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La dimisión del comisario europeo Thierry Breton abre otra herida en Francia

El movimiento se interpreta como un veto de Von der Leyen a la elección que ha hecho París de su representante en el Ejecutivo comunitario y la oposición acusa a Macron de colocar a sus “amigos”

Stéphane Séjourné
El exministro de Exteriores francés Stéphane Séjourné, este lunes en Atenas.Louiza Vradi (REUTERS)
Daniel Verdú

La noticia de la dimisión de Thierry Breton como comisario europeo, solo 24 horas antes de anunciarse oficialmente su continuidad en el cargo, ha generado cierta incomodidad en Francia, especialmente en las filas de la izquierda y del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Su paso a un lado en vísperas de su nombramiento (se esperaba que se mantuviera otra legislatura más como miembro francés del Ejecutivo comunitario) se ve como una claudicación del presidente, Emmanuel Macron, ante la presidenta de la Comisión Europea, que supuestamente ha vetado el nombre de Breton debido a los enfrentamientos que ambos han mantenido en los últimos tiempos. En la decisión de relevar a Breton y sustituirlo por el exministro Stéphane Séjourné se percibe un cierto agotamiento de la influencia de Macron en Europa y en las decisiones de su presidenta, Ursula von der Leyen, que llegó al poder, en gran medida, gracias al apoyo del jefe de Estado francés.

En el Elíseo, el asunto se ve algo distinto y fuentes de la institución insisten en que el debate no se ha centrado en las últimas semanas en una cuestión de nombres, sino en la relevancia de la cartera del futuro comisario: “Desde la Presidencia francesa del Consejo de la UE en 2022 y después en su segundo discurso en la Sorbona en abril de 2024, el presidente de la República ha defendido constantemente la obtención para Francia de una cartera clave de comisario europeo, centrada en los desafíos de la soberanía industrial, tecnológica y la competitividad. Este es el sentido de todos los contactos que ha mantenido con la presidenta de la Comisión Europea desde su elección por el Parlamento Europeo”. En esta legislatura, Breton ha ocupado la cartera de Mercado Interior.

Séjourné se perfila como vicepresidente Ejecutivo para Competitividad y Prosperidad, según explican fuentes comunitarias a EL PAÍS, aunque la presidenta Von der Leyen está cuadrando las últimas piezas del equipo que se prevé que presente este martes en el Parlamento Europeo, informa María R. Sahuquillo. En el Ejecutivo comunitario Breton tenía muchos activos para obtener una cartera relacionada con la industria, pero en una legislatura en la que la promoción de la competitividad de la UE frente a Estados Unidos y China y la seguridad económica serán una gran prioridad, la que puede ser la nueva cartera de Séjourné tendría más peso.

La decisión de nombrar a Séjourné, explicó el Elíseo en un comunicado, se tomó de acuerdo con el nuevo primer ministro, Michel Barnier. El futuro comisario fue presidente del grupo Renew (el grupo liberal) en el Parlamento Europeo durante la legislatura anterior y cumplía con todos los criterios requeridos, según evalúa la jefatura del Estado. “Su compromiso con Europa le permitirá llevar plenamente adelante esta agenda de soberanía”, apuntan. Pero la cuestión no es tanto su valía ―su edad, 39 años, no le permite tener una gran experiencia en los asuntos que tratará―, sino la sorprendente decisión de cambiar al candidato 24 horas antes de que fuera nombrado y que además el perfil elegido no sea el de una mujer, como reclamaba Von der Leyen, para poder constituir un Ejecutivo paritario.

La sensación es que Macron ha cedido en el último momento al ver que no lograba ampliar la influencia de Francia en su cartera, tal y como había negociado durante todo el verano con Von der Leyen. Esa lógica de agenda, creen en el entorno del Elíseo, es lo que primó en la discusión que Macron tuvo desde el día siguiente de las elecciones. El problema es que en un momento de esa prolongada discusión ―y los tiempos manejados son lo más sorprendente― pareció necesario que para obtener esa cartera de mayor peso la persona elegida tuviera también la confianza de Von der Leyen. Y Breton, que incluso había insinuado que los liberales no la votarían para repetir en el puesto, estaba muy lejos de serlo.

Séjourné, que hizo su Erasmus en Granada y habla perfectamente español, asegura que entró en política tras observar de cerca al PSOE andaluz. El nuevo comisario europeo, expareja del primer ministro dimisionario, Gabriel Attal, es también un macronista convencido surgido del ala izquierda del partido. Cuando fue nombrado ministro de Exteriores y Asuntos Europeos, muchos protestaron por sus antiguos lazos con Attal y por no ser un diplomático ni tener una gran experiencia. Su principal baza ahora para ocupar el puesto de Breton son los años que pasó en Bruselas como jefe de Renew, el partido que agrupa a las formaciones liberales en el Parlamento Europeo.

El entorno del presidente se resiste a hablar de un veto y emplaza a las voces críticas a comprobar este martes, cuando se conozcan oficialmente sus nuevas atribuciones, si la negociación ha sido fructífera. Habrá que comparar las competencias asignadas a Francia en 2019 y las de 2024. El deber del presidente es maximizar la cartera, según argumenta su entorno. Aunque eso implique sacrificios. Pero arrecian las voces, especialmente en las filas de la izquierda y del Reagrupamiento Nacional, que señalan que Francia ha sido tratada como un país pequeño de la Unión Europea. “Macron envía a su clon a la Comisión sin consultar a nadie y despreciando el voto de los franceses”, comentó la eurodiputada de La Francia Insumisa, Manon Aubry, en X. “El golpe de fuerza permanente continúa”, abundó.

“El clan por encima de todo. Una constante del macronismo”, reaccionó el diputado de Génération, Benjamin Lucas. “Pierden las elecciones, se apoderan de los cargos”, escribió en X el senador comunista Ian Brossat. “Nuestra democracia se ha convertido en un juego de sillas musicales entre perdedores, despreciando la soberanía popular”, añadió la diputada de La Francia Insumisa, Claire Lejeune, en la red social.

El anuncio del Elíseo también provocó reacciones de la extrema derecha. El eurodiputado del partido de Le Pen, Thierry Mariani, denunció “el arte de recolocar a los pequeños marqueses caídos del macronismo”, mientras que Laurent Jacobelli, del mismo partido, denunció lo que considera “la República de los amigos”. Nadie entiende tampoco por qué Macron, aprovechando la oportunidad de la dimisión de Breton, no ha propuesto como opciones a un hombre y a una mujer, como pidió Von der Leyen para intentar formar un Ejecutivo paritario.

Este episodio ocurre mientras el primer ministro, Michel Barnier, trabaja en la composición de su Gobierno. Sin embargo, en la mañana de este lunes, en Matignon se negaban a establecer un vínculo entre la renuncia en Bruselas y la posible entrada de Thierry Breton en un futuro Ejecutivo francés. Ambos dirigentes se conocen muy bien y se tienen aprecio, pero Barnier todavía no ha cerrado su lista de ministros.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes
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