Furia callejera en Paraguay contra un supuesto fraude electoral del Partido Colorado
Los seguidores de Paraguayo Cubas, tercero en las elecciones del domingo, se enfrentan con la policía ante la sede del Tribunal Electoral
Asunción se ha convertido desde el lunes en escenario de graves incidentes entre la policía y opositores al Partido Colorado que denuncian un “fraude monumental” en las elecciones del domingo. Las manifestaciones se concentraron el lunes y el martes frente Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) y fueron dispersados con gases lacrimógenos cuando intentaban invadir el edificio. Las protestas se extendieron por todo el país con cortes de carreteras y pequeñas manifestaciones en las principales ciudades. La mecha la encendió Paraguayo Payo Cubas, que quedó tercero en las generales por detrás del colorado Santiago Peña y el liberal Efraín Alegre. Cubas se dirigía anoche desde Ciudad del Este, su cuna política, hacia Asunción, en un viaje por carretera de 300 kilómetros que transmitió en directo por sus redes sociales.
Santiago Peña obtuvo el domingo el 42% de los votos, contra 27% de Alegre y 23% de Cubas. Alegre reconoció la derrota el domingo, pero tras las denuncias de Cubas y el inicio de las movilizaciones pidió un auditoria internacional de las urnas electrónicas y el conteo manual del 10% de las mesas.
“Es imposible desde mi modesto punto de vista que una población hastiada le haya dado la victoria a estos narcotraficantes”, dijo Payo Cubas en una entrevista televisiva”. “Voy a resistir a estos usurpadores; acá va a haber nuevas elecciones. Podemos votar el 28 de mayo”.
El portavoz de la justicia electoral, Carlos Ljubetich, dijo el martes que “no hay ninguna posibilidad de fraude”. “Si los apoderados tienen alguna prueba y denuncia formal de fraude, se puede solicitar la apertura de la tercer acta que se encuentra en poder de los jueces electorales para comparar los resultados. Pero nadie dice dónde fue el fraude, lo único que dicen es estar seguros de haber tenido más votos, pero eso pasa con todos los candidatos”, expresó. El presidente electo, Santiago Peña, dijo en rueda de prensa que el Partido Colorado ya había anticipado que “algunos actores iban a desconocer el resultado electoral”. Los resultados fueron avalados por los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Payo Cubas, el hombre al frente de las protestas, fue la gran sorpresa de estas elecciones. Famoso por sus salidas de tono y expulsado del Parlamento por mal comportamiento, Cubas no oculta que pretende ser un dictador que, apoyado por las Fuerzas Armadas, gobernará por decreto. Sus ideas filofacistas sedujeron a casi 700.000 paraguayos, equivalentes al 23% de todos los electores autorizados para votar el domingo. Su crecimiento fue tan vertiginoso que dejó sin espacio político Efraín Alegre, que en su tercer intento por la presidencia hizo la peor elección en la historia del Partido Liberal. Payo Cubas puso ahora a prueba su capacidad de movilización social. Cualquiera sea el resultado final de sus denuncias de fraude, se ha erigido definitivamente como el líder de la oposición paraguaya.
El presidente, Mario Abdo Benítez, acusó a Payo Cubas de ser la encarnación “del anarquismo, la inestabilidad y la quema de instituciones públicas”. “Es parte parte de una estrategia para tratar de capitalizar el enojo de mucha gente, la frustración, la falta de oportunidades”, dijo. Bastó que el dirigente opositor denunciase un fraude para que sus seguidores saliesen a la calle al grito “se siente, se siente, Payo presidente” y carteles con la leyenda “No más fraude”.
Los incidentes más graves se produjeron en Asunción, pero los cortes de carreteras se extendieron por todo el país. Los manifestantes quemaron neumáticos en los ingresos a las principales ciudades, hasta que fueron dispersados por la policía. Las protestas obligaron el martes a suspender durante la mañana el servicio nacional de buses de media y larga distancia.
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