Eva Kaili admite que había maletas con dinero en su domicilio pero niega estar directamente implicada en la trama del ‘Qatargate’
La depuesta vicepresidenta del Parlamento Europeo reconoce haber pedido a su padre que escondiera parte del efectivo que tenía en casa
La depuesta vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili sabía muy bien que había grandes sumas de dinero en efectivo en la casa de Bruselas que compartía con su pareja, el asistente parlamentario Francesco Giorgi, hasta que ambos fueron arrestados el 9 de diciembre e imputados poco después por corrupción y blanqueo de dinero en una trama de presuntos sobornos de Qatar y Marruecos. Sabía también, o lo sospechaba al menos, que no era dinero limpio, relacionado con una “actividad” de su marido con el antiguo eurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, principal sospechoso de la trama y también en prisión preventiva. Por eso el día que ella y su compañero acabaron en la cárcel, el viernes, urgió a su padre, de visita en la capital belga, a que tratara de llevarse parte del efectivo. Así se desprende de los documentos judiciales publicados este martes por el diario belga Le Soir, que tuvo acceso a la orden de detención dictada el mismo día 9 por el juez de instrucción Michel Claise, al frente de una investigación belga que ha puesto patas arriba al Parlamento Europeo.
“La inculpada reconoce haber dado instrucciones a su padre para esconder el dinero”, escribe el magistrado, siempre según el rotativo belga, que adelantó las primeras detenciones del caso y ha tenido un acceso inusitado a actas judiciales. Aunque no se llega a inculpar a sí misma en la trama, “declara que sabía de la actividad de su esposo [Giorgi] con el señor Panzeri y que maletas de billetes transitaron por su apartamento”.
En los diversos registros efectuados por la policía belga en relación con el Qatargate, las autoridades se han incautado de hasta 1,5 millones de euros en efectivo. Parte fue hallado en la maleta de mano que portaba el padre de Kaili cuando, alertado por su hija, salió precipitadamente del lujoso hotel en el barrio europeo en el que se alojaba, no muy lejos de la casa de la pareja ahora inculpada. El hombre, detenido también en la operación del viernes, fue puesto en libertad dos días más tarde. Su hija, formalmente inculpada por corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a organización criminal, permanece en prisión preventiva. Este jueves, deberá presentarse ante un juez de instrucción para saber si sigue detenida o puede salir en libertad vigilada.
Tanto su pareja como Panzeri, un exeurodiputado socialista italiano que fundó la ONG Fight Impunity que se considera ahora una tapadera para sus actividades de soborno para favorecer en la Eurocámara los intereses de Qatar y hasta de Marruecos, también permanecen detenidos, después de que el mismo juez de instrucción confirmara su prisión preventiva la semana pasada. En la misma vista, el cuarto inculpado, el también italiano Niccolo Figa-Talamanca, que dirigía la ONG No Peace Without Justice, con la que compartía sede —y al parecer mucho más— la de Panzeri, fue mientras tanto puesto en libertad vigilada con un brazalete electrónico.
Según los documentos judiciales obtenidos por Le Soir, además de a su padre, Kaili “intentó advertir a Panzeri, así como a dos eurodiputados citados en esta investigación”. Los nombres no han trascendido, pero en la boca de muchos está el del eurodiputado belga Marc Tarabella, cuyo domicilio ha sido registrado, aunque por el momento no ha sido imputado. Tanto Giorgi como Panzeri, en cuya casa fueron hallados 600.000 euros, lo habrían señalado también durante los interrogatorios. Panzeri “denuncia al eurodiputado Marc Tarabella como beneficiario de regalos de Qatar”, escribe al respecto el magistrado Claise, siempre según Le Soir.
El socialista belga, que desde el principio ha negado cualquier implicación, ha sido suspendido del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) al que pertenecen la mayoría de los eurodiputados que aparecen de algún modo vinculados en la operación, y que también han sido en su mayoría apartados de la familia progresista europea y de sus propios partidos nacionales. Es el caso también de otro italiano Andrea Cozzolino, señalado durante los interrogatorios por la pareja de Kaili, que ya ha admitido que formaba parte de una organización para influir en cuestiones europeas a favor de Marruecos y Qatar.
En el punto de mira
El grupo S&D se ha reunido este martes para ultimar sus preparativos de cara a enero, fecha en la que, según ha anunciado, presentará los detalles de la investigación interna que quiere realizar en paralelo a la prometida por el Parlamento Europeo. Además, ha fijado para el 11 de enero la votación para elegir a su candidata a ocupar la vicepresidencia de la Eurocámara que ostentaba Kaili.
El escándalo que ha sacudido a las instituciones europeas ha puesto en el punto de mira a todo el que ha tratado con Panzeri o con su ONG. El excomisario europeo Dimitris Avramopoulos ha reconocido que percibió un total de unos 60.000 euros brutos durante el año que participó como miembro de su junta de honor. Otros miembros de dicha junta, como la ex alta representante para Política Exterior de la UE Federica Mogherini, han negado haber recibido jamás dinero de Fight Impunity.
Quien también lo hizo es el líder sindical Luca Visentini, quien el lunes reconoció haber recibido 50.000 euros para su campaña para hacerse con la secretaría general de la Confederación Sindical Internacional, puesto para el que había sido elegido hace solo un mes y del que ahora ha sido apartado. No obstante el italiano, inicialmente arrestado por el Qatargate pero que permanece en libertad restringida, aseguró en un comunicado que nunca se le pusieron condiciones a cambio de lo que calificó como “donación”.
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