España se suma a los miembros del G-7 para ofrecer a Ucrania “compromisos de seguridad”
El Reino Unido, Estados Unidos y otros socios de la OTAN firman un acuerdo clave con Kiev para garantizar que las armas sigan llegando
Los miembros del G-7, las democracias más industrializadas del planeta, han ofrecido a Kiev nuevos “compromisos de seguridad para Ucrania” para tratar de blindar al país agredido por Rusia. Cuando Ucrania ha superado los 500 días de batalla contra la invasión lanzada por el Kremlin, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países que no son parte del G-7, pero sí de la OTAN, como España, han firmado este miércoles, en los márgenes de la cumbre de la Alianza en Vilnius (Lituania), un importante acuerdo con Kiev para garantizar no solo que las armas sigan llegando, sino también tecnología para producirlas, intercambio de inteligencia y que se pondrán en marcha más misiones de entrenamiento. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que España se suma al proyecto de proporcionar “ayuda económica, militar y financiera” a Kiev.
Los pactos de seguridad, que adelantó EL PAÍS y que se han plasmado en una declaración conjunta del G-7 que luego se completará a través de pactos bilaterales con Ucrania, han endulzado un poco la frustración del presidente Volodímir Zelenski, que el martes criticó que la invitación que los aliados han acordado extender en el futuro a Ucrania está vinculada a “condiciones” indefinidas y no tiene un cronograma claro. Crítica que ha causado gran malestar entre una buena parte de los aliados. Sobre todo en Estados Unidos, que ya consideraba que había ido lejos con la promesa de la “invitación”.
Los nuevos acuerdos, liderados por Estados Unidos y el Reino Unido, no llegan a componer la arquitectura de “garantías de seguridad” que otorga el artículo 5 de la OTAN —que dispone que un ataque a un aliado es una agresión a todos— y se cuidan mucho de usar ese término, que podría implicar una hipotética entrada en la guerra. Lo que buscan es crear una importante coraza armada en torno a Ucrania que sea tan moderna y potente que emita una señal hacia Rusia de que el apoyo aliado es duradero y sin fisuras. Algunas voces han bautizado esta fórmula como “modelo puercoespín” y puede ser similar a los acuerdos de Estados Unidos con Israel, país al que proporciona armamento poderoso. La UE, que entrega a Ucrania ya importantes paquetes de apoyo, también ha suscrito la declaración.
“Al igual que han hecho la mayor parte de otros países durante la reunión, España ha decidido sumarse a esta declaración”, ha anunciado Sánchez en una rueda de prensa en Vilnius. “Lo que damos es una certidumbre de apoyo en el medio y largo plazo a Ucrania. Garantizamos la provisión de ayuda económica, militar, financiera. Es un mensaje de cohesión y unidad. Es un mensaje que ese país necesita. Le da horizonte a Ucrania”, ha añadido.
Zelenski se ha mostrado este miércoles medianamente satisfecho con el marco de relación que la OTAN ha acordado para Ucrania. “Los resultados de la cumbre son buenos, pero si hubiera una invitación [concreta] serían ideales”, ha lanzado el mandatario ucranio en una rueda de prensa junto al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en la que ha suavizado el tono crítico del martes y ha alabado los compromisos de seguridad que se dispone a firmar con los miembros del G-7 y otros países. “Son un hecho, algo tangible. Y va a ser esencial en nuestro camino hacia la OTAN”, ha remarcado.
Pese a la falta de un cronograma claro para su adhesión, la Alianza ha eliminado un paso burocrático habitual para Kiev en su camino hacia el ingreso (el llamado Plan de Acción para la Membresía, MAP, que marca las pautas concretas a cumplir), ha aprobado un nuevo plan de apoyo económico y ha lanzado el Consejo OTAN-Ucrania, que eleva su relación diplomática. Todo tras una ardua negociación durante semanas entre los aliados más prudentes, como EE UU, y los más partidarios de allanar el camino todo lo posible, como los bálticos. Stoltenberg ha asegurado que Ucrania está ahora “más cerca que nunca” de la OTAN. “Las garantías, los documentos, las reuniones del consejo son importantes, pero la tarea más urgente ahora es asegurar suficientes armas [para Ucrania]”, ha dicho.
Para muchos aliados, como EE UU, el paso emprendido con Ucrania, al pronunciar la palabra invitación y, sobre todo, el eliminar el paso del MAP, ha sido muy importante. Por eso, las críticas del martes de Zelenski, antes de que la declaración de la cumbre estuviera cerrada y a modo de presión, han sentado mal. El ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha advertido este miércoles de que Ucrania debería persuadir a los legisladores estadounidenses y a los “políticos de otros países que tienen dudas” de que el apoyo “merece la pena”. “Nos guste o no, la gente quiere ver gratitud”, ha dicho el británico, que ha relatado que en uno de sus viajes, el año pasado, a Kiev, cuando el equipo de Zelenski le presentó una lista de peticiones de armamento les comentó que el Reino Unido “no es Amazon”.
Tras el chirrido de la declaración de su ministro de Defensa a la prensa británica, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, uno de los impulsores de los “compromisos de seguridad” para Ucrania, ha salido al paso y ha tratado de quitar hierro al comentario y ha asegurado que el líder ucranio siempre agradece el apoyo.
Zelenski respondió a Wallace con cierta sorna: “Siempre estamos agradecidos al Reino Unido, al primer ministro y al ministro de Defensa porque siempre nos apoyan. No sé a qué se refería [Wallace]. No sé de qué otro modo podemos mostrar nuestro agradecimiento. Podemos despertarnos cada mañana y darle las gracias personalmente al ministro”.
Reformas democráticas
La declaración conjunta, firmada por todos los miembros del G-7 (integrado por EE UU, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Italia y el Reino Unido, además de la UE como invitada), incluye compromisos de ayuda para que Ucrania emprenda sus reformas democráticas y la modernización del Ejército. También establece que los aliados apoyarán a Ucrania en los próximos años para poner fin a la guerra y disuadir y responder a cualquier ataque futuro. Es la primera vez que tantos aliados han rubricado un acuerdo integral de seguridad a largo plazo de este tipo con otro país, según fuentes británicas. Además de España, otros socios que no están en el G-7, como Países Bajos o Rumania, también firmarán pactos políticos con Ucrania, aseguran fuentes aliadas.
El presidente ucranio también ha celebrado varias reuniones bilaterales en Vilnius tras las que comenzarán a llegar los pactos con los países: cada Estado decidirá qué proporciona y en qué circunstancias, según fuentes aliadas; algunos tendrán que consultar con sus respectivos parlamentos. El nuevo marco de seguridad se ha anunciado en paralelo a la cumbre, con la intención de complementar esa perspectiva de adhesión futura. Y, sobre todo, garantizar a Ucrania el compromiso de apoyo y una fortísima señal hacia Rusia.
Tras reunirse con el mandatario ucranio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado a Zelenski: “Prometo que Estados Unidos está haciendo todo lo posible para proporcionarle lo que necesita. Espero que pronto podamos tener la celebración oficial de su membresía de la OTAN”.
En Vilnius también se han anunciado nuevas entregas de armamento a Ucrania, como la adelantada el martes por el presidente francés, Emmanuel Macron, que prometió a Ucrania misiles de mayor alcance. El Reino Unido ya entregó este año a Kiev misiles Storm Shadow de largo alcance (unos 250 kilómetros) que, según los analistas militares, han supuesto una diferencia en el campo de batalla. Mientras, Alemania anunció el martes también un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 700 millones de euros que incluye dos lanzaderas de los sistemas de defensa antiaérea Patriot, 40 vehículos de infantería de combate Marder, 25 tanques y 20.000 proyectiles de artillería.
El Kremlin ha cargado este miércoles contra la iniciativa del G-7 y ha asegurado que la fórmula de brindar compromisos de seguridad para Ucrania “invade” la seguridad de Rusia. “Esto está lleno de peligros a medio, largo e incluso a corto plazo. Tendrá consecuencias muy negativas”, ha amenazado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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