Una amiga de Meloni, víctima en un triple homicidio durante una reunión de vecinos en Roma
Un individuo abrió fuego en un bar del centro de la capital italiana contra las personas que participaban en el encuentro, con quienes mantenía desavenencias
Un triple homicidio ha conmocionado Roma este fin de semana. Por la cifra de víctimas, por la cotidianidad del asunto ―una reunión de una comunidad de vecinos― y porque una de las personas fallecidas, una mujer de 50 años, era amiga de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. La política expresó enseguida su dolor en las redes y el caso ha ocupado las primeras páginas de todos los periódicos este lunes.
Claudio Campiti, un comerciante de 57 años, entró el domingo a las 9.30 en el bar donde se habían reunido los socios y copropietarios de un proyecto urbanístico del que formaban parte en el norte de Roma. Una suerte de cooperativa que construyó algunas viviendas a orillas de un lago pensadas como segunda residencia para familias romanas de clase media. La construcción de la casa de Campiti, sin embargo, había quedado paralizada desde hacía tiempo y él pasaba ahí todo el año, recluido en condiciones muy precarias.
Según los vecinos, el homicida había entrado en una fase de depresión y misantropía desde la muerte de su hijo en un accidente de esquí y la convivencia con él era muy complicada. Pero nadie imaginaba que la mañana del domingo entraría en el bar, bloquearía la puerta para que nadie pudiese escapar y abriría fuego con una pistola Glock semiautomática que acababa de robar en un campo de tiro.
Campiti había dejado de pagar hacía tiempo los gastos de la comunidad. Vivía en condiciones muy austeras e inquietaba al resto de vecinos con sus amenazas constantes. Él les acusaba de querer echarle de su casa, de presionarle para que se marchase. De modo que esa mañana entró en el bar, disparó al menos siete veces y mató a tres mujeres: Sabina Sperandio, Elisabetta Silenzi y Nicoletta Golisano. Luego hirió también a otras cuatro personas que fueron trasladadas a distintos hospitales de la capital italiana. Una de ellas, que recibió un balazo en la cabeza, se encuentra en estado grave. Uno de los presentes se abalanzó sobre Campiti y logró reducirle ―recibió también un impacto de bala en la mejilla― evitando que la masacre fuera mayor.
La policía acudió al lugar y detuvo a Campiti, a quien habían denegado el permiso de armas, pero que portaba 170 proyectiles y un segundo cargador intacto y preparado para disparar. En el momento de la detención, además, llevaba el pasaporte y una mochila con ropa y 6.000 euros en efectivo, lo que apuntaría a que había planeado el asesinato y pensaba huir.
Nicoletta Golisano, una de las tres mujeres muertas, era amiga de Giorgia Meloni. Tras conocer lo sucedido, la primera ministra publicó un mensaje en su página oficial de Facebook y mandó condolencias a las familias. “Nicoletta era una madre protectora, una amiga sincera y discreta, una mujer fuerte y frágil al mismo tiempo. Pero sobre todo era una profesional con un sentido del deber fuera de lo común”, escribió.
Meloni, justamente, cree que fue ese “sentido del deber” lo que la convirtió en blanco del homicida, acudiendo a una reunión de vecinos un domingo por la mañana. “Nicoletta era mi amiga. Deja a su marido, Giovanni, y un espléndido niño de 10 años, Lorenzo. Nicoletta era feliz, y bellísima, con ese vestido rojo que se compró para la fiesta de su 50º cumpleaños hace algunas semanas. Para mí siempre será así de bella y feliz. Adiós, Nico. Te quiero”, termina Meloni.
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