Illa aboga por una Cataluña que no levante fronteras y que tienda puentes de solidaridad

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha clausurado este martes el World in Progress Barcelona con un discurso basado en el “optimismo responsable y no ingenuo” que, a su juicio, se ha plasmado en las intervenciones y debates realizados en los dos días en que se ha celebrado el foro internacional. Illa ha planteado en su exposición seis ejes sobre los que se configura el planeta y en uno de ellos, el referente a la inmigración como fenómeno global, ha expresado su voluntad de que Cataluña sea integradora. “Nuestra respuesta tiene que ser acoger, proteger, promover e integrar. Cataluña no levantará nuevas fronteras, sino puentes de solidaridad. Toda persona que venga a mejorar Cataluña, es catalán; venga de donde venga, piense lo que piense, sienta lo que sienta y rece al dios que rece”.

En un discurso de poco más de 10 minutos, Illa ha apuntado de entrada la dicotomía “democracia versus autocracia” y ha alertado de que actualmente se aprecia la fragilidad de las democracias, cuando, además, el 72% de la población mundial vive bajo regímenes autocráticos. “Las democracias hay que defenderlas desde todos los niveles”, ha afirmado. El segundo eje lo ha centrado en apuntalar las instituciones frente al desgobierno —y en este punto ha recordado la figura del expresident Josep Tarradellas— y ha recordado que Cataluña siempre ha avanzado más cuando ha contado con unas instituciones sólidas. “Las sociedades prósperas necesitan instituciones que garanticen inversiones, innovación y derechos”, ha afirmado aludiendo de nuevo al concepto de “prosperidad compartida” que utiliza para reivindicar el nuevo modelo de financiación singular para Cataluña.

El tercer eje lo ha centrado en el fenómeno migratorio y ha hecho hincapié en que alzar nuevas fronteras no es la solución. “Hay que apostar por más integración económica, política y social. No permitiremos que los discursos de la derecha radical o extrema derecha aprovechen el fenómeno de la inmigración para sembrar odio y xenofobia”, ha afirmado. El reto, ha añadido Illa, empieza desde la proximidad y por ello ha recordado que el Govern ha desplegado un plan de barrios para desplegar los “mejores servicios públicos”. “No permitiremos barrios de primera y de segunda”, ha señalado en un programa que conecta con el que impulsó el Govern tripartito, además de recordar su plan de construir 50.000 pisos hasta 2030 con una inversión en este mandato de 4.400 millones de euros. “Es la política más ambiciosa de cualquier comunidad autónoma”.

El procés evoca a la unilateralidad e Illa ha querido también poner el acento, en el cuarto eje, en su apuesta por la multilateralidad sintetizada en quienes respetan el imperio de la ley frente a los que la socavan y buscan “la ley del más fuerte”. “Por este motivo, ha llegado la hora de que una Cataluña unida, social y civilmente apueste también por una España plural en un contexto de una Europa federal, con el diálogo y el respeto como instrumentos esenciales”, ha recalcado en un momento en que el president ha apostado por “normalizar” las relaciones de las instituciones con las del resto de España. El 12-O, Illa acudió en Madrid a los actos institucionales con motivo de la Fiesta Nacional. Hacía 14 años que un presidente de la Generalitat no asistía al desfile militar.

“Quiero que el mundo conozca y reconozca a la Cataluña que propone y actúa y que se implica y su responsabilidad no la del lloro y de la queja”, ha dicho el president

Preocupado por las fake news, Illa ha centrado el quinto eje de su discurso en la dicotomía entre ciencia y negacionismo climático. El president ha señalado la paradoja de que el negacionismo gana terreno cada día, incluso en centros de decisión de algunos gobiernos, cuando el cambio climático en el planeta es científicamente irreversible. “Los efectos del cambio climático son una evidencia desde el huracán Milton o la sequía en Cataluña. Y son esos efectos los que aprovechan los negacionistas de derecha radical para alentar noticias falsas, teorías conspiradoras con el objetivo de usurpar las instituciones democráticas que no han ganado en las urnas”, señalando que la pedagogía y la información veraz es esencial.

Illa ha verbalizado en el quinto eje su apuesta por el humanismo tecnológico asociado inevitablemente al progreso. “No habrá una verdadera transformación digital, si no va acompañada de progreso. Cataluña lo tiene claro y apuesta por el humanismo tecnológico para que haya oportunidades para todo el mundo”, ha afirmado Illa, que el día de su toma de posesión ya apeló al “humanismo cristiano”. El president ha apuntado como colofón final que el mundo necesita “más Europa y menos banderas”. “Más liderazgo público y menos gesticulación, más diversidad cultural y menos uniformidad, más política y menos antipolítica”, ha afirmado, apuntando que el Govern que lidera se inspira en la filosofía del socialista Raimon Obiols, es decir, aquella que tiene en cuenta las “posibilidades concretas de aquello que promete y las consecuencias de lo que hacen”. “Quiero”, ha zanjado “que el mundo conozca y reconozca a la Cataluña que propone y actúa y que se implica, no la del lloro y de la queja”.