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El mundo busca su brújula ante el gran desafío climático

World in Progress Barcelona centra su segunda jornada en abordar los retos ambientales, humanitarios, energéticos y geopolíticos que conlleva la galopante emergencia climática

Sergey Paltsev, director adjunto del programa de MIT de Ciencia y Política de Cambio.
Sergey Paltsev, director adjunto del programa de MIT de Ciencia y Política de Cambio.Massimiliano Minocri
Carlos Garfella

Mientras el globo es zarandeado por conflictos bélicos y la ola populista toca la puerta de las principales economías occidentales, el planeta afronta otro desafío que sacude el tablero geopolítico: conjugar una respuesta eficaz y global ante los efectos de la emergencia climática. La escasez de agua, el reto de una transición energética verde o la adaptación de las ciudades para proteger la salud de millones de personas son algunos de ellos. Y entretanto, emerge una carrera donde las potencias mundiales compiten para hacerse con las materias primas. “Nuestros países deberán asegurar que hay una brújula moral y que hay decisiones que se habrán de tomar por un mundo mejor”, ha sintetizado Sergey Paltsev, director adjunto del programa de MIT de Ciencia y Política de Cambio Global y uno de los expertos que este martes han participado en la segunda jornada del World In Progress en el CaixaForum de Barcelona, la apuesta del Grupo Prisa para institucionalizar en la capital catalana un encuentro internacional al estilo de los grandes foros planetarios.

No es el futuro es el presente y no hay país, región o gran capital que pueda escabullirse de esta emergencia. Perfecto ejemplo es la misma ciudad que ha acogido este foro, Barcelona, donde la mayor sequía desde que hay registros ha forzado al adelanto de inversiones millonarias para evitar cortes de agua en una de las principales capitales mediterráneas. “La escasez de agua puede suponer una crisis geopolítica”, ha advertido sin ambages Grammenos Mastrojeni, diplomático y vicesecretario del área de clima para el Mediterráneo. “Si perturbamos la accesibilidad al agua estamos destruyendo todas las perspectivas para tener una región en paz y que progrese”, ha añadido Mastrojeni. En la misma mesa de debate y en una línea similar, Gonzalo Delacámara, director del Centro de Agua y Adaptación al Cambio Climático de IE Universidad ha hecho un llamamiento a redefinir nuestro modelo de prosperidad” ante una problemática, la escasez de agua, directamente relacionada con la seguridad alimentaria. Un hecho que aumentará irremediablemente la presión en las fronteras europeas: “No hay una crisis de los refugiados. Mas bien son los refugiados climáticos los que sufren la crisis europea”, ha sentenciado Delacámara sobre el gran fantasma de la sequía crónica que se cierne sobre millones de personas. Ambos han reivindicado la protección ambiental como fórmula de una sociedad más sana y justa: “Si queremos tener una economía robusta tenemos que proteger el medio ambiente”.

Ante este nuevo mundo de “desafíos inciertos”, Sergey Paltsev ha analizado en la mesa posterior esa transición del viejo mundo contaminante de los combustibles fósiles a un futuro verde de las renovables. Pieza geopolítica de primer nivel en el tablero que EE UU y Europa disputan frente a China. Los movimientos marcarán los tiempos de la economía mundial. “EE UU y Europa deben mantenerse juntos”, ha reclamado en este sentido Paltsev. ¿Y en qué posición está ahora este bloque Occidental frente al gigante asiático ante el nuevo panorama energético? Paltsev ha respondido destacando el papel de China en la producción de vehículos eléctricos o paneles solares, pero ha considerado que Occidente todavía tiene una ventaja competitiva en el ámbito de la investigación. “Seguimos un paso por delante”, cree. “Hay mucha esperanza y soy optimista. Tanto Estados Unidos como Europa encontrarán las vías para mantener el liderazgo”, ha añadido. “Habrá que tomar decisiones sobre alianzas estratégicas”, ha enfatizado. Paltsev también ha recalcado lo mucho que se habla de la República Democrática del Congo (RDC), por el cobalto necesario para las baterías y los impactos en el país, como la explotación infantil. Sin embargo, ha incidido: “Si nos fijamos en la propiedad de las minas, la RDC ostenta más o menos el 10%, el resto se lo reparten entre China y Europa”.

Sobre este nuevo mundo que se asoma a la gran transición energética renovables, Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, cree que se tendrán que responder tres grandes cuestiones : descarbonización, precios asequibles y seguridad de abastecimiento. “Cualquier cambio en la industria requiere innovación. Esa es la palabra clave porque sin ella es muy difícil avanzar. Y no solo hablo de tecnología, sino de cómo se hacen las leyes o cómo se relacionan las compañías con la sociedad”, ha dicho Reynés. En una mesa animada en debate, la economista italiana Mariana Mazzucato, profesora de la University College London y autora del éxito editorial El Gran Engaño, ha entrado a discutir directamente con Reynés el concepto de “innovación”. “En el nombre de la innovación se han hecho cosas malas, como las patentes en la industria farmacéutica o la reducción de impuestos, algo que ha aumentado la desigualdad”, ha dicho Mazzucato, que prefiere referirse a “transición ecológica”. “Tenemos que tener políticas transversales y una economía diversificada”, ha añadido.

Frente al presidente ejecutivo de Naturgy, Mazzucato ha llamado a hacer una transición en la que “se compartan las cargas y los beneficios”. Reynés ha recalcado por su parte que “las tecnologías están disponibles”, pero hay que conseguir que sean más asequibles. Y ha vertebrado parte de su discurso en el concepto de “compromiso”. “No hablemos de transición si no nos comprometemos. Necesitamos compromiso y tiempo”, ha dicho Reynés, para después quejarse del parón que han sufrido algunos grandes proyectos renovables por la oposición de algunas comunidades locales. “Debemos tener consciencia de que el objetivo (la transición verde) es para todos”, ha reclamado. Por su parte Mazzucato ha concluido valorando el papel de España. “Está en una muy buena posición con su agenda de transición ecológica justa”, ha dicho al tiempo que lanzaba loas a la exministra Teresa Ribera, ahora comisaria europea de Competencia y Transición Verde y Social. Mazzucato ha alertado sobre al ola populista que recorre Europa y ha pedido no olvidar lo ocurrido en la crisis financiera, cuando las dificultades económicas se llevaron por delante el liderazgo del país en renovables.

Desde el panorama más internacional al más local, el desafío climático toca todas las puertas. “Tenemos un problema de vivienda que hay que solucionar y hay que hacerlo rápido y con calidad”, ha comentado en la última intervención de este bloque climático Xavier Vilalta, arquitecto experto en sostenibilidad e innovación. Vilalta, impulsor de la arquitectura sostenible en la era de la emergencia climática, ha hecho un llamamiento a “la optimización de los recursos naturales” para que mediante la arquitectura se pueda “vivir en mayor armonía con la naturaleza”. Vilalta ha reivindicado la madera como el material ideal para ahorrar emisiones en la construcción y ha abogado por “rehabilitar en vez de derrumbar”. A su lado, Marta Mahmud, arquitecta del estudio Rafael de la Hoz, referente en arquitectura sostenible, ha pedido cuidar la arquitectura como “escenario de la vida: donde nacemos y perecemos”. En la última intervención del bloque que ha marcado la segunda jornada de esta primera edición del World In Progress Barcelona, Mahmud ha hecho un llamamiento que bien resume toda la jornada: “Tenemos que dejar un buen legado a las generaciones futuras”.



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Sobre la firma

Carlos Garfella
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.

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