Un eurodiputado de Orbán dimite por un altercado violento con una mujer mientras estaba borracho

Balázs Gyorffy, eurodiputado húngaro del partido ultraconservador Fidesz, ha presentado su dimisión este viernes después de protagonizar el jueves por la noche un episodio violento contra una mujer, que comenzó con una agresión verbal y derivó en una pelea. El político no ha ofrecido detalles del altercado, del que dice no acordarse, supuestamente por el estado de embriaguez en el que se encontraba. La Fiscalía lo investiga como sospechoso de alteración del orden público y lesiones graves, según medios húngaros.

“Anoche me enzarcé en una discusión de borrachos con una señora que, muy a mi pesar, derivó en violencia”, ha explicado brevemente en Facebook. “Aunque lamentablemente no recuerdo lo que pasó, lo que hice fue inaceptable”, añade el eurodiputado del partido del nacionalpopulista Viktor Orbán. Mediante ese comunicado, Gyorffy anuncia que deja todos sus cargos públicos y orgánicos, asume las consecuencias legales del incidente, y pide disculpas a los involucrados, a su familia y a sus votantes. “Estoy avergonzado”, dice como quien se acuerda más de lo que quiere admitir en medio de la resaca.

Según el tabloide húngaro Blikk, el político se encontraba en una discoteca en Budapest cuando increpó a una mujer y la situación escaló en una pelea de grupo con los acompañantes de esta. La policía tuvo que intervenir y un joven que se encontraba en el local y resultó herido requirió atención médica, según ese medio. Al ser eurodiputado, el agresor fue trasladado a la Oficina Central de Investigación del Fiscal General, que abrió una investigación.

Hace casi cuatro años un eurodiputado del partido ultraconservador y abiertamente homófobo, abanderado de la familia tradicional y los valores cristianos en Europa, protagonizó otro gran escándalo. Ocurrió en plena pandemia a finales de 2020, durante el confinamiento, cuando József Szájer, persona de confianza de Orbán e ideólogo del partido, fue sorprendido en una orgía gay con más de una veintena de hombres en un piso en el centro de Bruselas. Szájer —casado con la jueza Tünde Handó, que fue presidenta de la Oficina Nacional de la Judicatura— trató de huir descolgándose de una cañería con drogas en la mochila, un intento desesperado que añadió bochorno al episodio, pero no le evitó ser atrapado por la policía.

Gyorffy ocupaba el escaño en la Eurocámara desde las elecciones del pasado 9 de junio. Antes había sido durante 14 años diputado en el Parlamento húngaro y presidente de la Cámara Nacional de Agricultura.

Fidesz, impulsor del grupo ultra Patriotas por Europa —en el que se integran partidos de extrema derecha, como Vox, que niegan la violencia machista—, emitió un comunicado pocos minutos después de que Gyorffy publicase el suyo: “En Fidesz hay reglas y valores claros. Cualquiera que los viole no puede ser miembro de nuestra comunidad”, declaró la formación. “¡No toleramos la violencia, especialmente contra las mujeres!”, añadió.

El Parlamento húngaro, donde Fidesz y su socio de coalición KDNP encadenan varias supermayorías, aprobó en mayo de 2020 una resolución para rechazar el Convenio de Estambul, la iniciativa del Consejo de Europa para luchar contra la violencia machista. Como recuerda el digital húngaro Telex, el Gobierno de Orbán afirmó el año pasado que este tipo de violencia estaba en aumento en muchos países europeos por las políticas a favor de la inmigración de Bruselas y de la izquierda. Durante la votación en el Parlamento Europeo de la primera gran ley contra la violencia de género el pasado abril, los diputados ultras húngaros eligieron abstenerse.

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