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El Reino Unido y Letonia lanzan una coalición para enviar drones a Ucrania

La OTAN advierte de que el retraso de la ayuda de EE UU a Kiev ya tiene consecuencias sobre la guerra con Rusia

Guerra de Rusia en Ucrania
Un militar ucranio, con una partida de los llamados drones con vista en primera persona (FPV), que pueden llevar carga explosiva, en Kiev el 14 de febrero.VIACHESLAV RATYNSKYI (REUTERS)
María R. Sahuquillo

Con la guerra de Rusia contra Ucrania estancada y en el inicio de un año difícil para Kiev, el Reino Unido y Letonia han anunciado este jueves la creación de una coalición para enviar miles de drones al país invadido. Estas aeronaves no tripuladas, también los llamados drones marinos, tienen un papel destacado en la contienda, para Ucrania —que además se enfrenta a la falta de munición— y para las tropas del Kremlin. La coalición liderada por el Reino Unido (que a principios de año anunció unos 233 millones de euros para drones) y Letonia, y de la que forman parte también Países Bajos, Dinamarca, Estonia, Suecia y Alemania, según fuentes diplomáticas, puede sumar más miembros en los próximos meses. El acuerdo incluye también el envío de las llamadas aeronaves con vista en primera persona (FPV), ligeras y más asequibles, de manejo más sencillo y que pueden servir para reconocimiento, pero también para ataque si son equipadas con munición. En Ucrania la situación sobre el terreno es complicada, con las tropas exhaustas y el debate sobre nuevos reclutamientos, aunque ha logrado recuperar alrededor del 50% del territorio que Rusia había ocupado con la invasión. Mientras, el Kremlin se prepara para lanzar otra ofensiva a principios de verano, según fuentes de inteligencia.

El anuncio, hecho durante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, se produce cuando la guerra lanzada por Vladímir Putin va a entrar en su tercer año y mientras Ucrania espera que Estados Unidos desbloquee el paquete de 55.000 millones de euros (60.000 millones de dólares) que lleva congelado meses por las luchas internas, sobre todo de los republicanos, y que ahora, tras superar una votación en el Senado, se enfrenta a una prueba difícil en la Cámara de Representantes. Los aliados europeos de Kiev temen quedarse solos en el sostén del país invadido y también observan con profunda preocupación el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El republicano ha cargado en numerosas ocasiones contra la política del presidente Joe Biden sobre Ucrania.

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, ha criticado este jueves las declaraciones del fin de semana de Trump, que aseguró que no defendería de Rusia a un aliado de la OTAN que gaste poco en defensa, contraviniendo el compromiso de seguridad mutua de la Alianza. “Esas declaraciones son absolutamente inaceptables”, ha dicho en Bruselas. “La verdadera fuerza de la OTAN es que estemos todos unidos y, por lo tanto, en este momento hacer declaraciones como las que ha hecho Trump sin ninguna duda es hacer un guiño clarísimamente a Putin”, ha añadido. Robles ha hablado también de la dificultad del momento y de las características complejas del campo de batalla.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha advertido de que el retraso de ese paquete de apoyo ya está teniendo consecuencias. “Ya vemos el impacto del hecho de que EE UU no haya podido tomar una decisión [sobre la ayuda], pero espero que sí pueda hacerlo, que el Congreso y la Cámara de Representantes acuerden un apoyo continuo a Ucrania, porque si permitimos que gane el presidente Putin no solo será malo para los ucranios, una tragedia, sino que también será peligroso para nosotros”, ha dicho antes de la reunión de ministros. “Hará que el mundo sea aún más peligroso para nosotros y nos dejará más vulnerables”, ha remarcado.

Guerra de drones

Con las tropas a dieta de munición en el frente de batalla debido a la lentitud de suministro de los paquetes prometidos por la UE y las armas occidentales deterioradas por el uso, Ucrania está apostando por las aeronaves no tripuladas. El conflicto es una batalla de artillería convertida ahora en una lucha de posiciones, pero también se está transformando en la guerra de los drones. Moscú y Kiev poseen aparatos militares que vuelan largas distancias y con gran potencia de ataque. Además, ambos emplean drones para resolver tareas en el campo de batalla, corregir fuego de artillería y abrumar a los sistemas de defensa aérea. Moscú los usa, además, como enjambres, combinados con misiles.

También han aumentado el uso de drones civiles adaptados a uso militar (como drones FPV), que pueden costar entre 2.000 euros, los más tácticos, y 400 euros, así como los que enlazan munición para lanzarla a posiciones enemigas.

Ucrania, que habla de un “ejército de drones”, está poniendo en marcha un proyecto para entrenar a 2.600 pilotos de drones FPV y analiza cómo integrar la inteligencia artificial en la estrategia. Además, está desarrollando una doctrina especial y unidades dentro de su ejército, según fuentes militares. Sin embargo, se enfrenta a la potencia de las contramedidas que Rusia despliega para proteger a sus equipos y a los sistemas de guerra electromagnética (conocida como EW), como el Shipovnik Aero, que las tropas del Kremlin usan para derribar drones ucranios, y que también puede afectar a la navegación del aparato o la comunicación con el piloto.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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