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La iniciativa ucrania de una amplia coalición de paz logra un éxito con la asistencia de China a las conversaciones de Yeda

Enviados de alrededor de 40 países se dan cita este fin de semana en la ciudad saudí en torno a la hoja de ruta de 10 puntos trazada por Zelenski para lograr una salida a la guerra

Guerra de Rusia en Ucrania Volodímier Zelensky
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, durante una visita a Donetsk.
Óscar Gutiérrez (ENVIADO ESPECIAL)

Ucrania no solo avanza —aunque sea pedazo a pedazo de tierra— en el frente bélico del sur y este del país. También lo hace ahora en la batalla diplomática. China, gran aliado de Rusia, ha anunciado este viernes que el diplomático Li Hui, representante especial para asuntos euroasiáticos, viajará este fin de semana a la ciudad saudí de Yeda para participar en las conversaciones sobre el plan de paz propuesto por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, en declaraciones a Interfax-Ucrania, ha celebrado la asistencia de Pekín: “La noticia de que China envía a Li Hui a Yeda es un gran avance”.

La delegación de Pekín se une así a cerca de otras 40 legaciones diplomáticas ―entre ellas, las enviadas por Estados Unidos y países de la UE― que, a través de funcionarios de alto rango, se sentarán en la mesa para tratar de alcanzar una posición común a partir del plan de paz de 10 puntos que Zelenski expuso en noviembre del pasado año, y con los que trabaja desde entonces en la trinchera política.

El objetivo de Kiev es extender la coalición de países aliados más allá de Occidente y reunir también al denominado Sur Global, para lo que la asistencia al encuentro de países como China, la India, Brasil o Sudáfrica es fundamental. La aceptación de Pekín a la invitación cursada por Kiev es, no obstante, el gran espaldarazo a la hoja de ruta ucrania.

“China está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional”, ha señalado en un comunicado el portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin, “para continuar desempeñando un papel constructivo en la promoción de una solución política a la crisis en Ucrania”. Li Hui, exembajador en Moscú, es el diplomático elegido por el presidente chino, Xi Jinping, para negociar con los gobiernos de Ucrania y Rusia, con los que tiene abiertos canales de comunicación. A finales de mayo, Li realizó una gira por varias capitales europeas, en la que pudo además verse en Kiev con el presidente Zelenski y, en Moscú, con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Entre las conclusiones a las que llegó Li tras aquella misión es que ninguno de los contendientes estaba listo para sentarse a conversar sobre la paz.

Unas semanas después, a finales de junio, se celebró una primera reunión sobre el proceso de paz en Copenhague. Este ha sido hasta ahora el intento más ambicioso para impulsar el diálogo, con la presencia de enviados de, entre otros, la UE, Estados Unidos, Brasil, Sudáfrica, la India y Turquía ―las mismas delegaciones que se prevé que acudan a Yeda―. Al margen de ligeros progresos, aquella cita no contó con la participación de China, pese a la invitación enviada por Kiev.

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Sobre la mesa de Yeda estarán los 10 puntos trazados por Zelenski como plan de paz. Como plato fuerte, el más espinoso: Kiev exige la retirada de las tropas rusas de todo su territorio y la restauración de la soberanía e integridad ucranias. Además, Zelenski incluye en su propuesta la protección de los suministros alimentarios y energéticos, la seguridad nuclear y la liberación de todos los presos, así como la puesta en marcha de un tribunal para juzgar los crímenes de guerra rusos.

Se prevé que los asistentes a la ciudad saudí, muchos de ellos integrantes de ese Sur Global, dediquen parte de las conversaciones a hablar sobre el bloqueo a la exportación de cereales por el mar Negro tras la retirada de Rusia del acuerdo del grano. El Gobierno ucranio ha denunciado que los últimos bombardeos de Moscú contra infraestructura agrícola han causado la pérdida de más de 40.000 toneladas de sus silos, que tenían como destino países del sur.

Rusia observa

“En Arabia Saudí”, ha manifestado este viernes el asesor del Gobierno ucranio Mijaílo Podoliak, “se están sentando las bases de una nueva arquitectura política global.” “Esta arquitectura ya no tendrá la ‘subjetividad agresiva de la Federación Rusa’, que ha provocado inestabilidades claves en los últimos 15 a 20 años”, ha añadido el asesor de Zelenski.

Rusia no está invitada a la reunión de Yeda, como tampoco lo estuvo a la de Copenhague. No obstante, Moscú ha señalado que seguirá la cita celebrada bajo los auspicios de Arabia Saudí. “Queda por ver qué objetivos se establecen y de qué manera planean hablar realmente los organizadores”, dijo el pasado lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “Hemos dicho repetidamente que cualquier intento de contribuir de alguna manera a un acuerdo pacífico merece una evaluación positiva”, añadió.

Salvo Rusia, se prevé que el resto de países pertenecientes al bloque de los BRICS, que completan Brasil, la India, China y Sudáfrica, envíen este fin de semana a sus delegados al país árabe para hablar de la paz en Ucrania. Este grupo, con una influencia creciente, se ha convertido en uno de los nuevos estandartes de Moscú frente a las sanciones de Occidente. La adhesión a las negociaciones de paz de la India, aliado también del Kremlin y buen cliente en el comercio de crudo ruso, se antoja también positiva para Kiev. Y más aún si se tiene en cuenta que Nueva Delhi presidirá la próxima reunión del G-20 en septiembre.

Los BRICS celebrarán entre el 22 y 24 de agosto en Johannesburgo su próxima cumbre, a la que no asistirá el presidente ruso, Vladímir Putin, contra el que pesa una orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Este y sur del frente

A punto de que empiecen las conversaciones, la batalla continúa en el frente. Casi 18 meses después de que Putin ordenara a sus fuerzas militares invadir el país vecino, el ejército ucranio trata de avanzar en los flancos este y sur del frente en la contraofensiva lanzada a finales de mayo. Según ha informado en sus últimos informes el centro de análisis Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en sus siglas en inglés), con sede en Washington, los militares ucranios han centrado su arremetida en tres puntos del sureste del país: Berdiansk, Melitopol y Bajmut.

Mientras, Moscú resiste y mantiene bombardeos constantes contra zonas fuera de su control, como en las provincias de Járkov y Jersón ―dos ataques en 72 horas contra el mismo hospital―, así como el acoso de sus drones en la capital ucrania, Kiev.

Zelenski cifró este jueves en 1.961 los aparatos no tripulados Shahed, de fabricación iraní, lanzados por Moscú contra territorio ucranio. “Un número significativo de ellos han sido derribados”, apuntó el presidente ucranio en su cuenta de Telegram, “pero, por desgracia, no todos”. En efecto, las defensas antiaéreas han reducido notablemente el alcance de estos drones, si bien Zelenski aprovechó su comunicado para pedir a sus diplomáticos que trabajen más para lograr más sistemas de defensa antiaérea.

Según las últimas cifras registradas por la oficina de Derechos Humanos de la ONU, 9.369 personas han perdido la vida y otras 16.646 han resultado heridas desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022.

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Sobre la firma

Óscar Gutiérrez (ENVIADO ESPECIAL)
Periodista de la sección Internacional desde 2011. Está especializado en temas relacionados con terrorismo yihadista y conflicto. Coordina la información sobre el continente africano y tiene siempre un ojo en Oriente Próximo. Es licenciado en Periodismo y máster en Relaciones Internacionales

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