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El periodista bielorruso Andrzej Poczobut suma 769 días en prisión, ocho años de condena y una vida desafiando a Lukashenko

El diario polaco ‘Gazeta Wyborcza’ exige la liberación inmediata de su corresponsal en Minsk

Andrzej Poczobut
Andrzej Poczobut el día del inicio de su juicio, el 16 de enero en la localidad bielorrusa de Grodno.LEONID SHCHEGLOV (AFP)
Gloria Rodríguez-Pina

El diario polaco Gazeta Wyborcza publica diariamente la foto de su corresponsal en Bielorrusia, Andrzej Poczobut, junto a un número. Este miércoles la cifra está en 769. Son los días que lleva preso el reportero. Poczobut conoce bien la represión del régimen de Aleksandr Lukashenko, que ya le había detenido más de una docena de veces. En esta ocasión, la condena ha sido sin embargo más dura, con una sentencia de ocho años de prisión. En el día de la libertad de prensa, que se celebra este 3 de mayo, Gazeta Wyborcza exige a las autoridades bielorrusas su inmediata liberación.

Un juez de la ciudad bielorrusa de Grodno condenó a Poczobut el pasado 8 de febrero a ocho años en una prisión de máxima seguridad por “incitación al odio” y por “rehabilitación del nazismo”. También estaba acusado de “actuar contra el Estado” por haber hecho un llamamiento a la imposición de sanciones al régimen. Desde octubre de 2022 está incluido además en una lista de supuestos responsables de “acciones terroristas” del KGB bielorruso.

Según recoge el Comité para la Defensa de los Periodistas (CPJ, en sus siglas en inglés), una ONG independiente con sede en Nueva York, los cargos contra él se remontan a su cobertura de las protestas que el Gobierno reprimió violentamente tras las elecciones fraudulentas de agosto de 2020. El periodista, detenido desde el 25 de marzo de 2021, acaba de cumplir 50 años y es un conocido líder de la Unión de Polacos en Bielorrusia, una organización que representa a la minoría de origen polaco en Bielorrusia. También presentaron en su contra declaraciones en las que defendía a este colectivo, al que pertenece, y otras en las que calificaba como agresión la invasión soviética de Polonia en 1939.

Bartosz T. Wielinski, director adjunto de Gazeta Wyborcza, describe a Poczobut como un “héroe” y una “inspiración” para sus compañeros. “Es independiente, leal a la verdad, llama a las cosas por su nombre, y es extremadamente valiente”, cuenta por teléfono, al tiempo que exige “su inmediata liberación, sin ninguna condición”.

Las autoridades bielorrusas intentaron convencer a Poczobut, casado y con dos hijos, de que abandonara el país, una práctica habitual del régimen de Minsk. También le ofrecieron que enviase una petición de clemencia a Lukashenko. Se negó a ambas propuestas. “Es muy desafiante y no va a pedirle nada a este dictador”, señala Wielinski.

El juicio contra el periodista —que además de escribir en el diario (socio de EL PAÍS en LENA, la Alianza de Periódicos Líderes en Europa) colaboraba con medios bielorrusos y polacos— empezó a puerta cerrada el pasado 16 de enero. Aquel día se le pudo ver brevemente en el juzgado, en la jaula en la que comparecen los acusados. Las imágenes de la mella que el cautiverio estaba dejando en su rostro, más flaco y con cicatrices, dejó una profunda preocupación en sus compañeros sobre su estado de salud y sobre el trato que recibe en un sistema penitenciario que comparan con los gulags soviéticos. Pese a todo, no había perdido su expresión y su carácter desafiante hacia las autoridades, constataron también sus colegas.

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“Campaña antipolaca”

El Gobierno polaco ha exigido la liberación de Poczobut en numerosas ocasiones y ha considerado su detención y condena como “un elemento de la campaña antipolaca de las autoridades bielorrusas”. La relación entre los dos países está en su momento más bajo. En 2021, Polonia, junto a otros Estados vecinos de Bielorrusia que acogen a cientos de opositores y disidentes del régimen, denunció una campaña orquestada por Lukashenko para enviar a miles de migrantes y solicitantes de asilo a las fronteras de la Unión Europea.

El inicio de la invasión rusa de Ucrania, en la que Bielorrusia se ha puesto a disposición del Kremlin como lanzadera, ha contribuido a tensar aún más los vínculos ya maltrechos entre ambos. Un día después de conocerse la condena a Poczobut, Varsovia ordenó cerrar el paso fronterizo de Bobrowniki y anunció que ampliaría la lista de sancionados por atacar a la población de origen polaco en Bielorrusia, que según el censo de 2019 asciende a unas 300.000 personas.

Bielorrusia tiene el dudoso récord de ser el país de Europa con más periodistas detenidos, por delante de Rusia, según datos de febrero de la Federación Europea de Periodistas. Los 32 informadores son una pequeña fracción de los 1.500 presos políticos del régimen.

Poczobut lleva en el punto de mira de las autoridades bielorrusas más de una década por su actividad informativa y por defender los intereses de la minoría polaca. En 2011 le condenaron a una multa y a 15 días de cárcel por “participación en una manifestación no autorizada”, tras las elecciones de 2010. En 2011 y 2012 también fue detenido, acusado de difamar a Lukashenko en sus informaciones. “Es ciudadano de un país en el que llevan 30 años viviendo bajo una dictadura y él es un periodista independiente que se ha atrevido a luchar por sus derechos”, concluye Wielinski, que quiere que Poczobut sepa que sus compañeros no le olvidan.

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