La justicia italiana rechaza la deportación de un segundo grupo de migrantes a Albania y ordena su traslado a Italia
El Tribunal de Roma pide al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que se pronuncie sobre el caso
La justicia italiana ha tumbado también el segundo intento de Giorgia Meloni de deportar migrantes rescatados en el mar a Albania. El Tribunal de Roma encargado del caso, además, lo ha remitido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y, a la espera de que se pronuncie este órgano, ha suspendido de inmediato el encierro de un grupo de siete migrantes ―cinco de Bangladés y dos de Egipto― que habían desembarcado el pasado viernes en el controvertido centro construido por el Gobierno italiano en territorio albanés, por lo que serán devueltos a Italia.
Inicialmente, el Ejecutivo de Meloni había seleccionado a ocho personas de Egipto y Bangladés, que fueron rescatadas en aguas del Mediterráneo cerca de la isla de Lampedusa, para este traslado a Albania. Cuando ya estaban en territorio albanés, se constató que una de ellas estaba en condiciones de extrema vulnerabilidad por problemas de salud, algo que debería haberse detectado en el control previo, por lo que se ordenó su devolución a Italia. Los siete migrantes restantes en ese grupo eran los únicos del millar que ha llegado en los últimos días a la isla italiana que cumplían los requisitos fijados por el Ejecutivo para ser trasladados a Albania: hombres, mayores de edad, en buenas condiciones de salud, no acompañados por familiares y procedentes de países considerados seguros por el Gobierno italiano.
Esta es la segunda vez que Meloni pone en práctica el polémico modelo de Albania y la justicia ha vuelto a frenar esta estrategia de la líder ultraderechista de llevar a inmigrantes rescatados en el mar a centros en suelo albanés con intención de repatriarlos. De nuevo, los jueces no han validado la detención excepcional de los migrantes ―que es el paso necesario para retenerlos en los centros albaneses― al dejarla en suspenso.
En la primera ocasión, a mediados de octubre, el tribunal romano prohibió directamente la retención de un grupo de 12 migrantes enviados a Albania, procedentes también de Egipto y Bangladés, países considerados seguros por el Ejecutivo de Meloni. Además, los magistrados sostuvieron que para que un país pueda considerarse “seguro” para una devolución debe serlo en todo su territorio, amparándose en una sentencia reciente del TJUE. El tribunal europeo recortó la lista de países seguros de origen a cuyos ciudadanos se podía aplicar el protocolo rápido y dejaba fuera a casi todos los que llegan a Italia por mar, entre ellos Egipto y Bangladés.
El encontronazo entre el Ejecutivo y el poder judicial fue mayúsculo. Meloni y su coalición acusaron a los jueces de hacer política para impedir las retenciones en Albania y reaccionaron con un decreto ley de urgencia en el que blindaron la lista de países seguros y en la que se mantenía tanto a Egipto como a Bangladés, en un intento por facilitar la expulsión de los inmigrantes procedentes de estos países que llegan a Italia a través del Mediterráneo.
Con la segunda sentencia, los jueces han evitado ahondar en el enfrentamiento, ya que no prohíben expresamente la retención de los migrantes, como sí hicieron en la anterior, y dejan el proceso en suspenso, apelando a una respuesta de la Unión Europea. Los magistrados que han estudiado el caso consideran que esta opción es la más “idónea” para “aclarar varios puntos de dudosa compatibilidad” del decreto de Meloni con la normativa europea. “Los criterios para designar un país seguro están establecidos por el derecho de la Unión Europea”, subrayan los jueces en su fallo.
El vicepresidente del Gobierno y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha sido el primero en criticar el nuevo dictamen de los jueces. “Otra sentencia política que no va contra el Gobierno, sino contra los italianos y su seguridad”, ha dicho.
El experimento migratorio de Meloni, aunque ha despertado interés en muchos países europeos, ha sido también duramente criticado, sobre todo por su dudosa legalidad y efectividad y por el elevado coste. Los centros albaneses se estrenaron el pasado 14 de octubre y en este tiempo los 24 migrantes rescatados cerca de Lampedusa que han llegado a Albania en barcos militares italianos, divididos en dos operaciones distintas, han tenido que viajar durante dos días para apenas pisar suelo albanés y poco después regresar a Italia. Cinco de ellos regresaron al país transalpino prácticamente de inmediato, con traslados extraordinarios en buques de la marina italiana, antes incluso de recibir el dictamen de los jueces, por encontrarse en condiciones de extrema vulnerabilidad.
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