanzas, Christian Lindner, lo que precipitó la ruptura de esta coalición y condujo a las elecciones anticipadas de este 23 de febrero.

Lindner deja la política; Scholz no será ministro

Los resultados oficiales sitúan a la CDU/CSU como primera fuerza, con un 28,6% de votos, seguida del partido de extrema derecha Alianza para Alemania (AfD), con un 20,8%. El SPD queda tercero con un 16,4% y saca así el peor resultado de su historia. Le siguen Los Verdes con un 11,6% y La Izquierda, auténtica sorpresa de estas elecciones, con un 8,8%. Se quedan fuera de hemiciclo, además de la Alianza Sahra Wagenknecht, los liberales del FDP, que obtienen un 4,3%. El líder del FDP y exministro Lindner ha anunciado que deja la política tras el fracaso electoral.

Con seis partidos dentro, hacían falta tres para sumar mayoría; con cinco, como será el caso, bastan dos. Esto facilitará la negociación de una coalición, que Merz desea acelerar, de modo que a mediados de abril puede ser investido y haya cuanto antes un Gobierno y un canciller operativos que ofrezcan estabilidad a Alemania y Europa. Scholz anunció en la misma noche del domingo que renunciará a participar en la negociación y que, después de haber sido canciller, no será ministro en una coalición con los socialdemócratas como socios menores de los democristianos.

Sobre el papel, la CDU/CSU y la extrema derecha de AfD suman una amplia mayoría en el Bundestag, pero Merz repitió el domingo por la noche que excluía esta posibilidad. “No trabajamos con un partido que es xenófobo”, dijo en enero, “que es antisemita, que tiene a radicales de derechas en sus filas y que tiene criminales en sus filas, un partido que coquetea con Rusia y que quiere salir de la OTAN y de la Unión Europea”. El cordón sanitario, que parecía debilitado tras varios votos recientes de los democristianos junto a la extrema en el Bundestag, sigue, pues, plenamente vigente. AfD, con el mejor resultado para un partido de su cuerda desde el fin de la II Guerra Mundial, será la segunda fuerza parlamentaria y el primer grupo de oposición.

Con la relación transatlántica al borde de la ruptura, Merz quiere negociar rápido para devolver cuanto antes a Alemania al timón de Europa. En el tradicional debate postelectoral en la televisión pública, formuló una auténtica declaración de independencia respecto a EE UU que acerca Alemania a los postulados de Francia en favor de una soberanía europea. “No me hago ninguna ilusión sobre lo que sucede en América”, dijo, antes de citar el apoyo del magnate trumpista Elon Musk a AfD en la campaña electoral alemana. “Las intervenciones desde Washington no han sido menos dramáticas, ni menos drásticas, ni menos escandalosas que las intervenciones desde Moscú”, dijo. “Estamos sometidos a presiones tan masivas desde ambas partes que mi prioridad absoluta es la unidad en Europa”.

En Alemania han gobernado juntos democristianos y socialdemócratas —los dos partidos hegemónicos desde la fundación de la República Federal en 1949— en tres periodos: entre 1966 y 1969, entre 2005 y 2009, y entre 2013 y 2021. Se abrirá estos días un debate sobre la terminología. Hasta ahora, a esta alianza se la ha llamado gran coalición, pues la integraban los dos partidos con más votos; ahora, con el desplome del SPD a la tercera posición, es en todo caso una pequeña gran coalición o una simple coalición.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en Berlín y antes lo fue en París y Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).
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