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El francés Thierry Breton renuncia a ser comisario tras acusar a Von der Leyen de maniobrar para relevarle

Stéphane Séjourné, exministro de Exteriores francés, será el nuevo candidato de París. El hasta ahora comisario de Mercado Interior reprocha a la presidenta de la Comisión pedir a Macron su salida a cambio de una cartera más influyente para Francia

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, con Thierry Breton, en marzo.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, con Thierry Breton, en marzo.OLIVIER HOSLET (EFE)
Manuel V. Gómez

Thierry Breton se va de Bruselas pegando un sonoro portazo. El francés ha presentado este lunes su dimisión como miembro de la actual Comisión Europea “con efectos inmediatos” y renuncia a formar parte de la siguiente. El hasta ahora comisario de Mercado Interior ha enviado a primera hora una carta a la presidenta del Ejecutivo, Ursula von der Leyen, en la que la acusa de maniobrar para dejarle fuera del próximo Colegio de Comisarios: “Hace unos días, usted pidió a Francia que retirara mi nombre a cambio de una cartera influyente”, se lee en el texto divulgado en la red social X. Breton lamenta en la misiva que la alemana no haya discutido este asunto con él directamente “por razones personales”. Le sustituirá el liberal Stéphane Séjourné, hasta hace poco ministro de Europa y Asuntos Exteriores, que será también el representante francés en el Ejecutivo comunitario que debería tomar posesión en noviembre si se cumplen los plazos previstos.

Breton aprovecha la carta, además, para dejar claro que no comparte la forma en que Von der Leyen dirige la Comisión Europea. Subraya que este capítulo en el que pide que Francia cambie su candidato a comisario es otro más de una “gobernanza cuestionable”. La dura acusación a la alemana no sorprende. De hecho, fue muy llamativo que cuando el Partido Popular Europeo la nombró su candidata para repetir en el cargo en este quinquenio europeo, el francés ―que forma parte de la familia liberal― publicó un tuit haciéndose eco del escaso entusiasmo que despertaba Von der Leyen entre los conservadores del continente.

También contribuyó a deteriorar la relación en los últimos meses, apuntan fuentes comunitarias, el intento fallido el pasado abril de la jefa de la Comisión de nombrar al eurodiputado conservador alemán Markus Pieper como enviado especial para las pymes. La decisión de la presidenta provocó muchas resistencias en el Parlamento Europeo e, incluso, dentro del Colegio de Comisarios, hasta el punto de que varios miembros del Ejecutivo enviaron una carta a la presidenta criticando el proceso de designación. Entre los firmantes estaba Breton, que era el responsable de este sector.

Tras conocerse ya el nuevo nombre francés, la presidente tiene previsto anunciar la composición del nuevo Ejecutivo de la Unión este martes en Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo celebra su primer plenario a la vuelta del verano. No obstante, esta cita supone un retraso sobre la pretensión inicial de realizar el anuncio la semana pasada. Ahora ha llegado la dimisión de Breton, que se suma a la indefinición de Eslovenia, que sigue sin designar formalmente a la persona elegida, después de que renunciara su primera elección, Tomaz Vesel.

El ministro Stéphane Séjourné, este lunes en una rueda de prensa.
El ministro Stéphane Séjourné, este lunes en una rueda de prensa.Louiza Vradi (REUTERS)
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La formación de la próxima Comisión Europea está siendo muy polémica por las dificultades que ha encontrado Von der Leyen para que sea paritaria ―al menos un 40% de componentes de un género, hombre o mujer―. Nada más ser ratificada por el Parlamento Europeo, ella pidió que los Estados le remitieran dos candidatos de sendos géneros, salvo que la persona elegida fuera a repetir, como era el caso de Breton, o de otros como el letón Valdis Dombrovskis, el eslovaco Maros Sefcovic y la croata Dubravka Suica. Bélgica, en cambio, renunció a designar de nuevo a Didier Reynders y ha nominado a Hadja Lahbib, actual ministra de Asuntos Exteriores.

A pesar de esto y de que la designación de un hombre por parte francesa dificultaba el objetivo de la paridad, no parece que este haya sido el principal motivo de la exigencia de Von der Leyen. El propio Breton apunta a “motivos personales” y viene a ilustrar que en este último lustro ambos han mantenido una relación muy poco fluida, incluso con momentos de tensión. Para él, la alemana es muy presidencialista para dirigir un órgano que, por definición, es colegiado; para ella, el francés tiene mucha querencia a ir por libre.

Francia, no obstante, había apostado por Breton antes incluso de que el Consejo Europeo nominara a Von der Leyen para repetir como presidenta de la Comisión. Él mismo explica en la carta divulgada esta mañana que el 28 de junio, “en los márgenes del Consejo” ―es decir, en declaraciones antes de entrar a la reunión―, Macron anunció que el entonces comisario de Mercado Interior repetiría, algo que fue ratificado el pasado 25 de julio.

Breton no ha sido un miembro más de la actual Comisión. El francés siempre ha buscado protagonismo y su relación con otros miembros del Colegio, especialmente la danesa y vicepresidenta Margrethe Vestager, ha sido muy complicada. Muchas veces sus pasos han estado rodeados de polémica. La última de ellas llegó este mismo agosto, cuando pocas horas antes de que el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, mantuviera una conversación con Elon Musk en X, Breton envió una carta al dueño de la red social advirtiéndole de que tenía la obligación de controlar los bulos para cumplir con la legislación europea. La iniciativa no recibió respaldo alguno de Von der Leyen y, de hecho, los portavoces oficiales de la Comisión dejaron claro que había sido una acción exclusiva del francés sin ser consultada con el resto de comisarios.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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