Rafael López Aliaga, el alcalde de Lima: 100 días de propuestas poco factibles

Los limeños se preguntan si su ciudad se ha convertido ya en potencia mundial, el lema con el que Rafael López Aliaga, un empresario ultraconservador, ganó la alcaldía de la capital del Perú. Han pasado 100 días desde que el líder del partido Renovación Popular se sentó en el sillón municipal y su eslogan ha pasado rápidamente de ser una esperanza firme a un recordatorio en su contra.

Sus propuestas en campaña fueron ambiciosas. Eliminar los peajes, llevar agua potable a los cerros de Lima instalando tanques y bombas en las laderas, otorgar un 10% del presupuesto municipal en favor de las ollas comunes, implementar un Sistema Integral del Tratamiento de la basura y residuos sólidos y desarrollar el plan Bukele, en clara alusión al presidente de El Salvador, que consiste en combatir la criminalidad con medidas drásticas y que López Aliaga resume en una frase: “choro (delincuente) capturado, choro enrejado”.

El transporte ha sido uno de los principales caballos de batalla del burgomaestre. Por lo menos la tercera parte de sus planteamientos para mejorar Lima están orientados a ampliar el servicio del Metropolitano. Sin embargo, desde el 2019, el órgano competente no es el municipio sino la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). El alcalde solo puede limitarse a sugerir cambios, pero no ejecutarlos.

Respecto a su intención de suprimir los peajes en Lima se presenta un gran inconveniente, la administración le pertenece a la empresa Rutas de Lima S.A.C, un consorcio de la brasileña Odebrecht. De anularse el contrato de forma unilateral, la municipalidad deberá hacerle un pago exorbitante a la concesionaria de 1.500 millones de soles y, además, enfrentar posibles arbitrajes. La medida, no obstante, ya se ha aprobado en Acuerdo de Concejo.

“Mi plan es tener tanques de 30.000 soles en las laderas de los cerros y bombas de 10.000 soles. Tenemos que bombear agua limpia para millones de limeños”, reiteró Rafael López Aliaga en los primeros días de su mandato. La medida a simple vista es necesaria: se calcula que más de 635.000 ciudadanos (6% de la población) no cuentan con acceso a agua potable. Sin embargo, es inviable, el alcalde no tomó en cuenta que se trata de zonas intangibles, donde está prohibido construir. Ante las inundaciones a causa del ciclón Yaku y la temporada de lluvias, López Aliaga, que se había autoproclamado el alcalde de los cerros, se olvidó de su apodo y su promesa y dijo enérgico: “desalojemos de inmediato a esas familias”.

Para el politólogo José Alejandro Godoy, más allá de estas iniciativas fallidas, uno de los rasgos que caracteriza al líder de Renovación Popular es el asistencialismo. “Ha buscado donaciones importantes para continuar con el programa de apoyo a comedores populares y otros mecanismos de sobrevivencia que se generaron durante la pandemia. Está buscando ese tipo de conexión asistencialista donde pueda obtener cierto rédito popular”, explica. López Aliaga propuso otorgarle el 10% del presupuesto anual de la comuna a la Red de Ollas Comunes que benefician a 225.000 familias de escasos recursos. Pero en la práctica solo ha podido destinar el 6% (80 millones de soles).

Una vez electo, López Aliaga recordó en su discurso a Luis Castañeda Lossio, tres veces elegido alcalde de Lima y fundador de Solidaridad Nacional, partido que heredó y rebautizó en Renovación Popular. “Voy a reivindicarlo en mi gestión”, dijo. Castañeda Lossio falleció el año pasado, en medio de acusaciones por sus vínculos de corrupción con las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS. “López Aliaga intenta ser una suerte de cuarta gestión del Castañedismo. Ha traído de vuelta al municipio metropolitano a exfuncionarios de Castañeda. Hay una línea de continuidad muy clara”, indica José Alejandro Godoy.

El 6 de enero, durante la jura del alcalde del distrito de Miraflores, Carlos Canales, Rafael López Aliaga le hizo un pedido público. “Por favor, Carlos, basta ya de estos museos de la memoria y la reconciliación, que no tienen nada de memoria y reconciliación. Allí se escribe una narrativa donde los guías mienten descaradamente, poniendo a las Fuerzas Armadas como agresores. Debe ser administrado por las Fuerzas Armadas. Que nos cuenten la historia como es. Quién mejor que ellos para decirnos lo que han sufrido”, dijo. El 28 de marzo, dos meses después, la Municipalidad de Miraflores clausuró el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), alegando que incumplía medidas de seguridad.

A mediados de febrero, cuando las protestas en contra del Gobierno de Dina Boluarte se trasladaron a la capital, el empresario autodenominado Porky -mote que empleó para empatizar con el electorado- impulsó un acuerdo del Concejo Municipal que declaró al Centro Histórico de Lima como zona intangible para la realización de marchas, manifestaciones y concentraciones públicas y políticas. Mientras que para un sector se trata de una mordaza contra la libertad de expresión para sus seguidores se trató de una medida urgente para “recuperar” una zona emblemática de la ciudad.

En cuanto a seguridad, una de las medidas de López Aliaga es crear un Sistema de Reservistas de las Fuerzas Armadas que den una mano en la prevención del delito en los sitios con mayor incidencia de violencia. Pero todavía no se ha avanzado. Lo que sí se ha concretado es la firma de un convenio para adquirir 10.000 motos y camionetas para patrullar la ciudad. El convenio se haría efectivo en medio año, según fuentes oficialistas.

En marzo pasado, cuando una gran cantidad familias se vieron afectadas por la llegada del Fenómeno del Niño Costero, Rafael López Aliaga tuvo una declaración agraviante cuando se le consultó por las medidas de prevención ante el riesgo de desastres de la comuna: “El 1 de enero entro y no había nada de prevención. Si uno encuentra una Municipalidad que está quebrada y con cero de caja, no jodan pues”, declaró. Después se supo a través de una investigación del portal Epicentro TV que había contratado a 25 periodistas para un nuevo canal digital que tenía como propósito principal levantar su imagen.

“Hay que consolidar la democracia en nuestro país, que el Perú sea potencia mundial como ha debido ser siempre y que no siga la senda de países fracasados por dictaduras totalmente sanguinarias como Venezuela, Cuba o Nicaragua”, dijo durante su participación intervención en el Foro de Madrid llevado a cabo en Lima a finales de marzo. No contento con ello, condecoró en la Municipalidad a los parlamentarios Herman Tertsch y Rocío Monasterio del partido español ultraconservador Vox. Es un alcalde con ambiciones de tener una proyección nacional e internacional. No por nada postuló a la Presidencia antes de sentarse en el sillón municipal. Por ahora, sus electores continúan esperando por su paquete de propuestas.

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