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El presidente de Italia invoca el antifascismo frente a la tibieza de Meloni

Mattarella pronuncia su discurso más radical contra el régimen de Mussolini mientras la primera ministra se apunta al revisionismo histórico en la fiesta de la Liberación de Italia

Mattarella
Sergio Mattarella, presidente de la República, durante su homenaje en el día de la Liberación de Italia.QUIRINALE PRESS OFFICE (AFP)
Daniel Verdú

Era la primera vez que celebraba el 25 de abril, la conmemoración de la Liberación de Italia del nazifascismo. Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia, un partido nacido de los rescoldos del posfascismo, nunca había tenido que hacerlo antes. Nadie en su formación lo hubiera hecho. Pero el martes, como primera ministra, se vio obligada a acudir al Altar de la Patria, monumento romano que recuerda la unidad de Italia. Estuvo ahí diez minutos. Y publicó ese mismo día, tras semanas de polémicas, una carta en el Corriere della Sera para asegurar que no siente ninguna “nostalgia del fascismo”. El artículo, sin embargo, consistía fundamentalmente en una suerte de revisionismo histórico en el que cambiaba la palabra “liberación” por “libertad”, “partisanos” por “patriotas”, y evitaba el término antifascista. Su timidez en la toma de posición quedó todavía más subrayada cuando el jefe del Estado, Sergio Mattarella, pronunció en Cuneo su discurso más nítido y radical contra el fascismo. “Ahora y siempre, Resistencia”, terminó leyendo.

Podría decirse que hay cuatro palabras fundamentales que explican el 25 de abril de 1945 y la lucha que se libró contra el nazifascismo en Italia. También pueden invocarse en cualquier recuerdo que se haga de aquel tiempo: liberación, partisano, antifascismo y Resistencia. Meloni logró en su carta al Corriere della Sera no escribir tres de ellas y hacer referencia solo a la Resistencia, cuyo motor fundacional de la República Italiana está fuera de ninguna duda. Eligió también citar a Paola del Din, una partisana envuelta en algunas polémicas que prefiere que la llamen simplemente “patriota”. La asociación de partisanos italianos (ANPI), los que lucharon contra la ocupación nazi y el fascismo, pidieron este lunes que el Gobierno declarase públicamente su “antifascismo”. Pero la declaración estuvo muy lejos de producirse en esos términos. Sergio Mattarella, presidente de la República y el hombre que ha sostenido sobre sus hombros al país en los momentos más convulsos de los últimos años, en cambio, sí lo hizo.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto al presidente del Senado, Ignazio La Russa, asiste a los actos de homenaje al soldado desconocido en el Altar de la Patria de Roma.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto al presidente del Senado, Ignazio La Russa, asiste a los actos de homenaje al soldado desconocido en el Altar de la Patria de Roma. Associated Press/LaPresse (APN)

El jefe del Estado se marchó hasta Cuneo, zona donde se concentró la resistencia en la región de Piamonte y tercera zona de Italia con más deportados a los campos de concentración nazis. Desde allí enarboló un discurso largo y llenó de referencias al período y al valor de la lucha que permitió fundar la República democrática. “La Resistencia fue sobre todo una revuelta moral de patriotas contra el fascismo para el rescate nacional. El sentido de un pueblo que enroló a la vieja generación de antifascistas”. Mattarella, además, rercordó que las Repúblicas partisanas, las zonas libres, anticiparon con su determinación, la Constitución. Una Carta Magna basada en el antifascismo, aunque los fundadores de Hermanos de Italia, como el presidente del Senado, Ignazio Benito La Russa, lo nieguen ahora.

El discurso de Mattarella, precisamente, se ha visto en muchos sectores políticos como una respuesta contundente a semanas de polémicas en torno a esta fecha y a cómo debe celebrarse. La Russa, de hecho, pese a que es el segundo cargo del Estado, estuvo el martes en Praga y celebró la Resistencia antisoviética en lugar de la antifascista. Una visita considerada una provocación por la oposición y que se produjo mientras en Italia desfilaban unas 100.000 personas convocadas por ANPI, la asociación de partisanos. “Mattarella ha restablecido la verdad”, subrayó el alcalde de Milán, Beppe Sala, desde la marcha. También le acompañaba la nueva secretaria del Partido Democrático italiano, Elly Schlein, que estos días ha sido muy dura con el Gobierno. “Quien participa en estas manifestaciones lo hace para recordar el sacrificio de quien quiso liberarnos y los valores de la Resistencia antifascista que siguen guiando nuestro compromiso cotidiano. Porque eso forma parte de nuestra Constitución”.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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