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Trump abre la guerra de aranceles contra México, Canadá y China

El presidente firma las órdenes ejecutivas que imponen tarifas del 25% a sus vecinos y del 10% al gigante asiático y que marcan el inicio de una guerra comercial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirige a Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, el 31 de enero.Foto: Chip Somodevilla (Getty) | Vídeo: EPV
Miguel Jiménez

Mientras el mundo estaba pendiente de una de sus decisiones de mayor calado desde que volvió al cargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se fue a pasar la mañana del sábado a su club de golf de West Palm Beach (Florida). La Casa Blanca anunció el viernes la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá (el 10% para los productos energéticos canadienses) y del 10% a las de China desde este sábado, pero el presidente no las había aprobado y la agenda presidencial del día estaba en blanco. Finalmente, Trump firmó tres órdenes ejecutivas imponiendo esos aranceles. Los decretos autorizan a Trump a subirlos si hay respuesta por parte de los países afectados, como se espera.

Trump declara una emergencia nacional para invocar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que autoriza a un presidente a gestionar unilateralmente las importaciones durante una crisis. El argumento que cita la orden ejecutiva es la entrada de fentanilo y de inmigrantes sin papeles. Los aranceles entran en vigor el próximo martes y se mantendrán hasta que Trump decida que los Gobiernos de Canadá, México y China han hecho lo suficiente para combatir la crisis del fentanilo y las drogas y, en el caso mexicano, también la crisis migratoria.

“Hoy, he implementado un arancel del 25% sobre las importaciones de México y Canadá (10% sobre la energía canadiense), y un arancel adicional del 10% sobre China”, escribió Trump en Truth, su red social. “Esto se hizo a través de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) debido a la gran amenaza de los extranjeros ilegales y las drogas mortales que matan a nuestros ciudadanos, incluido el fentanilo. Tenemos que proteger a los estadounidenses, y es mi deber como presidente garantizar la seguridad de todos. En mi campaña prometí detener la avalancha de inmigrantes ilegales y drogas que cruzan nuestras fronteras, y los estadounidenses votaron abrumadoramente a favor de ello”, añadió.

La reacción de los países afectados no se hizo esperar. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció que replicará con la misma receta: aranceles del 25% a una lista de productos del país vecino por valor de 30.000 millones de dólares estadounidenses, también desde el martes. Una segunda ola arancelaria sobre productos por 125.000 millones se aplicará tres semanas después, informa Jaime Porras Ferreyra desde Montreal. “Canadá no tolerará un ataque de un país que se supone que es aliado y amigo”, señaló. Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, prevé “medidas arancelarias y no arancelarias”. Sheinbaum instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que adoptara un “plan B” frente a la guerra arancelaria iniciada por Trump, aunque no detalló las medidas específicas que tomará su Gobierno, informa Elías Camhaji desde México. Es previsible que también China anuncie contramedidas en las próximas semanas tras subrayar antes del movimiento de Trump que defendería sus “intereses nacionales” ante una nueva guerra arancelaria.

La magnitud de los aranceles que Trump ha aprobado podría tener graves repercusiones en determinadas industrias, como la automovilística y el sector energético. Las cadenas de producción y suministro de Estados Unidos están muy integradas en algunos sectores con las de sus vecinos. De enero a noviembre de 2024, Estados Unidos importó bienes de México por 466.600 millones de dólares, compró a Canadá mercancía por 337.200 millones de dólares e importó de China productos por 401.400 millones de dólares. El mayor déficit comercial en ese plazo fue con China, por importe de 270.400 millones de dólares, seguido por México (157.200 millones) y Canadá (55.000 millones), aunque Trump ha exagerado esas cifras de forma reiterada y las ha presentado falsamente como subvenciones.

En campaña, Trump dijo que impondría a China aranceles del 60% para todos sus productos, pero finalmente las tarifas aplicadas a las importaciones de su mayor rival geoestratégico son inferiores a las de los dos vecinos. Elon Musk, jefe de Tesla, y otros aliados de Trump tienen fuertes intereses económicos en China.

Los aranceles podrían tener consecuencias económicas dramáticas y desencadenar una guerra comercial en Norteamérica al infringir las protecciones del acuerdo de libre comercio entre los tres países, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

Cola de  camiones esperando para cruzar la frontera con Estados Unidos en Ciudad Juárez (México), el viernes.
Cola de camiones esperando para cruzar la frontera con Estados Unidos en Ciudad Juárez (México), el viernes.Jose Luis Gonzalez (REUTERS)

Riesgos inflacionistas

Los aranceles amenazan con sumir a Canadá y México en una recesión, aunque el país del sur puede seguir siendo competitivo incluso con ese sobreprecio, especialmente con la depreciación del peso. También pueden lastar el crecimiento de Estados Unidos, crear distorsiones en la cadena de suministro y producción de sectores clave, como el automovilístico, y presionar al alza los precios. Esto último podría llevar a la Reserva Federal a mantener los tipos de interés altos durante más tiempo, como advirtió recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Estaría bien que Donald Trump empezara a centrarse en conseguir que bajen los precios en lugar de hacer que suban”, criticó Charles Schumer, líder de la minoría demócrata del Senado. “No todos los aranceles son iguales. Donald Trump está apuntando sus nuevos aranceles a México, Canadá y China, pero probablemente golpearán a los estadounidenses en sus billeteras. Me preocupa que estos nuevos aranceles aumenten aún más los costes para los consumidores estadounidenses. Deberíamos centrarnos en ir duro contra los competidores que hacen trampas, como China, en lugar de atacar a nuestros aliados. Si estos aranceles entran plenamente en vigor, subirán los precios de todo, desde los comestibles hasta los coches y la gasolina, lo que hará aún más difícil que las familias de clase media puedan simplemente salir adelante”, añadió.

La decisión de este sábado venía gestándose desde hace tiempo. El republicano amenazó por primera vez con los aranceles del 25% a México y Canadá, sus dos vecinos y principales socios comerciales, en noviembre pasado, siendo presidente electo. Entonces dijo que los aprobaría el primer día en el cargo. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habló con Trump por teléfono y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se desplazó hasta la mansión de Mar-a-Lago, en Florida, para entrevistarse con él. Pese a las buenas palabras sobre aquellas conversaciones, tras tomar posesión como presidente, el 20 de enero, Trump movió su amenaza al 1 de febrero. México y Canadá han tratado de reforzar el control de sus fronteras para disuadir al presidente estadounidense de poner los aranceles, pero no lo han conseguido.

Además de los castigos a México y Canadá con gravámenes a sus productos, Trump sigue con la idea de un arancel general para todas las importaciones. También ha prometido aranceles sectoriales sobre productos como los farmacéuticos, los chips semiconductores, el acero, el aluminio y el cobre, que podrían aplicarse ampliamente a muchos países, incluidos Canadá y México.

Entre los destinatarios de los aranceles estadounidenses estará la Unión Europea, según afirmó rotundamente Trump este viernes. “¿Que si voy a imponer aranceles a la Unión Europea? ¿Quieres la respuesta sincera, o te damos una respuesta política? Absolutamente, aranceles. La Unión Europea nos ha tratado terriblemente”, dijo el viernes en la Casa Blanca. “No compran nuestros coches, no compran nuestros productos agrícolas, esencialmente, no nos compran casi nada. Y tenemos un déficit tremendo con la Unión Europea. Así que haremos algo muy sustancial con la Unión Europea. Llevaremos el nivel a donde debería estar”, añadió.

Las políticas proteccionistas de Trump amenazan con desencadenar una guerra comercial a gran escala en el mundo.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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