Herido grave el escritor y paramilitar ruso Zajar Prilepin al estallar una bomba en su coche

El escritor y voluntario ruso en la guerra de Donbás, Zajar Prilepin (Riazán, 47 años), ha resultado herido este sábado por la mañana al estallar una bomba colocada en el camino que recorría su coche en la región de Nizhni Nóvgorod, a unos 400 kilómetros al este de Moscú. El conductor del vehículo ha fallecido y el novelista, autor de prestigio internacional, ha sido inducido en coma tras ser operado, según informaron las autoridades regionales. El atentado tuvo lugar en el pueblo de Pionerski, a unos 50 kilómetros de la capital regional. La explosión partió el coche en dos y dejó un hoyo en el suelo. El artefacto que destrozó su Audi fue activado a distancia y tenía una capacidad explosiva equivalente a dos kilogramos de TNT, según las autoridades. El intento de asesinato ha sucedido apenas un mes después de que otro artefacto explosivo segase la vida del bloguero y paramilitar separatista Vladlén Tatarski en un café de San Petersburgo. El Ministerio del Interior ruso ha informado de la detención de dos sospechosos relacionados con el ataque.

El novelista fue trasladado en helicóptero a un hospital en estado consciente. Según publica el diario Baza, en el automóvil también viajaba la hija del escritor, pero se había bajado del vehículo justo antes de la explosión. El primer detenido, Alexánder Permiakov, es un ciudadano ucranio nacido en 1993, según la versión oficial rusa. El segundo, otro hombre al que llaman Serguéi y que, según el canal Baza, alquiló un piso —del que no se ofrece ningún detalle— y se identificó ante el casero como oriundo de Izium, en la región ucrania de Járkov. Según las fuentes del medio ruso Baza, la policía le localizó en el apartamento.

El Comité de Investigación ruso, un organismo que combina funciones de policía y fiscalía, ha publicado un vídeo del interrogatorio de Permiakov en el que este reconoce haber sido reclutado por los servicios de inteligencia ucranios en 2018 y que entró en Rusia el pasado año para atentar contra el novelista. Según Moscú, tras accionar los explosivos de forma remota, el sospechoso intentó huir a través de un bosque, pero fue localizado y detenido.

El escritor resultó herido grave y ha requerido intervención quirúrgica en un hospital de Nizhni Nóvgorod con asistencia de otros médicos de Moscú. “La operación ha sido exitosa. Zajar recobró el sentido al acabar, pero le han inducido en coma para que se recupere más rápido”, ha manifestado el gobernador de la región, Gleb Nikitin.

Varias obras de Prilepin —cuyo apellido real es Yevgueni— han sido traducidas a otros idiomas y ha colaborado en numerosos medios, algunos de ellos extranjeros. En España se publicó en 2012 Patologías, (Sajalín Editores) una de sus obras más conocidas, sobre el conflicto de Chechenia. El escritor fue en su juventud miembro del Partido Nacional Bolchevique fundado por Eduard Limónov y el filósofo ultranacionalista ruso Alexánder Dugin, y entre 2016 y 2018 se unió como paramilitar a los separatistas apoyados por el Kremlin en el este de Ucrania. Prilepin fue nombrado comandante de un batallón bautizado en su honor. Prilepin se refirió a este batallón en una entrevista concedida en 2017 al diario oficialista Komsomólskaya Pravda: “Ha sido creado por iniciativa mía y nos esforzaremos para que nosotros, como caballeros de brillante armadura, lleguemos a las ciudades que hemos abandonado [en referencia al territorio perdido por los separatistas en la guerra de Donbás de 2014 a 2015]”.

Además de defender tesis ultranacionalistas, Prilepin también ha sido crítico con el Kremlin en el pasado. Entre 2007 y 2011 formó parte del Movimiento Ruso de Liberación Nacional (NAROD), plataforma en la que también participaba un desconocido disidente que es hoy uno de los grandes enemigos del Kremlin: Alexéi Navalni.

Prilepin es miembro actualmente del partido satélite del Kremlin Rusia Justa—Por la verdad. Su líder, Serguéi Mirónov, ha subrayado que Kiev ha puesto el punto de mira en los defensores de la guerra: “Está operando con fuerza directamente en el interior de Rusia y apunta a los ideólogos de la operación militar especial”. El novelista ha compartido en sus últimas publicaciones de Telegram —hasta este mismo sábado— contenido que apoyaba a Yevgueni Prigozhin, el jefe de los mercenarios de Wagner, tras su amenaza de retirada de la ciudad ucrania de Bajmut. También compartió otros contenidos belicistas de los canales de propaganda del Kremlin.

Moscú responsabiliza a Ucrania

El Ministerio de Exteriores ruso ha responsabilizado a Ucrania, e indirectamente a Estados Unidos y Reino Unido, del atentado apenas un par de horas después de producirse. “Washington y la OTAN han alimentado a otra célula terrorista internacional: el régimen de Kiev. Bin Laden, el Estado Islámico y, ahora, [el presidente ucranio, Volodímir] Zelenski y sus matones”, ha escrito en Telegram la portavoz del ministerio ruso, María Zajárova. “Esto es responsabilidad directa de Estados Unidos y del Reino Unido. Rezamos por Zajar”, añadió.

El fallecido ha sido identificado como Alexánder Shubin, paramilitar separatista de 27 años nativo de la región ucrania de Lugansk. Apodado Zloi (Mal), trabajaba como escolta de Prilepin y estaba en la lista negra ucrania Mirotvorets, la cual no solo incluye militares separatistas prorrusos, sino también políticos, periodistas y otras figuras públicas.

Desde que comenzó la invasión de Ucrania, al menos dos figuras partidarias de la invasión a Ucrania han muerto en sendos atentados. El propagandista Tatarski, el pasado 2 de abril, cuando estalló una estatuilla que le fue entregada por una asistente a la conferencia que encabezaba en una cafetería del dueño de la compañía de mercenarios Wagner; y la hija de Dugin, Daria Dugina, asesinada al explotar una bomba en su coche el 21 de agosto de 2022, a las afueras de Moscú.

Las fuerzas de seguridad activaron en Nizhni Nóvgorod el protocolo Interceptación, un plan que ya ha sido aplicado en el pasado en regiones fronterizas con Ucrania tras supuestos actos de sabotaje. “La policía detiene todos los automóviles sospechosos, verifica los documentos de sus conductores e inspecciona los vehículos”, ha explicado a la agencia de noticias Tass una fuente policial.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.