España nombrará a un enviado especial para Siria para iniciar “contactos preliminares” con el Gobierno interino
Kallas comanda al diplomático encargado del país árabe que viaje a Damasco para sondear las relaciones con las nuevas autoridades tras el derrocamiento de El Asad
España se suma al creciente número de países occidentales en buscar contactos con el Gobierno interino sirio, tras el derrocamiento del autócrata Bachar el Asad. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha anunciado este lunes en Bruselas que nombrará un enviado especial para Siria para iniciar “contactos preliminares” con el Ejecutivo de transición liderado por Hayat Tahrir al Sham (HTS), designado como una organización terrorista por la ONU y Estados Unidos. EE UU ya ha iniciado “contactos directos” con HTS. También el Reino Unido e Italia. Francia enviará a una delegación a Siria el próximo martes, según ha informado este domingo el ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot. Mientras, la Alta representante de la UE para Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas, ha comandado este lunes al diplomático de la UE encargado de Siria que viaje a Damasco para empezar a tejer las redes para iniciar contactos de trabajo.
“[El nuevo enviado] va a reforzar nuestra embajada en Damasco; la idea es que España se sume a los países europeos que están teniendo contactos con las nuevas autoridades”, ha dicho Albares a su llegada al Consejo de Exteriores de la UE, para una reunión en la que los ministros de los 27 Estados miembros debatirán a qué nivel y cómo lanzar contactos con el Gobierno interino sirio, un grupo que viene moderando notablemente sus postulados, aunque proviene de la rama siria de Al Qaeda, una organización con la que rompió en 2013.
“Esos nuevos contactos, y así lo solicitaré también a la UE, tienen que ser claramente muy preliminares y ante todo para trasladar unas líneas rojas claras: la necesidad de que el futuro de Siria sea pacífico. Lo que es un movimiento militar tiene que evolucionar hacia un movimiento pacífico, tiene que ser absolutamente, necesariamente inclusivo con las minorías étnicas y religiosas y también vamos a ayudar y colaborar a que Siria mantenga su integridad territorial y que no haya zonas del país en manos de grupos armados. Siria no puede tener injerencias militares externas”, ha añadido Albares. El ministro ha explicado también que el encargado de Negocios español —el diplomático de más rango allí— destinado en Damasco volverá esta semana al país árabe desde Líbano, donde se encontraba por motivos de seguridad, tras acompañar a un grupo de españoles.
La UE mantiene “precaución” sobre las nuevas autoridades del país árabe. “Siria vive un momento muy optimista y positivo, pero con un futuro muy incierto y tenemos que asegurarnos de que va en la buena dirección”, ha dicho Kallas a su llegada a su primer consejo de Exteriores como jefa de la diplomacia europea. Luego ha explicado que ahora se trata de decidir con sus homólogos europeos a qué nivel se mantendrán esos contactos con el Gobierno interino sirio y qué más pasos hay que seguir. “No solo importan las palabras, sino también los hechos, y los próximos meses nos mostrarán si las cosas van por buen camino”, ha remarcado Kallas. La estonia estuvo durante el fin de semana en Jordania, en una reunión de alto nivel para hablar de Siria con representantes de la región y de Estados Unidos. Además, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, viajará a Turquía este martes para conversar sobre el país árabe con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Refugiados sirios
Uno de los grandes debates que se aviva ahora es la vuelta de los refugiados sirios. Los ministros de Exteriores tratarán el tema este lunes —también Von der Leyen con Erdogan— después de que cada vez más países europeos, como Alemania y Francia, hayan suspendido las solicitudes de asilo de ciudadanos del país árabe. España, ha remarcado Albares, con un número considerablemente menor de peticionarios sirios, “no se ha visto en la necesidad de hacerlo”. “Vamos a ser muy escrupulosos con que la vuelta de los refugiados a Siria —que es una buena noticia, recordemos que los refugiados son personas que viven por motivos ajenos a su voluntad fuera de sus hogares— sea un retorno seguro, que respete los derechos humanos de los refugiados y se haga según los criterios que marca ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados”, ha dicho Albares.
La presión para la vuelta de los asilados sirios no es nueva. Hace unos meses, un grupo de países, encabezados por Italia, uno de los Estados de línea dura en materia migratoria de la mano de su primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, propuso sondear a las autoridades del autócrata El Asad y reabrir los canales diplomáticos para, eventualmente, declarar algunas zonas del país seguras y establecer contactos para poder enviar a los solicitantes de refugio a quienes se les hubiera denegado ese derecho. Roma llegó a nombrar incuso a un jefe de misión para Damasco, que nunca llegó a presentar las credenciales a El Asad.
Ahora, el Gobierno de Meloni ha propuesto a los Estados miembros que se vayan retirando progresivamente y de manera “condicional” las sanciones que la UE mantiene a Siria. “El nuevo liderazgo [sirio] debe comprometerse a adoptar una postura no agresiva hacia los vecinos de Siria y a garantizar que el territorio sirio no se utilice para llevar a cabo actos de terrorismo o extremismo violento”, dice Italia en un decálogo para guiar los contactos con el Gobierno interino, enviado al resto de Estados miembros para su discusión y al que ha tenido acceso EL PAÍS. “Es necesario crear las condiciones previas para un retorno seguro, digno, voluntario y sostenible de los refugiados a Siria”, remarca el documento.
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