La Eurocámara levanta la inmunidad a dos eurodiputados por el ‘Qatargate’

El pleno del Parlamento Europeo ha levantado este jueves la inmunidad a los eurodiputados socialistas Marc Tarabella y Andrea Cozzolino, a los que la justicia belga quiere interrogar por su presunta implicación en el Qatargate, el escándalo de sobornos a personalidades de la institución legislativa europea para influir en decisiones sobre países como Qatar y Marruecos que ha sacudido profundamente Bruselas. Los eurodiputados aprobaron rápidamente, en un voto a mano alzada, la retirada de la inmunidad de los dos parlamentarios, que siempre han defendido su inocencia y se habían declarado a favor de ser investigados para demostrarlo.

A la votación de este jueves, realizada nada más abrirse el pleno en Bruselas, asistió Tarabella. Cuando llegó su turno, el belga, que se había sentado con gesto serio en su escaño y apenas saludó con un gesto de cabeza a algunos colegas, también votó a favor de que se le quitara la inmunidad.

El procedimiento de suplicatorio —levantamiento de inmunidad a petición de un tribunal nacional— ha sido especialmente rápido, un signo de la voluntad del Parlamento Europeo por mostrar que actúa ante un escándalo que ha afectado gravemente a su reputación. Hace justo un mes, a petición de la justicia belga, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, solicitó formalmente iniciar el proceso de forma urgente. Fijó entonces como plazo máximo para su finalización el 13 de febrero, día en el que comienzan las sesiones plenarias en Estrasburgo.

El levantamiento de la inmunidad se ha resuelto casi dos semanas antes. De hecho, la comisión de Asuntos Jurídicos responsable de preparar el informe sobre los dos eurodiputados aceleró los tiempos y las citas y esta misma semana presentó su propuesta formal, en la que se muestra unánimemente a favor de retirar la inmunidad parlamentaria a los dos afectados.

El turno de la justicia belga

El voto en el pleno en Bruselas de este jueves era el paso final necesario para formalizar el levantamiento de inmunidad, del que ahora Metsola informará inmediatamente a las autoridades belgas, según fuentes parlamentarias. A partir de ese momento, la justicia belga podrá interrogar y, si así lo considera necesario, detener a Tarabella y a Cozzolino.

Ambos han negado reiteradamente su implicación en el Qatargate, aunque solo el italiano aprovechó la oportunidad de explicarse la semana pasada ante sus colegas en las audiencias de la comisión que analizaron sus casos. Tarabella siempre ha declarado que estaba dispuesto a responder ante la justicia de las acusaciones que han lanzado en su contra otros de los implicados, especialmente el exeurodiputado Pier Antonio Panzeri.

Según filtraciones a la prensa, Panzeri, que ha firmado un acuerdo de colaboración con la justicia belga, habría declarado que llegó a pagar a Tarabella más de 120.000 euros en efectivo. El belga siempre ha defendido su inocencia. No obstante, está considerado como el político en activo y aún en libertad más señalado por el Qatargate. La policía registró su domicilio el 10 de diciembre, un día después de la redada por la que se dio a conocer el caso y que llevó al arresto de Panzeri, de la exvicepresidenta de la Eurocámara Eva Kaili —todavía eurodiputada, al igual que Tarabella y Cozzolino—, de su pareja y asistente parlamentario, Francesco Giorgi, y del también italiano Niccola Figa-Talamanca, exdirigente de una ONG presuntamente implicada en la trama de sobornos.

Los cuatro siguen en prisión preventiva, imputados por corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a organización criminal. La justicia belga ha rechazado en varias ocasiones desde su arresto sus demandas de puesta en libertad vigilada. Dado que Tarabella disfrutaba aún de inmunidad parlamentaria, Metsola, como presidenta de la Eurocámara y de acuerdo a lo establecido en la ley belga, tuvo que regresar de urgencia a Bruselas desde su Malta natal para estar presente en el registro del domicilio del eurodiputado belga el 10 de diciembre. Los investigadores no hallaron dinero en efectivo, como sí habían hecho en los registros de los otros implicados, en los que encontraron 1,5 millones de euros.

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