10 muertos en el accidente de un avión de la compañía Bering Air en Alaska
La caída del aparato de pasajeros es el tercer siniestro aéreo grave en Estados Unidos en poco más de una semana
Tercer accidente aéreo grave en poco más de unas semanas en Estados Unidos. Primero fue la colisión entre un avión comercial y un helicóptero militar en Washington, que dejó 67 muertos. Luego se estrelló al poco de despegar un avión médico privado en plena ciudad de Filadelfia, provocando otros siete muertos. Este viernes las autoridades han confirmado la muerte de 10 personas, el piloto y nueve pasajeros, en el accidente de un pequeño avión de la compañía Bering Air en la zona occidental de Alaska.
El avión siniestrado era un Cessna Caravan, un turbohélice monomotor que viajaba desde Unalakleet y había desaparecido sin llegar a su destino. Se trata de un avión pequeño que estaba operando a plena capacidad. El aparato salió de Unalakleet el jueves a las 14.37, hora local (22.37 en la España peninsular) rumbo a Nome y las autoridades perdieron contacto con él menos de una hora después, según David Olson, director de operaciones de Bering Air, recoge la agencia Associated Press. Había nieve ligera y niebla, con una temperatura ocho grados bajo cero, según el Servicio Meteorológico Nacional. La Guardia Costera dijo que el avión desapareció a unas 30 millas (48 kilómetros) al sureste de Nome y fue encontrado cerca de esa posición, a 34 millas al sureste de dicha localidad. El avión estaba a 12 millas (19 kilómetros) de la costa.
La guardia costera de Estados Unidos ha estado rastreando la zona hasta dar con los restos del aparato. Inicialmente, han podido rescatar tres cadáveres, pero han informado de que creían que los otros siete estaban en el interior del avión, pero no podían acceder a ellos.
El gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, dio el pésame a las familias en las redes sociales. “Rose [su mujer] y yo estamos desconsolados por la pérdida de las 10 personas que iban en el vuelo de Bering Air. Nuestras oraciones están con las familias, amigos y comunidades que están de luto por esta tragedia. Estamos agradecidos a los equipos de búsqueda que trabajaron incansablemente para localizar el avión. Pido a todos los habitantes de Alaska que tengan presentes a los afectados en sus pensamientos y oraciones”, tuiteó.
“Mi corazón está destrozado por las noticias de Nome”, escribió la senadora por Alaska Lisa Murkowski. “Alaska es una gran ciudad pequeña. Cuando ocurre una tragedia, nunca estamos lejos de los habitantes de Alaska directamente afectados. Pero eso también significa que nos unimos como comunidad para llorar y sanar”, añadió.
Bering Air, que opera desde 1979, es una compañía que presta servicios a 32 localidades de Alaska. Sus líneas de pasajeros sirven para conectar pequeños aeropuertos dispersos geográficamente. La mayoría de las comunidades de Alaska no están conectadas con la red principal de carreteras del estado, y los aviones son a menudo la única opción para viajar a cualquier distancia en las zonas rurales, sobre todo en invierno. La región es propensa a repentinas tormentas de nieve y fuertes vientos en invierno.
Unalakleet es una comunidad de unas 690 personas a unos 240 kilómetros al sureste de Nome y a unos 640 kilómetros al noroeste de Anchorage. El pueblo se encuentra en el sendero Iditarod, la ruta de la carrera de perros de trineo más famosa del mundo. Nome, con unos 3.600 habitantes, es una de las ciudades de la época de la fiebre del oro. Está justo al sur del Círculo Polar Ártico y es conocida por ser el punto final de la Iditarod, de 1.610 kilómetros. La ruta entre Unalakleet y Nome se desarrolla en su mayoría sobrevolando el mar de Bering. El avión cayó en una zona congelada y cubierta de nieve.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) está investigando la causa del accidente. El radar mostró que alrededor de las 15.18 del jueves, el “avión experimentó algún tipo de evento, que provocó una rápida pérdida de altitud y una rápida pérdida de velocidad”, dijo el jefe de la Guardia Costera, Benjamin McIntyre-Coble, en una rueda de prensa retransmitida por internet. “No puedo especular sobre qué fue ese evento”, añadió.
El accidente aéreo es el más mortífero en Alaska desde julio de 2013, cuando el piloto y otras nueve personas de entre 11 y 74 años murieron en Soldotna durante el despegue de un vuelo chárter de Rediske Air que transportaba a dos familias que iban a avistar osos. La NTSB atribuyó aquel accidente en su informe final a “la incapacidad del operador para determinar el peso real de la carga, lo que llevó a la carga y operación del avión fuera de los límites de peso y centro de gravedad contenidos en el manual de vuelo del avión, lo que resultó en una pérdida aerodinámica”.
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