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La UE reconoce el esfuerzo de Ucrania en las reformas, pero avisa de que no hay atajos para la adhesión

Zelenski pide a los líderes comunitarios iniciar este año el diálogo para la integración

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, entre el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.Foto: Efrem Lukatsky | Vídeo: Reuters
María R. Sahuquillo (ENVIADA ESPECIAL)

El presidente Volodímir Zelenski ha dejado claro a la Unión Europea que Ucrania quiere la adhesión cuanto antes. “Esperamos empezar las negociaciones para la integración este año”, ha asegurado el mandatario ucranio en una conferencia de prensa tras la histórica cumbre UE-Ucrania que ha llevado a Kiev a los líderes de las instituciones comunitarias en medio de la guerra lanzada por Rusia. “La integración de Ucrania es irreversible”, ha insistido.

A su lado, en una de las suntuosas salas del palacio presidencial, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han resaltado sus “esfuerzos” y los “pasos” dados para cumplir los requisitos de integración, pero también le han recordado que el programa no tiene atajos. “Es un proceso basado en los méritos”, ha insistido Von der Leyen, “no hay plazos rígidos, pero hay objetivos que hay que alcanzar”.

Ucrania recibió la etiqueta de país candidato en junio, solo tres meses después de presentar su solicitud, en uno de los momentos más intensos de la agresión rusa, que está a punto de cumplir un año. Su admisión como futuro miembro fue verdaderamente exprés. Y eso ha preocupado a algunos Estados miembros, que no quieren que el avance sea demasiado rápido y se pierdan elementos por el camino en las reformas requeridas en el campo de la justicia, la persecución de la corrupción, el respeto por las minorías que residen en el país y la influencia de los oligarcas. A final de año, tras el informe de la Comisión Europea sobre los avances, los Estados miembros deberán responder entonces a la pregunta de “cuáles serán los próximos pasos a seguir”, ha apuntado Michel.

Frente al ímpetu de Zelenski, la declaración final de la reunión, firmada por ambas partes, también recuerda que la integración solo se producirá “una vez que se cumplan plenamente todas las condiciones especificadas”.

La cumbre, el colofón a dos días de reuniones sin precedentes entre la cúpula de la UE y el Gobierno ucranio en un claro gesto de apoyo, se ha celebrado en el palacio Mariinski de Kiev, construido por orden de la emperatriz rusa Elizaveta Petrovna en 1744, un decorado de otros tiempos, muy lejos de los ambientes militares a los que Zelenski ha acostumbrado a la ciudadanía y a sus visitantes. La guerra, sin embargo, ha estado en cada detalle: en el jersey militar negro con el escudo ucranio de Zelenski, en muchos de sus ministros con el traje caqui ocupando las primeras filas, en los “gloria a Ucrania” que Zelenski, Michel y Von der Leyen han recitado.

El recordatorio más presente del conflicto estaba en el exterior. Rusia no ha dejado que Ucrania olvide ni un día que la guerra sigue y que no tiene intención de parar. Desde primera hora de la mañana, las sirenas antiaéreas han sonado en todo el país. También en Kiev, donde la delegación europea ha tenido que aguardar en un refugio antiaéreo. “Esa es la realidad de Ucrania, la prueba viva de que Rusia está fallando estrepitosamente y de que Ucrania está ganando y se mantiene en pie”, ha remarcado Von der Leyen.

Durante dos días, la UE ha desembarcado en Kiev para simbolizar que seguirá sosteniendo al país frente al invasor ruso. El jueves, una quincena de comisarios y vicepresidentes junto a Von der Leyen repasaron los puntos más destacados a cumplir para la adhesión. Este viernes, Zelenski, su primer ministro, Denis Shmihal, y sus ministros han vuelto a entrar en el fondo de los asuntos con Michel, Von der Leyen, y con el alto representante para Política Exterior y Defensa de la UE, Josep Borrell.

Sin un cronograma claro de acceso, los líderes europeos han ofrecido a Ucrania una hoja de ruta para acelerar su integración, mantener la economía a flote y acercar el país aún más al club comunitario con medidas comerciales, reconocimiento de productos industriales y telecomunicaciones, o la participación del país en programas fiscales, digitales y de investigación. “La UE va a seguir apoyando a Ucrania”, ha dicho Michel. “No vamos a dejarnos intimidar por el Kremlin”, ha añadido el político belga, que ha recalcado que la UE y Ucrania son “una familia”.

Más sanciones

Ante los dirigentes europeos, Zelenski ha vuelto a reclamar más sanciones contra Rusia. Sobre todo hacia el sector nuclear ruso y contra la cúpula de la empresa estatal nuclear Rosatom, que da servicio a varios países europeos. El presidente ucranio ha asegurado que la jefatura de la nuclear debería entrar en la lista negra europea por las acciones de las fuerzas rusas en la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, ahora controlada por Rosatom y donde las tropas del Kremlin han mantenido retenidos a sus trabajadores expertos para que siga funcionando.

Cuando la UE prepara el décimo paquete de sanciones en una realidad en la que cada vez hay menos sectores que tocar, Zelenski ha lanzado un dardo. “Hay países que son nuestros socios, pero que financieramente son socios de Rusia”, ha dicho sin precisar a qué Estados se refiere, miembros de la UE o no. Moscú sigue nutriendo su economía y su guerra gracias en parte a las importaciones y a los negocios que mantiene con otros países que no han impuesto sanciones (Turquía, la India, China). Contra ese doble juego ha clamado Zelenski.

Las sanciones de la UE no son extraterritoriales, pero el próximo paquete, además de tapar agujeros de las restricciones anteriores, tratará de impedir el acceso a más productos y componentes de uso normal que Rusia reconvierte en militares, por ejemplo, para drones. Las nuevas sanciones tendrán un impacto para Rusia unos 10.000 millones de euros, entre importaciones y exportaciones, según ha resaltado Von der Leyen.

Zelenski: “Nadie entregará Bajmut”

La batalla de Bajmut, para mantener la ciudad de Donbás frente a la ofensiva rusa, seguirá. “Nadie entregará Bajmut”, ha dicho el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ante los líderes de las instituciones comunitarias. “Es nuestra fortaleza”, ha añadido.

La sangrienta contienda en esa ya simbólica ciudad, constantemente atacada por las fuerzas rusas y los mercenarios de Wagner, está costando muchas vidas, tanto ucranias como rusas. Pero frente a quienes dicen que luchar para mantener el control de la localidad no vale la pena estratégicamente, el presidente Zelenski ha recalcado que la única opción para el ejército ucranio es seguir luchando. Y ha pedido a sus socios occidentales armas de largo alcance para combatir de manera más efectivas. 

Cuando los analistas y la OTAN han advertido de que Rusia se prepara para una nueva ofensiva en el este y en el sur, Zelenski ha asegurado que el Kremlin está tratando de cambiar su suerte y de obtener “venganza” donde falló en primavera. Cuando se va a cumplir un año de la invasión y parte de Ucrania (la más lejana del frente) está acostumbrándose a una nueva normalidad, Zelenski ha instado a sus ciudadanos a no relajarse, sobre todo aquellos que no han vivido la ocupación, ha dicho.

Con una intervención tras la cumbre UE-Ucrania que ha sonado a pequeña reprimenda o a motivación frente a la fatiga, el presidente ha recordado que Ucrania vive una guerra por su propia supervivencia: “Sin espíritu no habrá victoria. Y sin victoria no habrá Ucrania”.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo (ENVIADA ESPECIAL)
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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