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Sunak propone recuperar el servicio militar obligatorio en el Reino Unido si es reelegido

Todos los jóvenes de 18 de años podrían elegir entre 12 meses en el Ejército o una semana al mes de trabajos sociales. Los conservadores admiten que no habrá pena de cárcel para los insumisos

Sunak servicio militar Reino Unido
Militares británicos forman a soldados ucranios en una base del sur de Inglaterra, el pasado febrero.LEON NEAL (Getty Images)
Rafa de Miguel

En tiempos desesperados, soluciones desesperadas. Rishi Sunak, a quien las encuestas pronostican un histórico batacazo electoral el próximo 4 de julio, intenta por todos los medios despertar el corazón conservador que posee una gran parte de los británicos. El primer anuncio sorpresa de esta larga campaña ha sido el compromiso de recuperar el servicio militar obligatorio para todos los jóvenes—mujeres y hombres— de 18 años. Bajo el nuevo Servicio Nacional Obligatorio (que el Reino Unido, como gran parte de los países europeos, abandonó a mediados de los sesenta del siglo pasado), los británicos que alcancen la edad adulta deberán trabajar durante 12 meses para las Fuerzas Armadas, o bien una semana al mes durante un año en servicios sociales para la comunidad, que pueden incluir también emergencias médicas.

La opción de un año completo incluye la posibilidad de entrenar en materia de ciberseguridad militar.

“A todos aquellos que se quejan y consideran poco razonable que el servicio nacional sea obligatorio les digo: la ciudadanía conlleva tantas obligaciones como derechos. Ser británico es algo más que compartir una fila concreta cuando se pasa por el control de pasaportes”, ha defendido Sunak la propuesta de su partido en una tribuna del diario Mail on Sunday.

La puesta en marcha del nuevo plan supondría cerca de 3.000 millones de euros anuales, según cálculos del Gobierno británico.

Todavía es pronto para determinar si la promesa cobrará vuelo o será una nueva torpeza que los conservadores intentarán enterrar a toda prisa. De momento, durante las primeras horas posteriores a lanzarla públicamente, Sunak y su equipo han tenido que dedicar sus esfuerzos a convencer a los medios y a los votantes de que nadie irá a la cárcel si se niega a cumplir esta nueva mili.

“No va a haber ningún tipo de sanción penal. Nadie irá a prisión por esto”, ha insistido el ministro del Interior, James Cleverly, este domingo en Sky News. “Parte del empeño responde a la necesidad de ser útil a las fuerzas armadas, pero la verdadera razón de la medida es la de intentar construir una sociedad más cohesionada, donde los ciudadanos se mezclen entre ellos más allá de sus respectivas burbujas, ya sea a través de un servicio militar o a través de un servicio civil uniformado o no uniformado”, intentaba explicar Cleverly.

Detrás de la nueva propuesta hay, sobre todo, estrategia política, pero también cierta lógica nacional. La primera tiene que ver con intentar frenar el discurso nacionalista y populista del Reform Party, la formación puesta en pie en su día por Nigel Farage, y que actualmente podría robar votos y hacer mucho daño a las expectativas electorales de los tories. Pero, además, Sunak ha colocado en el centro de su mensaje político de los últimos meses la necesidad de reforzar la capacidad militar del Reino Unido. Sus discursos recientes dibujan un mundo inseguro y repleto de amenazas —Rusia, China, tensión en Oriente Próximo...— al que promete dar respuesta, como muestra su compromiso de aumentar al 2,5% del presupuesto el gasto en defensa.

Las propias fuerzas armadas han reclamado un mayor compromiso de la sociedad ante ese panorama. El jefe del Estado Mayor británico, el general Patrick Sanders, sugirió en enero, durante un discurso en Londres, que debía seguirse el ejemplo de otros países, como Suecia —con servicio militar obligatorio desde 2017—, y “adoptar pasos preparatorios para que la sociedad comience a adaptarse a una situación prebélica”, algo que, según él, sería “no solo deseable, sino esencial”.

El Gobierno de Sunak descartó tajantemente en ese momento la posibilidad de recuperar el Servicio Nacional Obligatorio, que ahora ha decidido presentar como gran sorpresa de campaña.

‘Mili’ frente a voto

La oposición laborista ha cargado contra una propuesta sorpresa que ha calificado de “desesperada”, sin una verdadera previsión de gasto, y que responde, según ellos, al deterioro sufrido por el Ejército después de 14 años de gobiernos conservadores. “Han vaciado a las Fuerzas Armadas hasta dejarlas tan reducidas como en los tiempos de Napoleón”, ha dicho un portavoz de la formación de izquierdas.

Para atraerlo o espantarlo, el electorado británico joven se ha convertido en el centro del debate electoral en los primeros días de la campaña. El candidato del Partido Laborista, Keir Starmer, ha prometido que rebajará la edad legal para votar a los 16 años. “Si puedes trabajar o puedes pagar impuestos, si puedes incorporarte a las Fuerzas Armadas, también deberías ser capaz de votar”, ha anunciado Starmer.

Una encuesta reciente de YouGov señala que solo el 10% de los jóvenes británicos comprendidos entre los 18 y los 24 años respaldan el Servicio Nacional Obligatorio, frente a un apoyo del 46% por parte de los mayores de 65 años, que son el núcleo del electorado conservador y los que más acuden a las urnas.

Un 57% de esos mismos jóvenes, también según la misma empresa de sondeos, tiene intención de votar al Partido Laborista.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.
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