Ni Claudia ni Xóchitl: el desapego marca el voto mexicano en el exterior
El INE ha recibido 75.000 sufragios del exterior emitidos por correo e Internet. El 2 de junio se podrá votar de forma presencial en 23 consulados
El cruce de la calle nueve y central en el centro de Los Ángeles es un pedazo de México. Hay taquerías de carnitas en las banquetas, marchantes que venden fruta fresca y los únicos comercios donde se venden piñatas. A esta escena solo la distingue una cosa: no hay a la vista pendones ni propaganda electoral como la que cubre a los mercados y ciudades al sur de California. El proceso electoral del 2 de junio está fuera de las preocupaciones de muchos mexicanos en el exterior.
“Los presidentes son bien ratas, se han cansado de robarle a México”, opina Margarita Torres, de 53 años. Originaria de Tepeaca, Puebla, lleva en California desde 1994. Tras su llegada a Estados Unidos se empleó como costurera, pero considera que el negocio se ha ido a pique. Desde hace seis años, administra un pequeño puesto de comida callejero junto a su esposo, también mexicano. “Los que estamos aquí no sabemos en qué va a acabar México. Entre tanto asesinato, tanto asalto. Se lo van a acabar. ¿Por qué cree que estamos aquí de refugiados?”, añade.
Margarita tiene credencial del INE, lo que le permite participar en las elecciones. No lo hará porque no le llama votar por ninguna de las candidatas, ni la oficialista Claudia Sheinbaum, puntera en los sondeos, ni por la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez. De Jorge Álvarez Maynéz apenas ha oído. Admira al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. “Ese sí es bueno. Si se quedara otros seis años, feliz por mí”, asegura.
Los mexicanos en el extranjero participarán el 2 de junio por primera vez en una elección en la que López Obrador no figura como candidato. El voto en el exterior se hizo realidad en 2006, la primera ocasión en la que el hoy presidente apareció en una boleta en busca del cargo. Entonces se registraron 40.800 personas para votar y se recibieron 32.000 votos. El 35,8% de los residentes en el exterior votaron por Felipe Calderón, quien ganó la presidencia bajo sospecha de fraude, seguido de un 35,3% de AMLO.
En 2012 se contaron apenas 8.000 sufragios más que seis años antes. Esas 40.000 boletas eran menos del 0,01% de la votación efectiva recibida en el triunfo de Enrique Peña Nieto. En 2018 se registró la mayor votación desde el extranjero hasta el momento. Fueron contados 98.470 votos, el 77% emitido desde Estados Unidos.
El número de votantes en el extranjero ha crecido desde entonces y a pesar de que por ley las candidatas no pueden hacer campaña en el extranjero. Este año hay 223.000 mexicanos en la lista nominal. La cifra, aunque la mayor de la historia, es una fracción diminuta de la diáspora mexicana, que supera los 12,1 millones de personas. Los votantes registrados son incluso menos de las 1,5 millones de credenciales para votar que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha entregado en el exterior en este ciclo electoral.
“Esperamos al menos el porcentaje de votación histórico desde el extranjero, que ha sido del 60%. Esa es nuestra expectativa y creemos que podemos tener un buen número”, asegura Cuitláhuac Osorio, el director del registro federal de electores del INE. El funcionario explica cómo el organismo, la autoridad electoral mexicana, ha intentado hacer más fácil la votación. Una reforma de 2014 aumentó a tres las opciones para votar desde el exterior: postal, por Internet y presencial en una urna electrónica instalada en 23 consulados.
Las modificaciones a las normas de hace una década permiten que, además de presidente, se pueda votar por senadores y gobernadores. Esto es solo posible para los ciudadanos cuyo Congreso estatal ha aprobado el voto en el extranjero. Solo 23 de las 32 entidades lo avalan. Este año, por ejemplo, los veracruzanos en el extranjero no podrán elegir mandatario local.
A una semana de las elecciones, el INE ha recibido 30.500 votos por correo, el 54% de quienes prefirieron esa vía. Estos paquetes son almacenados en una bodega y serán abiertos la jornada electoral. La mayoría en el extranjero, no obstante, eligió votar por Internet. Este sistema fue habilitado el 18 de mayo y recibirá sufragios hasta las seis de la tarde, en la hora del centro de México, del 2 de junio. Unas 45.000 personas habían votado durante la primera semana en la Red.
“Estos votos viajan encriptados y se depositan en una bóveda electrónica que se habilitó y será abierta hasta el 2 de junio a las 18.30 de la tarde. Solo sabemos cuántas personas han votado, pero no el sentido del voto”, explica Osorio.
Madrid, sobre Los Ángeles
Otras 15.000 personas están llamadas a votar de forma presencial en uno de los 23 consulados en los que habrá una urna electrónica. La mayoría de estas máquinas se encuentran en Estados Unidos, donde reside el grueso de los mexicanos en el exterior. En este país habrá 20 consulados que servirán como casillas electorales. Los otros tres estarán en Madrid, España; París, Francia y Montreal, Canadá.
El registro de votantes en Madrid ha superado al de Los Ángeles, la ciudad con más mexicanos en el mundo después de Ciudad de México. Unas 1.989 personas han pedido votar en la capital española mientras que son 1.362 los angelinos. En Chicago, otra ciudad receptora de mexicanos, hay 1.317 personas inscritas.
Desde el INE explican que por primera vez habrá en cada una de estas 23 representaciones diplomáticas 1.500 boletas electrónicas que podrán ser marcadas por cualquiera que tenga una credencial de elector vigente, sin importar si fue expedida en México o el extranjero. Esto intenta replicar el modelo de las casillas especiales, que permiten sufragar a quienes están de viaje o en tránsito durante la jornada. Osorio explica que la presión ciudadana hizo elevar el número de votos de 1.000 a 1.500 para este año.
A pesar del esfuerzo por ampliar el derecho al voto, Ignacio Morales no participará en los comicios. Originario de Santa María del Cobre, es parte del grupo más nutrido de la diáspora mexicana en Estados Unidos, los michoacanos. Vive en Los Ángeles y no pudo tramitar a tiempo la credencial por una serie de líos burocráticos. Está tranquilo con lo que cree será el resultado. “Estoy a gusto con el presidente que tenemos y creo que está bien la candidata que va a poner”, asegura. Es la voz de la mayoría silenciosa que vive en elextranjero pero no vota.
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